Tatyana Rusakova nació en Moscú en 1982 y es doctora en Ciencias Políticas, en estudios latinoamericanos. Actualmente vive en la capital rusa y trabaja como investigadora en un think-tank independiente. En su tiempo libre se dedica a estudiar náhuatl y no solo eso, hace un podcast en el que explica las peculiaridades de esta lengua. Hemos hablado con ella y nos ha explicado cómo se enamoró del náuhatl.
¿Cómo se te ocurrió la idea de hacer el podcast? ¿Qué objetivo tienes con él? ¿Nos puedes explicar por qué escogiste el nombre, “Malinche Govorit” (Habla Malinche)?
El podcast pretende dar a conocer a la gente de habla rusa qué es el náhuatl, cómo son sus características y cómo está presente en nuestra vida. El objetivo global es mostrarle a la gente que aprender lenguas indígenas de América Latina es chido y que cuanto más se aprenden, más fácil será preservarlas.
Y sobre todo, el podcast cuenta cómo es el proceso de aprendizaje autónomo de una lengua muy rara. Cómo se puede aprender si no hay cursos de náhuatl en el lugar donde vives ni libros de texto en ruso, que es mi lengua materna. Cómo no rendirse en el camino y encontrar apoyo. El podcast me motiva a seguir adelante con el náhuatl.
Me costó mucho elegir el título del podcast, porque para este formato el título y la portada son el 50% del éxito. Al principio tenía unos 20 títulos, de los que finalmente elegí dos. “En el ombligo de la luna” (así es como se traduce la palabra “México” del náhuatl) y "Tomate y chocolate" (son unas de las pocas palabras de origen náhuatl que usamos en ruso).
Cuando empecé a probar los títulos del podcast en la comunidad de podcasters, resultó que el primer título, según la opinión de la comunidad, tenía connotaciones sexuales, mientras que el segundo se asociaba a un podcast gastronómico. Así que tuve que escoger otro nombre, y me decidí por “Malinche Habla”. Sé que para los hispanohablantes (por lo menos para los mexicanos) el nombre de Malinche es sinónimo de traición y admiración por todo lo que viene del extranjero. Incluso hay un término- malinchismo- para expresarlo.
Pero hago mi podcast para los rusohablantes, así que supuse que este nombre carecerá de connotaciones negativas.
Además, este personaje manifiesta la esencia del podcast: Malinche era una mujer indígena, fue intérprete de Hernán Cortés y hablaba tres idiomas: náhuatl, español y maya, es decir, era una intermediaria que ayudaba a comunicarse a dos civilizaciones y culturas completamente diferentes.
Tatyana Rusakova
Tatyana RusakovaEn el podcast hay una mezcla de contenidos: tus propias vivencias con cuestiones lingüísticas y de cultura, ¿te has inspirado en otros podcast o es una idea original tuya?
Originalmente quería hacer un podcast de 3-5 minutos con mini-lecciones sobre el náhuatl. Pero en la comunidad de podcasters me dijeron que no era una buena idea y que en ese formato no sería interesante por sí mismo. En cambio, me cometaron que la gente escucharía con gusto cuestiones sobre la cultura y algunos datos interesantes relacionados con el náhuatl. Por eso agregué una rúbrica sobre cuestiones culturales, históricas, etc.
Por otro lado, para mí el concepto de Malinche se formó cuando leí el libro de Chris Vogler The Writer´s Journey, donde se habla del viaje del héroe. Decidí que mi experiencia personal se correspondía con el esquema del “viaje del héroe”. Soy como un héroe que oye una llamada a la aventura, empieza su viaje, lucha contra los desafíos y tentaciones y finalmente tiene que ganar. Por el momento, no sé cómo terminará mi viaje ni si seré o no la ganadora.
Escucho muchos podcasts en español, por ejemplo Radio Ambulante, El Hilo (también es de Radio Ambulante), Anfibia podcast. Anfibia, que es un podcast argentino de debates culturales y problemas sociales que me inspiró para crear mi propio podcast e intentar desarrollarme en este formato. Me he dado cuenta de que me gusta mucho platicar pero que me da pereza escribir. Aunque tengo cosas que escribir como, por ejemplo, guiones para cada episodio, en general hay menos exigencias y más espacio para improvisar.
¿Cómo fue tu historia de amor con el náhuatl? ¿Qué es lo que más te gusta de esta lengua? ¿Aprendiste español para poder estudiar náhuatl?
He contado mi historia de amor con el náhuatl en el primer episodio del podcast. Mi futuro marido solo sabía unas palabras en náhuatl, y para impresionarme dijo alguna frase en este idioma. Creo que me convenció el sonido exótico y a mí me gustan las cosas raras. Pensé que aquel hombre con tantos conocimientos estaba bien padre y decidí que sería mi marido. Si quieres enamorar a una chica, háblale en náhuatl (broma).
A principios de la década 2000 no había ninguna información en ruso sobre el náhuatl, así que decidí aprender el español como lengua mediadora.
¿Cómo has conseguido aprenderlo? ¿Cuáles han sido tus principales dificultades para aprenderlo?
Empecé a aprender el náhuatl algunas veces, pero siembre lo acababa dejando. Cada vez he empezado desde cero. Así que el podcast es un desafío público para ver si puedo aprenderlo de nuevo y no dejarlo, como solía hacer antes. No es cierto que lo haya aprendido. Lo estoy aprendiendo ahora.
La principal dificultad es que hay numerosos dialectos del náhuatl donde el alfabeto, vocabulario e incluso la gramática varían bastante entre sí. Los que ya hablan náhuatl se entienden, pero para los extranjeros la cantidad de variantes de este idioma suponen una dificultad añadida. Estoy aprendiendo variante del náhuatl que se habla en Milpa Alta (está en el sur de la Ciudad de México).
Además, no es fácil aprender un idioma cuando no tienes a nadie con quien hablar. Pero ahora, gracias a las redes sociales y YouTube, hay muchas comunidades dedicadas al aprendizaje del náhuatl. Hay gente que lo enseña. Así que ahora yo sé que puedo tomar clases con un hablante nativo cuando esté preparada.
¿Cómo fue tu vivencia en México?
Hubo muchas cosas divertidas. Por ejemplo, insistía en que todos se quitaran los zapatos antes de entrar en casa (en Rusia nadie usa los zapatos de la calle en casa). Los hijos de mi marido ardían de vergüenza cuando venían sus amigos, y les explicaban: “ya lo saben... es una costumbre ruso muy extraña”.
Recuerdas la figura de Yuri Knórozov, ¿hay algo que te inspire de él? Es cierto que él estudio maya pero, ¿hay paralelismos entre él y tú, en la medida que es un ruso fascinado por una lengua indígena mesoamericana?
Knórozov es un genio, sin dudas. Es un investigador muy famoso. Pero en la época soviética tuvimos unos investigadores más que dominaban los idiomas indígenas. Transmitieron algunos programas en quechua en la radio. También tradujeron el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, del kiché al ruso. No tengo ni idea de cómo lo hicieron estando dentro del Telón de Acero y sin Internet. Esto es lo que me realmente inspira.
¿Qué lenguas indígenas hay en Rusia? ¿Qué trato se les da?
En Rusia hay un centenar de lenguas indígenas, como el yakut, el evenki, el jantý, el mansí. Muchas de las lenguas están en peligro de extinción. Así que, en este sentido, estamos en una tendencia global. Las lenguas desaparecen por varias razones. Por ejemplo, debido a un apoyo insuficiente por parte del estado, a la urbanización que se extiende o a la política lingüística en general que no promueve la importancia de preservar lenguas indígenas. No se está haciendo lo suficiente en este campo.
Aquí puedes escuchar el podcast Malinche Govorit.
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