Campeón invicto de la UFC en la categoría de peso ligero, con 28 victorias en 28 combates, Jabib Nurmagomédov parece estar en su mejor momento de forma. Sin embargo, según él, esto no puede durar para siempre y, para evitar la derrota, la retirada del ring es inevitable, declaró al diario saudí Arab News.
“Todavía me quedan unos cuantos años más para luchar, máximo dos o tres años. Luchar toda mi vida, no lo veo, es muy difícil. Sobre todo porque hay que tener en cuenta que en el deporte aparecen de manera regular nuevos, jóvenes y talentosos luchadores. Están sobremotivados y sedientos de victorias, por lo que permanecer invicto es simplemente imposible”, dijo en la citada entrevista, justificando su deseo de irse antes de ser destronado. “Así es como funciona en todos los deportes. Llega un momento en que pierdes. Así que tienes que entender cuándo parar. Actualmente tengo 31 años. Para el deporte todavía no es demasiado, pero a los 33 o 34 años, pienso ponerle fin”.
El pasado mes de junio, el Águila de Daguestán renovó su contrato con la UFC. Entre las cláusulas del acuerdo había dos peleas. Una de ellas ya ha tenido lugar, cuando Jabib derrotó al estadounidense Dustin Poirier en Abu Dhabi a principios de septiembre. Al menos queda todavía un combate, lo que sin duda deleitará a sus seguidores. En este sentido, con la popularidad del ruso en su apogeo, crecen los rumores sobre la identidad de su próximo oponente, la fecha y el lugar de la lucha. El propio Jabib mantiene el misterio.