¿Por qué Rusia cuenta con tantas ciudades con más de un millón de habitantes?

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Una cuarta parte de la población rusa vive en las 15 mayores ciudades del país, que crecen cada año. ¿Realmente no hay suficiente espacio en Rusia para que la gente viva?

Rusia ocupa el cuarto lugar del mundo en cuanto a número de ciudades con más de un millón de habitantes: solamente China, India y Brasil tienen más. En general, el nivel de urbanización en el país ha sido constantemente superior al 70% durante varias décadas. Al mismo tiempo, Rusia ocupa el noveno lugar en términos de población, con algo más de 146 millones de personas. ¿Por qué los ciudadanos del mayor país del mundo prefieren vivir en grandes ciudades?

Abarrotadas pero no incómodas 

Una zona residencial de Moscú.

La mayoría de las ciudades rusas con más de un millón de habitantes aparecieron durante el periodo soviético como resultado de una estrategia estatal particular que otorgaba a las grandes ciudades un estatus especial y más financiación, lo que a su vez significaba que tenían una mayor calidad de educación, vivienda y medicina. 

El clima también desempeña un papel importante en el deseo de muchos rusos de vivir en megápolis. Las grandes ciudades son más cómodas en invierno y cuando hace mal tiempo. Los desplazamientos al trabajo son mucho más cómodos gracias a un buen transporte público y a unas carreteras despejadas. Además, estas grandes ciudades cuentan con una amplia gama de centros comerciales, cafés y centros de ocio con zonas cálidas donde la gente puede pasar tiempo con sus amigos o familiares cuando hace mal tiempo.

Las ciudades soviéticas con más de un millón de habitantes tenían derecho a construir un metro, y si ha estado en Moscú casi seguro que se ha dado cuenta de que las antiguas estaciones son increíblemente hermosas y están decoradas con mármol y mosaicos. Naturalmente, otras ciudades también querían estaciones como ésta y un transporte subterráneo que ayudara a gestionar los problemas de tráfico. Al final, sólo se construyeron metros en 13 ciudades soviéticas, aunque por supuesto también hubo muchos otros proyectos de transporte.

Metro de Moscú

En la actualidad, las ciudades rusas ya no reciben un trato tan preferente como en la época soviética, pero cuanto más grande es la ciudad, más atractiva resulta para los negocios y la inversión, incluidos los cafés, las tiendas y los servicios que pueden funcionar con más éxito en los grandes entornos urbanos.

Sólo en Moscú viven más de 12 millones de personas, y si se incluyen los residentes de la región circundante de Moscú, la cifra supera los 20 millones.

Además de la capital rusa, las siguientes ciudades cuentan con más de un millón de personas:

  • San Petersburgo (5 millones)
  • Novosibirsk (1,6 millones)
  • Ekaterimburgo (1,5 millones)
  • Kazán (1,3 millones)
  • Nizhni Nóvgorod (1,2 millones)
  • Cheliábinsk (1,2 millones)
  • Samara (1,1 millones)
  • Omsk (1,1 millones)
  • Rostov-del-Don (1,1 millones)
  • Ufá (1,1 millones)
  • Krasnoyarsk (1,1 millones)
  • Vorónezh (1,1 millones)
  • Perm (1,1 millones)
  • Volgograd (1 millón)

De los pueblos a las ciudades

Nizhni Nóvgorod

Aparte de Moscú y San Petersburgo, las grandes ciudades no aparecieron en Rusia hasta hace relativamente poco tiempo, en el siglo XX. Según el censo de 1897, Moscú tenía alrededor de un millón de habitantes, mientras que San Petersburgo contaba con una población de 1,3 millones. Las siguientes ciudades con más de un millón de habitantes no aparecieron hasta finales de la década de 1960 y fueron Gorki (actual Nizhni Nóvgorod), Novosibirsk, Kuibyshev (actual Samara) y Sverdlovsk (actual Ekaterimburgo).

El caso es que antes de la Revolución de 1917 sólo el 15% de los rusos vivía en zonas urbanas, mientras que el resto vivía en pueblos y se dedicaba a la agricultura. Esto cambió en los primeros años de la Unión Soviética, cuando el gobierno impulsó la industrialización. En la década de 1920, las ciudades ya aparecían alrededor de las fábricas y las explotaciones mineras de todo el país. Su objetivo era no sólo dar trabajo y vivienda a los soviéticos, sino también ofrecerles actividades sociales y de ocio interesantes.

Una zona residencial en Ekaterimburgo

Incluso en las zonas más remotas del país, no sólo había trabajo, sino también un cómodo transporte, parques, centros culturales y universidades. Esta rápida urbanización no se detuvo ni siquiera por la Segunda Guerra Mundial, durante la cual se fundaron más de 50 ciudades ya que muchas fábricas fueron evacuadas del centro de Rusia.

El resultado final de todo esto fue que a mediados del siglo XX muchos soviéticos emigraron a las ciudades en busca de mejores trabajos, educación y condiciones de vida más cómodas.

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