Un pequeño y frágil cuerpo de piel blanca, un vestido de novia roto, un rostro distorsionado con cicatrices y unos inquietantes ojos saltones. El guitarrista de Guns N' Roses, Slash, publicó en su cuenta de Instagram a finales de octubre una foto de dicha muñeca, que corresponde a Angie, del juego Resident Evil Village. La muñeca es obra de Anastasía Vin, una artista y cosplayer de 28 años originaria de Samara.
“Él [Slash] está suscrito a mí en Instagram desde hace mucho tiempo, más tarde me mandó mensajes personales en los que dice que le gusta mi trabajo”, explica Anastasía.
La artista es aficionada al dibujo desde la infancia, fue a la escuela de arte y en su tiempo libre hacía muñecos improvisados.
“Recuerdo cómo, después de ver Piratas del Caribe, esculpía a los protagonistas con plastilina. Y para darles color, utilicé la base de maquillaje de mi madre. Por supuesto, no le gustó mucho”, recuerda Anastasía.
Sus padres insistieron en que debía dejar el dibujo y elegir “una profesión más prestigiosa”. Siguiendo su consejo, se fue a estudiar ingeniería y luego se trasladó a Moscú y ejerció esta profesión durante varios años. Mientras estudiaba y trabajaba, siguió dedicándose al cosplay, el dibujo y las marionetas.
“En la universidad me gustaba el grupo My Chemical Romance. Los antiguos miembros de esta banda vinieron a Moscú y para una sesión de firmas preparé y les di muñecos basados en sus imágenes. No sabía casi nada de hacer muñecas, las hacía de rodillas con los materiales que tenía a mano”, dice la artista.
En 2019 necesitaba una muñeca para una de sus imágenes de cosplay y decidió hacerla ella misma. Publicó la obra terminada en las redes sociales y recibió muchos comentarios positivos. Decidió dejar su trabajo y dedicarse a la fabricación de muñecas para vender.
“Recuerdo que publiqué una muñeca en etsy y fue comprada inmediatamente, me sorprendió. En ese momento estaba muy decepcionada con mi trabajo. Tenía mucho estrés y empecé a tener ataques de pánico. Así que dejar mi trabajo y dedicarme a otra cosa era inevitable, si no fuera por las muñecas, habría elegido otra dirección”, admite el artista.
Ha tomado cursos online y ha aprendido a hacer marionetas; primero fueron artículos con armazón de alambre. Ahora tiene muñecos con articulaciones más complicadas.
Anastasía invierte entre una semana y dos meses para crear una muñeca, dependiendo de la complejidad y el tamaño.
Primero crea un boceto, diseña las partes móviles del cuerpo de la muñeca y las esculpe en arcilla polimérica para hornearlas. A continuación, realiza el acabado final y el lijado. Cose la ropa de la muñeca a mano, la envejece con pintura, luego la viste y la maquilla.
“El moldeo es el proceso más difícil y que más tiempo requiere. Antes de pintar, en la fase de lijado, ya tienes que hacer coincidir todos los detalles con la ropa y la pintura. El montaje de la muñeca también puede llevar mucho tiempo. Y pintar es siempre una parte relajante y favorita del trabajo”, dice Anastasía.
Todas las muñecas están embaladas en cajas en forma de ataúd con tapas pintadas. Dependiendo de la complejidad del trabajo, la muñeca puede costar entre 130 y 1.000 dólares.
El 70% de los clientes de Anastasía viven en EE UU. El mayor número de compradores procede de Francia, Italia, Gran Bretaña y otros países europeos, así como de Indonesia, Australia y Canadá.
“Lo más habitual es que me hagan pedidos adultos y adolescentes que tienen una colección de muñecos de diferentes autores en sus casas, y le dedican habitaciones enteras. Algunos clientes son fotógrafos, músicos, gente corriente o personas que aún están estudiando y no han encontrado su carrera. Algunos piden las muñecas para regalar”, dice Anastasía.
Los muñecos están hechos casi todos con una estética oscura, a menudo los personajes de las películas y juegos de terror. Anastasía se inspira a menudo en las obras de Guillermo del Toro, Tim Burton y Stephen King.
“Prefiero una estética oscura, siempre me ha gustado. Casi toda mi ropa es negra. Y sí, los muñecos se parecen a mí hasta cierto punto. De la misma manera que las personas tienen mis rasgos en sus dibujos, también hay algo parecido en las muñecas. Realmente quiero hacer más personajes originales, pero es más fácil usar imágenes populares para ganar audiencia. Creo que en el futuro sólo haré obras originales”, explica la artista.
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