¿Por qué a los rusos no les gusta la ropa de segunda mano?

Eskimo-fest
Es posible encontrar muchas cosas en este tipo de tiendas en Rusia. Sin embargo, todavía no son tan populares como en otros lugares de Europa.

“Mira, este suéter es de Uniqlo y solo cuesta 500 rublos (unos 7 dólares)”, dice un amigo mío mientras miramos ropa en una tienda de segunda mano en el centro de Moscú. COS, Max Mara, Miu Miu y Levi's son sólo algunas de las otras marcas que hemos visto. Además de ropa y accesorios, aquí también puedes encontrar libros y muebles, en definitiva, prácticamente cualquier cosa. Lo que necesitas es una buena disposición para ponerte a la “búsqueda del tesoro”.

Sin embargo, a pesar de la cantidad de tiendas de este tipo que hay en Moscú y en el resto del país, Rusia sigue a la zaga de Europa en lo que se refiere a la demanda de ropa de segunda mano. Muchos admiten que prefieren comprar ropa en tiendas de descuento que usar la de segunda mano. ¿Por qué? ¿Puede cambiar esta situación?

¿Quién compra?

Si bien las tiendas de segunda mano en Rusia suelen diferir entre sí (gama de precios y selección de la ropa), en general atienden a cuatro categorías de clientes.

En primer lugar, las tiendas de segunda mano son populares entre los profesionales de la moda y las personas de profesiones creativas (estilistas, actores, músicos, artistas), que buscan algo único para alegrar sus trajes, generalmente marcas famosas o de época. A menudo este tipo de ropa de segunda mano es cara, pero estos clientes están dispuestos a pagar si vale la pena.

“Aunque suelo visitar estos lugares como una vez al año, me gustan las tiendas de segunda mano porque se pueden encontrar cosas poco habituales y auténticas, que ayudan a crear trajes originales, mezclando lo viejo con lo nuevo”, dice Nadia, periodista moscovita.

En segundo lugar, hay jóvenes, entre 16 y 35 años, que quieren llevar ropa de buena calidad sin gastar una fortuna. “Es una especie de apuesta”, dice Yulia Demenkova, de 24 años, originaria de Cheliábinsk. “No puedes predecir lo que encontrarás. Uno de mis artículos favoritos es una chaqueta GF Ferre que conseguí por 300 rublos (4 dólares) y otra ganga que conseguí recientemente, pantalones closed por solo 70 rublos (1 dólar)”.

En tercer lugar, hay quienes quieren llevar una vida sostenible y pretenden consumir de manera responsable, por lo que reutilizan ropa vieja, en lugar de comprar nueva. Esta gente suele ser joven y forma parte de las profesiones creativas que comentábamos antes.

Por último, las tiendas de segunda mano son útiles para personas con un presupuesto limitado, principalmente familias de bajos ingresos. Suelen ir a lugares que venden ropa al peso y muy barata.

Argumentos en contra

Por otro lado, hay muchos a los que no les gusta usar ropa de segunda mano. “¡Qué asco!”, dicen.

También es posible comprar ropa usada en Internet. “De esta manera, es posible encontrar ropa de marca casi sin usar o que no le quedaba bien después de que alguien la comprara online”, dice Victoria de Moscú. “Además, puedes ver a la persona que vende el artículo. Esto es ecológico, barato y no implica rebuscar entre montones de ropa vieja”.

Otra opción son las fiestas especiales de intercambio de moda, también de segunda mano, pero completamente gratuitas. “Organizamos estas fiestas con mis amigos”, dice Anna, de Moscú. “Traemos ropa que no necesitamos, hacemos una pequeña presentación de los mejores artículos y luego nos los probamos. Las cosas que no encuentran un nuevo dueño van a la caridad... Esta primavera actualicé todo mi guardarropa de esta manera, todo gratis”.

¿Sin esperanza?

¿Cuáles son las razones de este interés tan limitado? Aliona Guetman, fundadora del mercado de diseño Eskimo Fest, un evento que se celebra de manera regular en Moscú, piensa que parte del problema es que los rusos conciben la vestimenta y la ropa de manera diferente a los europeos.

“La filosofía del consumo responsable está empezando a llegar a la generación más joven. Las personas mayores prefieren comprar ropa nueva porque en la época soviética y en los años 90 no podían tener ese lujo. Al mismo tiempo, según mi experiencia, los rusos tienden a preocuparse por su apariencia más que los europeos. Valoramos la opinión de otras personas y no es tan importante lo cómoda que es una prenda de vestir si ayuda a causar una buena impresión”, explica Guetman.

Sin embargo, todo indica que se están produciendo cambios positivos, dice Vitali Zimín, fundador de la tienda de ropa vintage Archivator en Moscú. “Comenzamos hace dos años y solo ahora está empezando a amortizarse. Desde entonces, el número de clientes se ha multiplicado por 2,5 y sigue creciendo mensualmente”, afirma.

Guetman también aprecia que hay un repunte en el interés hacia los productos de segunda mano. “Cuando hace tres años decidí añadir [otra] zona de venta a nuestra tienda, rápidamente me di cuenta de que había una gran demanda. La caída del rublo hizo que muchas cosas fueran menos asequibles, por lo que la gente comenzó a ahorrar dinero, incluso en ropa. El deseo de vestirse bien no desapareció”, argumenta. “Aunque Rusia sigue rezagada con respecto a Europa en la demanda de ropa de segunda mano, creo que las condiciones económicas y una tendencia creciente hacia el consumo responsable y el minimalismo no harán más que aumentar el interés por los productos de segunda mano”.

Si te interesa la moda rusa aquí te ayudamos a encontrar ropa de diseñadores del país eslavo.

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