Para entrar a los bares de Moscú: código QR o una PCR negativa

Estilo de vida
VICTORIA RIÁBIKOVA
Debido a la propagación del coronavirus, a partir del 28 de junio, solo se puede acudir a los establecimientos de restauración pública con una prueba PCR negativa o un código QR que confirme que se han vacunado contra el Covid-19. Las nuevas normas se aplican tanto a los rusos como a los extranjeros que viven y trabajan en Rusia.

El 22 de junio, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, impuso nuevas restricciones para luchar contra el coronavirus que entraron en vigor el pasado 28 de junio. Solo se podrá entrar en los bares, clubes, cafés y restaurantes de Moscú las personas que se hayan vacunado, que hayan tenido Covid-19 durante los últimos seis meses o que tengan una prueba PCR negativa con una validez de tres días.

Antes de entrar se realiza un control especial mediante códigos QR, que los que han pasado la enfermedad o los vacunados con ambos componentes de la vacuna pueden obtener en la oficina de la página web de la ciudad de Moscú.

Las excepciones son los establecimientos que funcionan como comida para llevar y las cafeterías con terraza, donde se puede estar sin código QR hasta el 11 de julio de 2021.

Los extranjeros también pueden hacerse una prueba PCR en algún laboratorio conectado al sistema de salud EMIAS de Rusia para poder ir al restaurante, se explica en la oficina operativa para la lucha contra el coronavirus, la lista de los laboratorios en el mapa se puede ver aquí. Tras obtener un resultado negativo en la prueba, será necesario rellenar un formulario especial en el portal mos.ru para obtener un código QR, que el se podrá mostrar en la entrada del local. El código QR será válido durante 72 horas a partir del momento en que los resultados de la prueba se introduzcan en la base de datos del laboratorio. Los ciudadanos extranjeros vacunados en Rusia o con anticuerpos también podrán obtener un código QR, tras rellenar el mismo formulario.

En el primer día de puesta en marcha de este sistema los restaurantes y cafés estaban vacíos, lo que demuestran las fotos de los visitantes de los restaurantes con códigos QR.

“Entré en un Starbucks. El empleado escaneó mi código QR y comprobó los datos de mi pasaporte”, escribe @velvetisblack.

“Sentado solo en el Burger King de Kosino. <...> Los empleados se ríen y dicen que soy la décima persona en todo el día que entra por código QR”, se queja @martin_camera.

“Los restaurantes en Moscú no son un lujo, sino un privilegio”, escribe Alexánder Lukiánov, corresponsal del canal de televisión Russia 24.

A la entrada de algunos establecimientos, había colas de clientes esperando para pedir comida para llevar, en el mismo Starbucks uno de ellos.

Según las quejas de los usuarios, el 28 de junio los restaurantes de McDonalds no tuvieron tiempo de ajustar el sistema de comprobación de los códigos QR, por lo que ese día la cadena de comida rápida solo trabajó en la comida para llevar.

Los que no querían esperar en las colas descansaban en las verandas de verano.

Algunas cafeterías y cantinas de Moscú siguieron dejando entrar a los clientes en los establecimientos sin códigos QR, según informaron la BBC y los propios moscovitas.

“Entré en la cantina Rosinka cerca del trabajo en el centro de Moscú. Me dejaron entrar con una máscara, no me tomaron la temperatura, no me pidieron ningún código”, dijo el moscovita Alexánder Rubtsov a Russia Beyond.

Del 25 al 27 de junio, 2,5 millones de personas recibieron códigos QR.

En el primer día, los ingresos de los restaurantes moscovitas han descendido un 80% en comparación con los del lunes de la semana anterior, ha declarado Serguéi Mirónov, representante autorizado del sector de la restauración en la capital. En su opinión, si las restricciones se prolongan, podrían cerrar el 70% de los establecimientos no especializados en el reparto de comida.

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