Los años de formación de la URSS fueron muy difíciles: el país sufrió terriblemente durante la Primera Guerra Mundial, así como la destrucción de la Revolución y una prolongada guerra civil. Aparecieron juegos de mesa de temática bélica que reflejaban esta dura realidad, pero también se convirtieron en una herramienta para influir en la lealtad de la joven generación de niños hacia el emergente estado soviético.
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El juego de mesa Guerra química se inspiró en las armas químicas que causaron tan terrible destrucción durante la Primera Guerra Mundial, la primera vez en la historia que se utilizaron tales armas. El juego salió a la venta en 1925.
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La Revolución Rusa, un acontecimiento histórico considerado sagrado por generaciones de soviéticos, inspiró este juego de mesa, conocido acertadamente como La Revolución, y que fue lanzado en 1925.
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Los aviones de guerra, otra arma innovadora utilizada ampliamente durante la Primera Guerra Mundial, proporcionaron la idea para estos dos juegos de mesa para niños soviéticos y que fueron lanzados en 1925. Ambas versiones se llamaban Combate aéreo.
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Este juego, llamado Guerra moderna, utilizaba en su cubierta una imagen de la gloriosa caballería, que constituía una parte importante de las primeras fuerzas armadas soviéticas, a pesar de que el uso de soldados a caballo en la guerra estaba pasando de moda.
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El juego de mesa Guerra de tanques estaba más en consonancia con los desarrollos más modernos de la tecnología militar de la época.
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El Guerra naval también reflejaba la importancia de la armada soviética de la época.
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El juego de mesa Rojo y blanco estaba basado en el acontecimiento más traumático de principios del siglo XX para los rusos: la destructiva guerra civil entre el Ejército Rojo y la Guardia Blanca contrarrevolucionaria.
En este juego de mesa la revolución proletaria mundial era el objetivo final del jugador.
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No todos los juegos de mesa de la primera época soviética fomentaban la guerra. Algunos exploraban las aspiraciones de las personas que creían fervientemente en la nueva idea y forma de vida soviética.
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El juego de mesa Electrificación ponía de relieve los ambiciosos planes de las primeras autoridades soviéticas para dotar de electricidad a todos los asentamientos del país.
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Incluso había un juego llamado ¡Daremos materias primas a las fábricas!, lanzado en 1930, que ponía de manifiesto el fervor de los primeros revolucionarios soviéticos y su fe inquebrantable en el brillante futuro de la URSS, así como en su poderío y potencia industrial.
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El juego de mesa Vuelo de Moscú a China fue lanzado en 1925. Tenía un tablero muy colorido y enseñaba algo de geografía durante sus partidas.
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Otro juego de mesa orientado a la geografía exploraba el tema de las expediciones al Ártico.
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