Así era la popular joyería creada en la URSS (Fotos)

Estilo de vida
ANNA SORÓKINA
Anillos enormes con grandes gemas, collares dorados y pendientes con diamantes de imitación: difícilmente se podría decir que la época soviética era exquisita, pero tenía su propio encanto.

La producción masiva de joyas por parte del estado comenzó en la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial. Antes estos artículos eran elaborados por fabricantes independientes. Cada fábrica tenía su propio catálogo, pero en general, todas las joyas eran más o menos iguales: anillos pesados con grandes piedras, collares de gemas y pulseras estampadas. Hoy en día se pueden encontrar fácilmente no sólo en las tiendas vintage, sino que también las llevan las mujeres, que las recibieron de sus madres y abuelas.

En busca del oro

Tener un par de pendientes de oro era una cuestión importante para cualquier mujer soviética. Era el metal más valorado, a diferencia de la plata. El oro no era sólo un embellecimiento, sino también una inversión y una reserva en caso de vacas flacas. Las joyas sencillas y lisas eran las más asequibles, incluso para los estudiantes: los pendientes en forma de semicírculos, gotas u hojas costaban menos de 30 rublos en la década de 1970-1980 (con un salario medio de 120-140 rublos), los collares finos costaban menos de 40 rublos y los colgantes, 25 rublos.

Si querías comprar oro con gemas, tenías que ser inteligente: los anillos de rubíes costaban más de 100 rublos, con diamantes más de 500, y algunas cosas las podías conseguir solo con cupones especiales del trabajo.

Patrones populares

A menudo los joyeros utilizaban la técnica de la filigrana, imitando un patrón de encaje sobre metal al estilo folclórico ruso. El pueblo de Kazakovo, en la región de Nizhni Nóvgorod, era el lugar habitual de este tipo de joyería. Estos brazaletes y anillos estaban muy extendidos por toda la Unión Soviética.

Los motivos folclóricos tradicionales en joyería se producían también en Daguestán, Veliki Ustyug (región de Vologda), Yakutia, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán y Turkmenistán. 

Cuanto más, mejor

La joyería soviética utilizaba ampliamente gemas naturales, como el jaspe, el ágata y la malaquita. Algunas piedras alcanzaban tamaños enormes y, al mismo tiempo, eran muy asequibles; por ejemplo, los conjuntos de ámbar, que se producían en Kaliningrado y las repúblicas bálticas (se podía comprar un collar por menos de 40 rublos). Por regla general, eran de plata.

Sin embargo, el orgullo de las mujeres soviéticas eran las joyas de oro con grandes piedras rojas: rubíes, amatistas y alejandritas. En la URSS no se extraían, por lo que todas las piedras “rojas” se creaban artificialmente. Al mismo tiempo, la calidad de los productos era de muy alto nivel.

Aunque la tecnología de cultivo de gemas artificiales ya se conocía en el siglo XIX, la producción en masa no comenzó hasta los años soviéticos.

Una de las gemas más populares fue el Fianit (también llamado circonio cúbico), una piedra que imita al diamante. Se sintetizó en 1970 en el Instituto de Física de la Academia de Ciencias de la URSS (FIAN) y recibió su nombre en su honor. Hoy en día, esta piedra se utiliza en joyería en todo el mundo.

Sin embargo, el topacio, las esmeraldas y los diamantes en joyería eran naturales. Se extraían en los Urales y en Siberia, y eran muy valorados por los joyeros y eran varias veces más caros que las piedras cultivadas artificialmente. Las gemas más valiosas se utilizaban en obras de joyería destinadas únicamente a exposiciones, como el Fondo del Diamante.

¿Y la bisutería?

En las joyerías había, por supuesto, departamentos de bisutería, pero era popular splo entre las chicas jóvenes. En los años 80, las fashionistas se adornaban con enormes pinzas de plástico y collares de cadena que podían combinar con plata y oro.

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