Caracal doméstico, la raza de gato más grande del mundo creada por los rusos (Fotos)

Estilo de vida
ELEONORA GOLDMAN
La aparición de este híbrido del lince caracal de la estepa y un gato doméstico fue por casualidad. Actualmente es una de las mascotas más increíbles que podrás ver.

Pelaje "arenoso", orejas alargadas y gran tamaño. De lejos, parece un caracal, un hermoso y salvaje lince estepario. Pero, en realidad se trata de uno de los gatos domésticos más raros del mundo - el caracal doméstico - y apareció en Rusia.

1. Una raza accidental 

Los híbridos de gatos salvajes y domésticos no son una rareza. Probablemente haya oído hablar de los bengalíes (gato doméstico y gato leopardo asiático) o de los chausie (un abisinio y un gato de la selva). Un híbrido de caracal y serval se conoce como caraval. La historia del caracal comenzó en el zoo de Moscú en 1998, cuando una gata doméstica entró en el recinto del caracal macho y se aparearon. La gata dio a luz a un gatito con orejas empenachadas. Esta historia se describió por primera vez en un artículo de I. Kusminych y A. Pawlowa en la revista alemana "Der Zoologische Garten" bajo el título: "Ein Bastard von Karakal Hauskatze im Moskauer Zoo" (Vol. 68, nº 4, 1998). Uno de los empleados del zoo también lo recordó hace unos años, sin embargo, no sabemos el destino posterior de ese gatito, salvo que no dejó descendencia. 

Sin embargo, la aparición del caracal despertó un gran interés entre los felinólogos de todo el mundo.

2. Rusia, hogar de los caracales domésticos

A principios de la década de 2000, las felinólogas estadounidenses Joy Geisinger y Allison Navarro intentaron criar caracatos cruzando un caracal con un gato abisinio y los caracatos fueron reconocidos oficialmente por la Asociación Internacional del Gato (TICA). Algunos años después, los criadores abandonaron sus intentos. En la década de 2010, la felinóloga ucraniana Anna Kuzmina logró avances en gatitos "F1" (la primera generación de caracatos). Pero, el mayor éxito en la cría de nuevas generaciones de felinos lo consiguieron los felinólogos rusos.

En la actualidad, la principal criadora de caracatos es Irina Nazárova, de Krasnodar, en su local de Kataleia. Aquí han nacido 150 caracales F1, 50 caracales F2, 10 caracales F3 y varios gatitos F4 y F5.

Cuanto menos "salvaje" es la sangre, más cortos son los mechones de las orejas y más pequeño es el gato. Kataleia tiene varios viveros filiales en toda Rusia, donde crían estos raros gatos. También hay un vivero cerca de Barnaul (Territorio de Altái), donde la bióloga y genetista Inna Dombrovskaya estudia los caracats (de F1 a F3).

3. Gato grande e hipoalergénico

¿Pensaba que el gato doméstico más grande es el Maine Coon? Mire de nuevo al caracal doméstico. Un gato adulto pesa entre 15 y 25 kg y, al ponerse a cuatro patas, le llegará a la cintura a un humano. Además, este gato ha heredado del caracal las orejas anchas con mechones, las patas largas y gráciles y el color negro y gris de la cara. El caracal doméstico, por cierto, no provoca alergias.

Los gatitos pueden ir a una nueva casa a los tres meses de edad - en este momento, ya están acostumbrados a la caja de arena de un gato y ya comen carne cruda.

4. Cuesta tanto como un coche nuevo

Inna Dombrovskaya compró su primer caracal a Kataleia allá por 2016. Según contó a los medios locales, tuvo que vender su coche, porque el gatito costó un millón de rublos, unos 14.000 dólares.

Ahora, los precios del caracal F3 parten de 100.000 rublos (1.500 dólares), del gatito F2 - 350.000 rublos (unos 5.000 dólares) y de un F1 - desde 1,2 millones de rublos (más de 15.000 dólares). El caracal es una raza muy compleja y con sólo las hembras son fértiles. La principal tarea de los felinólogos modernos es criar machos que sean capaces de crear descendencia.

5. Gato con comportamiento de perro

Los propietarios de los caracales admiten que sus mascotas tienen un carácter muy diferente al de los gatos habituales. "Se apresura a recibirme en la puerta del trabajo. Camina con correa. Me despide todas las mañanas, se tumba sobre mis botas y mira con pena para que no me vaya, ronronea fuerte y me lame los pies. No araña en absoluto. Es sociable. Le gusta la compañía de la gente", son algunas de las reseñas dejadas por los propietarios. 

"El comportamiento no es en absoluto gatuno. Visita a los invitados conmigo, se sienta tranquilamente en el coche, es amable con todas las personas, no sisea a nadie. Si vienen invitados, se frota en sus piernas y ronronea", escribe otro propietario.

Sin embargo, los caracales tienen un rasgo muy "gatuno": les gusta trepar a lo alto (para observar su territorio desde arriba) y adoran las cajas (¿qué gato no lo hace?). Los propietarios deben disponer de hamacas, postes de rascado, escaleras y otros dispositivos de "actividad" en casa.

6. Aristócrata de la gastronomía

El caracal doméstico es un gran gourmet. Sólo puede comer carne fresca y las codornices son las más adecuadas. Además, comen conejo y pollo. Un gato adulto come casi un kilo de carne al día y esto no es una broma. Pero ni siquiera toca la comida para gatos. No puede comer pescado, productos lácteos ni, especialmente, carne de cerdo. Los criadores también recomiendan que sólo beba agua filtrada.

7. Le gusta bañarse

Los caracales, como todos los animales, mudan de vez en cuando, por lo que es necesario peinarlos. También les gusta mucho bañarse; no se recomienda bañar a los gatitos más de una vez cada tres meses, pero los gatos adultos pueden meterse tranquilamente en la bañera después de un paseo. Sí, a los caracales les gusta salir a pasear.

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