Se suponía que la policía, la seguridad privada y otros empleadores municipales tenían que perseguir al tigre que se había vuelto loco. Los objetivos que tenían eran ensayar un posible escenario en el que un animal salvaje se escapaba del zoo, perfeccionar la comunicación mutua y sus capacidades de interacción.
Irónicamente, el “tigre” hizo reír a alguna gente ya que apenas se esforzaba en tratar de huir. Las imágenes muestran al “tigre” andando tranquilamente por las calles de la ciudad, mirando hacia atrás de vez en cuando para comprobar que no lo persigue el equipo de emergencias del zoo.
Con un tigre tan vago, no sorprende que la prueba resultase todo un éxito.
Entre otras cosas Rusia es conocida por sus curiosos sucesos. En ocasiones la realidad supera a la ficción. Mira cómo un avión derrama toneladas de oro en medio de un despegue.
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