El reloj de mi teléfono marca las doce y media de la noche. Sobre el escritorio que tengo delante, hay una vela con aroma a vainilla, una hoja de papel A4 con un texto en letra pequeña y una aguja de coser limpia. Respiro profundamente y me pincho el dedo con la aguja. Con unas cuantas gotas de sangre, intento escribir mi firma en la hoja de papel, pero acabo haciendo un borrón.
Estoy ensayando un ritual para vender mi alma al diablo. Para llevarlo a cabo de verdad, se supone que debo transferir 3.666 rublos (unos 50 dólares) a una bruja llamada Zlata Sidorova, que simultáneamente con mis actos sacrificará una cabra negra, para transmitir mi respeto a Satán. Sólo entonces, me explicó, el ritual funcionaría.
Zlata no es la única que ofrece el servicio de facilitar la transacción para vender el alma al diablo: hay varias webs y comunidades en la Internet de Rusia que ofrecen asistencia en la valoración y venta de almas.
Valoración de almas y cobro por la ‘apertura de puertas’ para Satanás
El mayor número de psíquicos que ofrecen diferentes servicios de “venta de almas” se encuentra en la red social rusa VKontakte. Zlata Sidorova es una de ellas. Su página está llena de fotos de esqueletos de juguete, copas, imágenes de Satanás talladas en madera. Ella misma publica que su ritual está destinado sólo a adultos y a personas serias, aquellas que saben lo que quieren de la vida.
Antes de comenzar el ritual, la bruja me pidió que le enviase mi foto y mi fecha de nacimiento, lo que le ayudaría a "determinar" cuánto cuesta mi alma. Según su teoría, todas las almas se dividen en tres categorías: bajas, medias y altas. La categoría baja incluye a los violadores y asesinos y sus almas no son de interés para Satanás, la categoría alta incluye a niños, vírgenes, sacerdotes y a los cristianos justos. Todas las demás almas están en la categoría media.
Al día siguiente de enviar mi foto, Zlata me dice que no soy ni virgen ni asesina, lo que significa que pertenezco a la categoría media y puedo pedir hasta tres deseos a cambio de mi alma, que es a lo que tienen derecho todas las personas con almas de esta categoría.
Al mismo tiempo, una persona con un alma de la categoría media puede pedir deseos poco ambiciosos: por ejemplo, puede pedir ser diputado o presidente de un país, pero nada más. En cambio, una persona cuya alma pertenezca a la categoría alta puede pedir cualquier cosa al diablo. Un niño o una virgen podrían pedir fácilmente a Satanás la dominación del mundo.
Para que se cumplan mis deseos, la bruja me dice que retire todos los crucifijos e iconos de mi habitación, que escriba un contrato en el que confirme que entrego mi alma al “Príncipe de las Tinieblas” a cambio de que se cumplan mis deseos y que lo firme con sangre en un momento determinado.
“Los demonios me han dado su consentimiento para hacer un trato contigo. Sólo tienes que pagar el sacrificio. Durante el ritual, sentirás la presencia de un demonio, pero no se presentará ante ti en persona. Después de realizar el ritual, pronto empezarás a sentir avances positivos en todas las áreas que indicaste en el contrato. No hay que pagar por el trabajo en sí, pero puedes agradecérmelo cuando estés completamente satisfecho con el resultado”, escribe Zlata.
En el portal Soulstradings.com se ofrecen condiciones similares para la venta de almas. Según la información de la web, el comercio de almas lo llevan a cabo los Illuminati, una “organización de élite de líderes mundiales”, a la que cualquiera puede unirse por una cuota. La organización tiene incluso su propio canal de YouTube, en el que los Illuminati sacan fotos de figuras de Satanás y muestran cómo invocan a un demonio utilizando velas, pentagramas y un cráneo humano.
“No necesitas pensar mucho. Sólo tienes que pedirle al DIABLO que haga un trato contigo y te dé TODO lo que quieres. Si has leído hasta aquí, ya te has asegurado un lugar en el infierno, así que es mejor vender tu alma que darla gratis. Date prisa con tu solicitud”, se lee en la web (las mayúsculas son las que aparecen en la publicación).
El de servicio venta de almas también es ofrecido por el vidente Boris Shabrin en una página web, en la que muestra su “diploma de mago”. En un intercambio en WhatsApp, dice que el ritual cuesta 7.500 rublos (unos 100 dólares), pero se niega a revelar más detalles antes de haber realizado el pago completo por la gestión.
Vladímir Volleor, de la región de Moscú, otro vidente que ayuda a vender almas, cobra 15.000 rublos (unos 205 dólares) por la ceremonia. Según su página web, aprendió el ritual de una bruja, que había vendido su alma al diablo a los 15 años a cambio de ser atractiva. Su deseo se cumplió tres meses después.
“Tras el pago, le enviaré las instrucciones completas, mientras que usted me dirá cuándo y dónde llevará a cabo la ceremonia. A la hora fijada y simultáneamente con usted, llevaré a cabo el ritual de ‘Apertura de las Puertas’ e invocaré a un demonio, que deberá acudir a usted para concluir el contrato. Cada uno de ellos está vinculado a un lugar determinado, según las estrellas que se encuentren sobre tu ciudad”, escribe Vladímir.
Luego añade que podría hacer una rebaja dada la crisis del coronavirus.
“Ahora hay muchos solicitantes, de los que todos pagan, por lo que hay suficiente dinero para la Iglesia de Lucifer. Usted puede pagar lo que pueda pagar”, dijo el psíquico.
Deseos terrenales y un trato 'por si acaso'
Muchos de los usuarios que visitan webs como éstas quieren vender su alma cuanto antes, por lo que dejan comentarios que se dirigen directamente a Satanás. He aquí algunos de ellos:
- “Quiero vender mi alma al diablo y obtener a cambio lo siguiente: piel clara, pestañas y pelo gruesos y hermosos, una sonrisa de Hollywood, pechos grandes, un culo de 90 cm, labios un poco más carnosos, ojos azul cielo, una nariz limpia y hermosa. Quiero hacerme famosa, ganar lo necesario hasta convertirme en multimillonaria y aprender a maquillarme de forma impresionante”.
- “Quiero vender mi alma por 100 millones de dólares y por el visto bueno de mis padres a todos mis caprichos (es decir, tatuajes, vapeo, corte de pelo). Si no ocurre dentro de tres días, ¡el contrato será rescindido!”
- “Estoy dispuesta a vender mi alma para que vuelva mi ex. ¡Quiero que vuelva conmigo, que me quiera y me aprecie, que no me engañe y que me convierta en su prioridad en la vida!”
- “¡Quiero que el Servicio de Migración sueco me dé un permiso de residencia para vivir en Suecia y recibir 500.000 euros allí!”
Uno de los autores de estos anuncios, Damin, no cree en la venta de su alma, pero decidió pedir al diablo 40.000 dólares “por si acaso”.
“Fui engañado por unos estafadores y luego mi madre enfermó. Tuve que pedir dinero prestado y, para devolverlo, empecé a hacer apuestas deportivas. Me quedé sin dinero. Hasta ahora, nadie me ha ayudado, quizá esto sirva”, dice Damin.
Iván Orlov, un albañil de 26 años de Maikop, dice que no le importaría pagar a un vidente como intermediario, pero, añade que su sueldo no le alcanza ni para la ceremonia.
“La gente solía ser incrédula con los dinosaurios, pero los dinosaurios existieron. Aunque puede que me equivoque, pero estoy desesperado y dispuesto a creer en muchas cosas”, dice Iván, tratando de explicar por qué cree en el trato.
Verónica Vasíchkina, una desempleada de 28 años de Moscú, pidió al diablo dinero para su alma “por pura desesperación”.
“A veces me escriben todo tipo de estafadores y ya está. Pero no me importa, ya he hecho un trato conmigo misma al dejar ese anuncio pidiendo dinero al diablo. El diablo se llevará mi alma sólo después de la muerte, mientras que las consecuencias de una existencia en la pobreza afectan a toda mi familia y afectarán al futuro de mis hijos. Muchos rusos viven así, la gente se vuelve loca por la pobreza. Si funcionara, todo nuestro país vendería su alma”, dice Vasíchkina.
Hay comunidades y debates en las redes sociales que denuncian a los psíquicos que ofrecen ayuda para vender almas, pero algunas personas siguen enviando dinero a los estafadores. Por ejemplo, en agosto de 2020, un joven de 18 años residente en Vladivostok se hizo pasar por mago y convenció a una colegiala de 16 años para que le transfiriera 93.000 rublos (unos 1.200 dólares) por un trato con el diablo. La policía ha detenido al estafador y lo está investigando por su posible implicación en otros delitos, según un informe publicado en la web del Ministerio del Interior.
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Al final, la bruja Zlata Sidorova nunca recibió dinero de mí: me negué a pagar, diciendo que no quería que muriese una cabra negra inocente que, seguramente, no había cometido ningún pecado en esta vida. Aunque, en realidad, nunca se comprometió a proporcionar ninguna prueba de la muerte de la pobre cabra.
“Deberías darte prisa, al diablo no le gusta esperar. Podríamos llevar a cabo el ritual esta noche o mañana por la noche, pero no más tarde, porque ya tenemos muchos pedidos y clientes. No te preocupes, el trato lo llevan a cabo los mejores especialistas”, intentó persuadirme Zlata.
Al recibir un segundo “no”, la sierva del diablo se enfadó mucho.
“¡Así que ibas en serio! Te convertirás en forraje”, escribió, y un minuto después borró todos sus mensajes anteriores.
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