Desastre ecológico en Kamchatka, ¿qué ha pasado en este remoto lugar?

Estilo de vida
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
Científicos y expertos han encontrado una explicación para la destrucción masiva de un microecosistema en esta alejada zona del océano Pacífico. Aunque hay muchos que cuestionan la versión oficial.

A mediados de septiembre la contaminación en el océano Pacífico provocó las quejas de los surfistas, que se quejaban de picor en los ojos, náuseas y envenenamiento. Al mismo tiempo, en la “joya” de Kamchatka, la playa de Jalaktirski, los lugareños encontraron los restos de cientos de animales marinos y moluscos muertos. Greenpeace registró manchas de origen desconocido flotando en el agua frente a la costa y una espuma amarilla, no solo en la superficie sino también bajo el agua.

Surgieron varias teorías para explicar lo que había ocurrido. En las imágenes de satélite se podían observar signos de contaminación desde el 9 de septiembre, que se originó cerca de una instalación de residuos químicos.

Después de que se han tomado muestras y se han llevado a cabo numerosas inspecciones, oficialmente se cree que la causa de lo ocurrido está clara. Sin embargo, para los no especialistas, la explicación no ha resultado ser la más obvia.

Ni productos químicos, ni combustible para cohetes, ni productos petroquímicos

Los científicos de la Academia Rusa de Ciencias han descartado la contaminación química. “Poco a poco, como resultado de las pruebas que se han realizado, la teoría de una causa antropogénica del desastre ha quedado en el olvido porque los estudios realizados tanto por nuestras unidades de investigación como en los laboratorios de Rosprirodnadzor [Servicio Federal de Supervisión de los Recursos Naturales] y Rospotrebnadzor [Servicio Federal de Vigilancia de la Protección de los Derechos del Consumidor y el Bienestar Humano], muestran resultados bastante similares. Hay una ausencia de niveles significativamente elevados de cualquier sustancia química que pudiera haber supuesto un peligro”, declaró el vicepresidente de la Academia, Andréi Adriánov.

Al mismo tiempo, las muestras revelaron que había indicadores muy por encima de los límites normales de elementos como petrohidrocarburos, fenoles, hierro y otras sustancias asociadas con el procesamiento del petróleo. Pero, según Adrianov, el aumento de la presencia de estas sustancias “no podría haber provocado las muertes masivas de organismos acuáticos observadas en Kamchatka”.

No se ha confirmado ni que la contaminación fuera causada por una descarga del combustible para cohetes altamente tóxico, heptyl, del polígono de pruebas de Radygino (como corroboró a principios de octubre Greenpeace, entre otros, sobre la base una serie de muestras), ni la teoría de la contaminación radiactiva como resultado de una fuga de la instalación de desechos de Kozelsk, ni las sospechas de que la actividad sísmica o la descarga de desechos de un buque que pasaba por la zona. La Universidad Federal del Lejano Oriente, que envió su propia expedición al lugar del incidente, llegó a las mismas conclusiones. Su vicepresidente, Dmitri Zemtsov, publicó un breve informe sobre los resultados de la expedición en Facebook - como otros académicos y agencias reguladoras, la expedición llegó a la conclusión más plausible.

Toxinas… pero de algas

La explicación oficial afirma que la causa es el fenómeno natural de las “mareas rojas”. Este el el nombre que en los círculos científicos se le da a la proliferación excepcionalmente rápida de microalgas que producen toxinas venenosas. En el incidente de Kamchatka, las toxinas fueron liberadas por algas del género Gymnodinium. “Son responsables de la producción de un número bastante grande de diversas toxinas. Curiosamente, son toxinas que afectan a los invertebrados”, señaló el vicepresidente de la Academia Rusa de Ciencias.

Se detectaron altas concentraciones de estas toxinas en las muestras, y eso es en lo que se apoya esta hipótesis. Además, la espuma amarilla es también característica de la floración microalgalina.

Esta conclusión provoca mucho escepticismo entre la gente que nunca había oído hablar de “mareas rojas” hasta ahora. “Soy consciente de que una explicación como esta suena cómica y parece más bien una noticia falsa, pero cuanto más se aprende y se escucha lo que dicen los científicos, más se comprende que realmente sabemos muy poco sobre los océanos”, declaró el gobernador de Kamchatka, Vladímir Solodov.

¿Por qué nadie emitió una advertencia?

A pesar de la virulencia del fenómeno, las “mareas rojas” no siempre se notan, dijo la bióloga Tatiana Orlova en una entrevista en la web de noticias de Meduza. Ella ha estado estudiando las “mareas rojas” toda su vida.

“Observamos ‘mareas rojas’ en Kamchatka cada año. No hay nada fuera de lo común en lo que pasó en Kamchatka. Es un problema global. Este fenómeno se encuentra regularmente en todo el mundo”, dice. "Pero es importante darse cuenta de que no siempre es posible verlas, y mucho menos registrarlas, porque la posibilidad de que la corriente deposite criaturas muertas en una orilla poblada es muy pequeña”.

Hay mucha costa desierta en Kamchatka y, si no fuera por la coincidencia de la presencia de surfistas y una dirección del viento de tierra, la floración de algas apenas habría sido notada por nadie, y mucho menos se habría emitido una advertencia al público. El agua no siempre se pone roja, ni mucho menos. Según Orlova, esta vez la floración en Kamchatka no fue tan rampante como para ser detectada inequívocamente a partir de imágenes de satélite. Hubo que tomar muestras de agua para identificarla, y esto es lo que ocurrió después de que el microbioma fuera arrastrado a la orilla.

Al mismo tiempo, estas microalgas no son peligrosas en sí mismas y proporcionan alimento a todos los seres vivos del océano, donde pueden compararse con la hierba de la tierra. Pero en un momento dado pueden producir “todo un espectro de venenos desagradables y todas las toxinas posibles”. También pueden ser fatales para los humanos, directa o indirectamente.

“Eso es lo que ocurrió en septiembre de 1945 cuando una tripulación llegó a la orilla del mar de Bering y comieron mejillones. Murieron seis personas”, dice Orlova. Hubo un florecimiento de algas en el agua, y los moluscos habían absorbido las toxinas. Es en parte por esta razón por la que los mariscos para el consumo humano tienen que pasar una certificación obligatoria.

Escepticismo

Sin embargo, no todos, ni siquiera entre los expertos, creen en la teoría de la “marea roja” como causa principal del desastre. No se descubrieron toxinas características de las “mareas rojas” a 10 km al norte de la playa de Jalaktirski. “La contaminación estaba localizada y, aunque las algas fueron las culpables, lo más probable es que algo les ayudó a proliferar, por ejemplo, una fuga de pesticidas de la instalación de residuos de Kozelsk·, según el hidrogeólogo y científico Gueorgui Kavanosián. 

“La contaminación que todo el mundo notó podría haber sido secundaria, pero ¿qué fue lo que sirvió como contaminante primario y lo que desencadenó los procesos posteriores?”, coincide el jefe del proyecto climático de Greenpeace Rusia, Vasili Yablokov. Al mismo tiempo, Greenpeace no ha detectado hasta ahora ninguna evidencia de fugas en las instalaciones terrestres.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) también dice que con la información actual es imposible llegar a una conclusión inequívoca: “Hasta la fecha no ha aparecido ninguna información que señale un contaminante artificial específico o una toxina natural en particular”.

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