Consejos de los rusos para sobrevivir a una crisis

Agencia Moskvá; Vladímir Maniujin/artstation.com
El país ha tenido que hacer frente a grandes crisis en muchos momentos de su historia. Veamos cómo lo hacían y se mantenían unidos cuando todo se derrumbaba.

Hoy en día, en tiempos de crisis global e incertidumbre, Internet está desbordado de mensajes de motivación y tutoriales psicológicos sobre cómo mantenernos a flote en estos tiempos difíciles. Los rusos pueden aportar su granito de arena.

¿Qué derecho tenemos a hablar del “antiguo arte ruso de hacer frente a las crisis”? Tómate un tiempo para pensarlo bien: no ha habido una sola generación de rusos que no viviera algún tipo de crisis nacional o global. Echemos un vistazo atrás: antes de lo de ahora, estuvieron las crisis financieras de 2012-2013, y antes - la de 2008, antes - la crisis de 1998, antes, la URSS se derrumbó, precedida por la catástrofe de Chernóbil, que ocurrió en pleno colapso económico y periodo de escasez... Se podría decir que en la Unión Soviética el pueblo vivió relativamente bien entre la Segunda Guerra Mundial y la década de 1980... Bueno, si esto se puede llamar “vivir” tratándose de una vida bajo un régimen totalitario, después de un devastador conflicto militar, con la amenaza constante de la Guerra Fría. Pero sí, se vivía “relativamente bien”, dejémoslo así.

¿Y antes? Las revoluciones de 1917 y 1905, y antes, la caída económica que se produjo tras la abolición de la servidumbre... Pregunta a cualquier bábushka rusa y te dará unos consejos útiles para superar la crisis: simplemente su experiencia de vida es así. Y puede que incluso lo que te recomienda sea mucho mejor que lo que dicen los entrenadores personales.

1. No ahorres demasiado

Debido a los eventos mencionados, la mayoría de los rusos nunca tuvieron mucho dinero ni tampoco ahorraron. Aprendieron la prudencia, a fuerza de la necesidad. Puede que no lo parezca a primera vista, después de ver a algunos de nuestros compatriotas derrochando sus millones en fiestas y jets privados. Pero ¿sabes quiénes son los más despilfarradores? Los que han pasado penurias. Te sorprendería mucho ver cuántos rusos saben cómo pelar patatas sin llevarse ni una parte de más, o cómo sobreviven con 10 dólares por semana. No, no es que tengamos que usar estas “habilidades”. Pero conocerlas ayuda.

Y si no tienes nada, no tienes nada que perder. En los siglos anteriores, a los notorios criminales rusos y soviéticos no les gustaba presumir de sus tesoros y riquezas, al contrario, su código penal les exigía no tener ninguna propiedad o posesión.

2. Refúgiate en casa y con tus amigos

Comiendo 'pelmeni' en casa de los familiares

En la lista de países por densidad de población, Rusia ocupa el lugar 181. Casi dos tercios del territorio del país son zonas de difícil acceso. Es una habilidad natural de los rusos vivir en lugares poco poblados. Y aprender a sobrevivir no completamente solo, sino con muy poca gente alrededor. Es entonces cuando tu casa se convierte en tu fortaleza, y tus vecinos y tu familia son tu equipo. En la Rusia zarista, los campesinos no vivían solos, siempre formaban parte de una comunidad, llamada obshchina (literalmente “comunidad”). Cuando a veces hay cientos de kilómetros desde tu aldea al pueblo más cercano, la vida comunitaria se convierte en una necesidad.

Además, la política del gobierno soviético de proporcionar a sus ciudadanos viviendas se asemejaba extrañamente al sistema de servidumbre: las personas recibían un apartamento, y aunque no les pertenecía, tenía que estar registrado a su nombre (eso se llamaba propiska). Y no había mercado inmobiliario en la época soviética: básicamente, una propiska significaba que no podías moverte durante tu vida. El único que podía obligarte a hacerlo era el Estado, si decidía reubicarte en otro trabajo.

3. Invierte tu riqueza en activos estables

Como probablemente ya se puede entender, nunca hubo un mercado financiero estable en Rusia. Básicamente, la mayoría de los rusos siempre estaban endeudados de alguna manera. Así que aunque tuvieras poco, tenías que encontrar un activo realmente estable que nadie pudiera quitarte. Durante siglos, ese activo fue una pequeña parcela de tierra.

Los campesinos rusos trabajaban en las tierras que pertenecían a sus terratenientes, pero también tenían sus pequeñas parcelas en las que vivían, en las que construían sus casas y en las que plantaban algunas verduras. Estas parcelas, las casas y las pertenencias personales, eran todo lo que la mayoría de los rusos realmente poseía. Y en la Rusia postsoviética, después de la privatización masiva de casas y apartamentos, las viviendas personales siguen siendo el activo más estable. Más de la mitad de la población, o aproximadamente 78,8 millones de personas son actualmente propietarios directos de apartamentos o casas.

Pero recuerda también que el 46% de los rusos son dueños de una dacha, una casa de campo, lo que nos lleva al siguiente consejo ruso.

4. Ten un refugio preparado

Retirarse hacia el interior del país fue durante mucho tiempo la técnica militar favorita de los comandantes rusos. Naturalmente, lo hacían porque podían. Cuando uno se encuentra en el país más grande del mundo, siempre hay algo de espacio. Y así es como los rusos derrotaron a dos de los ejércitos más grandes del mundo, el de Napoleón y el de Hitler, retirándose hacia dentro de su país y desgastando al enemigo para devolverle el golpe cuando estaba demacrado.

Así que, cuando ya has tenido suficiente, retírate a la dacha. Cuando sea demasiado caro vivir y alimentarse en la ciudad, siempre podrás ir al campo.

5. Ocúpate de lo tuyo

¿Cómo podrían las vastas tierras de Rusia haber sido exploradas, pobladas y civilizadas, si cada paso tenía que ser aprobado por las autoridades? En el pasado, cuando la correspondencia tardaba meses en llegar a zonas remotas, muchos rusos tenían que actuar por su cuenta, bajo su propio riesgo, tomar sus propias decisiones y jugársela. Y no se trataba solo de “encontrar algo que hacer para pasar el tiempo”.

Ekaterina Dzaléieva, de 83 años de edad, una mujer de Osetia que pasó medio siglo recorriendo una ruta de 40 km para entregar el correo en los pueblos de montaña, dice que le resulta fácil “estar fuera de casa, hablando con la gente” y haciendo su trabajo.

Una investigación sociológica realizada en 2016 sobre la llamada “economía de garaje” en las regiones rusas mostró que, por ejemplo, en la región de Samara el 40% de las piezas de automóviles se producían en talleres privados, y en la región de Uliánovsk, la producción privada constituía el 80% de toda la producción de muebles de la región. Según otras investigaciones, alrededor del 25% de la población activa de Rusia (unos 15-17 millones de personas) trabaja actualmente por cuenta propia.

Pero ser un autónomo significa que es vital tener habilidades de comunicación.

6. ¡Sé sociable!

Hace poco un fontanero vino a casa a arreglarme la bañera. Fui testigo de su trabajo, que es difícil y complicado. La próxima vez que necesite ayuda con la fontanería, prefiero llamarlo personalmente, en lugar de hacerlo a través de su compañía. Además, también puede darme números de sus amigos que pueden ayudarme a cambiar los marcos de las ventanas o algo así, y esta lista de relaciones sociales (“conozco a un tipo que conoce a un tipo”) puede continuar infinitamente. En tiempos de crisis, esta red funcionaría incluso sin dinero; pero la ayuda mutua rusa no es para solitarios: tienes que mezclarte con la gente para entrar en su vínculo de contactos. De todas formas, probablemente esta costumbre sea heredada de los tiempos de la obshchina.

Pero, ¿y ahora, en 2020, durante la epidemia del coronavirus? Bueno, según los análisis, más del 80% de los rusos usa Internet y el 65% lo hace diariamente. Del 23 de marzo al 12 de abril, las escuelas rusas están sin clase debido al coronavirus, y millones de escolares se están preparando para estudiar en casa, usando múltiples plataformas de estudio en grupo, vídeo streaming, servicios de mensajería, etc., todos ellos ya han sido integrados en el proceso de estudio. Muchos estudiantes de secundaria también se están pasando a la educación a distancia. Por lo tanto, no siempre se trata de la interacción física.

7. Ríete, pero no tienes que sonreír

“Nunca hemos vivido bien y no sirve de nada empezar ahora”, es un sombrío proverbio ruso, pero cuando las cosas están realmente mal, puede ayudar a hacer frente a la situación. Cada época de la historia rusa tiene sus chistes y la situación actual con el coronavirus no es una excepción. Así que, abordar la situación con humor es siempre una buena idea. 

Pero en tiempos como estos, también puedes permitirte poner una “cara rusa” y no sonreír. Realmente, no fingir que estás de buen humor ayuda en los momentos difíciles cuando estás luchando. Y ser bondadoso y comprensivo no implica sonreír como un loco todo el tiempo. Mantén la calma.

20 características del carácter de los rusos.

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