Al igual que muchos otros países, Rusia está aislándose. Desde el 17 de marzo, todas las escuelas y universidades están cerradas. Todos los eventos públicos han sido cancelados y se ha aconsejado a muchos empleados que trabajen desde casa.
La seguridad comprueba la temperatura de los estudiantes en una de las universidades de Moscú
Sergei Vediashkin/ Agencia MoskvaCuando echo un vistazo desde la oficina de mi casa en Moscú, veo la primavera. Multitudes de personas están dando un paseo, los niños en los parques, la gente va con bolsas enormes de las tiendas de comestibles. Y me pregunto: ¿Es esto el autoaislamiento?
Nada que ver con el apocalipsis
Después del primer día de trabajo en casa, salgo del edificio con mucho cuidado, como si estuviera en una película de espías. Trato de no encontrarme con ningún vecino, de no tocar nada, compruebo si el ascensor está vacío antes de entrar.
Espero encontrarme con un paisaje postapocalíptico, pocas personas con máscaras de gas y - no sé - tal vez alguien corriendo y gritando. Sin embargo, no hay nada de eso. Es como una noche normal.
Superando mi propio miedo, entro en la tienda de comestibles. Hay mucha gente y nadie lleva máscara. Compro lo único que he olvidado para prepararme para el autoaislamiento (algunas latas de frijoles y pescado).
“Eso es solo una gripe ordinaria”
Entonces creo que debo ir a hacerme la manicura. Tengo una cita de la semana pasada y necesito quitarme mis uñas largas con gel (me parece que no me permiten lavarme bien las manos, como se explica en esta foto). Superando de nuevo mi propio miedo, entro en el salón de belleza del barrio. Veo a varias chicas sentadas a una distancia apropiada y todo el personal lleva mascarillas. Me invitan a tomar el lugar más alejado, así que me siento un poco relajada.
“Quítelas, por favor”, le digo.
“Oh pero, ¿por qué?”, exclama una joven como decepcionada.
“Debido al coronavirus”, trato de bromear.
“Ah, eso es ridículo. Parece que la gente no ha estudiado en la escuela. No hay coronavirus. Nos fuerzan a este estúpido pánico”, dice.
Las mujeres que se hacen la manicura siempre llevan máscaras
Vladímir Gerdo/TASS“Bueno, hay máquinas especiales para la ventilación de los pulmones y solo hay unas pocas…”, comienzo una pequeña discusión, porque durante las últimas semanas, mientras cubría el tema del Covid-19 en Rusia, he leído mucho sobre el virus y he hablado largo y tendido con periodistas de todo el mundo.
“¡Ah, eso es mentira, el virus es como la gripe común!”, la mujer de la manicura parece estar convencida, así que cierro la boca y no trato de volver a convencerla.
“Seguro que es solo es como el SARS”
Con una mezcla de diversión y temor le cuento a una amiga la conversación que he tenido con la chica de la manicura y le pregunto si está trabajando desde casa. “Estoy en casa, pero porque estoy muy enferma”, responde.
Me dice que se ha resfriado pero no ha ido al médico. “La nariz me gotea y no tengo fiebre. He leído que esos no son los signos del coronavirus. ¡Seguro que es solamente es el SARS!”, y me dice que irá mañana a trabajar.
Muchos rusos solían curarse a sí mismos sin la ayuda de los médicos
Antón Vergun/TASSTrato de convencerla sobre la importancia del autoaislamiento y de que podría tener una forma leve de coronavirus, pero que existe el riesgo de que contagie a los demás, incluyendo a sus abuelos y a los abuelos de sus colegas.
Ella dice que está bien, ya que no verá a sus abuelos por algún tiempo... Explica que irá a trabajar porque su jefe considera idiotas a todos los que toman precauciones contra el coronavirus.
“No quiero unirme al pánico de todos”
“Solo hay 114 infectados [hasta el 17 de marzo] en Rusia. Muy lejos de lo que está sucediendo en Italia, y ¿recuerdas lo grande que es nuestra población?”, me dice otra cuando intento quejarme de lo que me acaba de pasar.
“Sí, pero estoy segura de que hay muchos como ella y no se hacen la prueba”. No me voy a rendir.
Pero esta amiga tampoco escucha mis argumentos y se limita a mandarme mensajes y memes graciosos sobre gente idiota que compra cientos de rollos de papel higiénico. “¿Por qué lo compran? ¡Siempre pueden hacer un pedido online o lavarse!”
Los cafés, restaurantes y centros comerciales todavía están abiertos en Rusia
Pavel Palamarchuk/SputnikLe pregunto si está trabajando desde casa. Me dice que no. Podría haberse quedado fácilmente, pero aún así va a trabajar, porque allí hay calma y tranquilidad, un buen ambiente. “Bueno, les dije a mis padres que no salieran, pero aún así lo hacen, y parece que por ahora están bien. No, de verdad, no quiero sumarme al pánico. ¡Parece que el mundo entero se ha vuelto loco!”. Se lamenta.
Me quedo sin palabras.
“Parece una paranoia”
Llamo a mis parientes para comprobar si ya se han encerrado o al menos han dejado de visitar los espacios públicos. Mi tía se sorprende al saber que estoy trabajando desde casa. “¿Te han puesto un microchip bajo la piel y te están vigilando?”. “¡No, tía! ¡Es mi responsabilidad no dejar que el virus se extienda!”, le grito. “Vale, vale. Pero en realidad, parece un poco paranoico. ¿Realmente crees que esto es tan serio?”
Todos mis amigos que querían irse de vacaciones de primavera a Europa han tenido que cancelar sus vuelos. Rusia también está cerrando las fronteras para los extranjeros que llegan. Pero luego oí que los familiares de un colega de trabajo acaban de volver de España y no querían quedarse en casa, porque... ¡ella tiene mucho trabajo que hacer! Sin embargo, se vio forzada a estar aislada. Luego me llega que otro conocido se fue de viaje a Portugal, a pesar de todas las advertencias, porque Portugal no está cerrado y, claro, “me merezco unas vacaciones”.
En Facebook me encuentro con sabelotodos, así es como los llamo ahora. Escriben posts diciendo que mientras todos están estúpidamente en un estado de pánico, ellos están tranquilos y no les va a pasar nada. Pero, para mi alegría, también leo posts llamando a lavarse las manos, a usar desinfectante y a cuidar a los abuelos, pero son muy pocos.
Bueno, la gente puede no creer en el coronavirus, pero sí que se hay muchos en estado de cuarentena y por eso que están comprando papel higiénico y otros suministros. Como en todas partes en estos días.
¿Cómo ha cambiado el coronavirus la vida cotidiana en Moscú?
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