Ígor Vóstrikov, ciudadano de Kémerovo (ciudad siberiana situada a 3.600 km de Moscú) se ha convertido en un símbolo viviente de la tragedia que tuvo lugar en su ciudad: el hombre perdió a su esposa, tres hijos y su hermana a causa del incendio que comenzó en el centro comercial “Zímniaia Víshnia” el 25 de marzo de 2018. Todos los parientes de Vóstrikov quedaron atrapados a puerta cerrada en un cine y no tuvieron oportunidad de escapar.
“No tengo nada que perder. Mi vida está acabada”, dice Vóstrikov a cámara, filmado durante un encuentro espontáneo en el centro de Kémerovo el 27 de marzo. Y no es el único que sufre esta clase de pérdida: según los datos oficiales, 64 personas murieron en el incendio, entre ellas 41 niños. Ahora Kémerovo y Rusia están buscando una manera de vivir con ello.
Hombre arrodillado junto a un memorial espontáneo en la plaza Dvortsóvaia de San Petersburgo.
Alexánder Galperin/SputnikEl 28 de marzo ha sido declarado día nacional de luto, pero los actos de solidaridad con Kémerovo comenzaron antes en todo el país. El 27 de marzo, más de 30 ciudades, desde Kaliningrado en el oeste hasta Vladivostok en el este, organizaron congregaciones de personas que se reunieron para conmemorar a las víctimas y expresar su solidaridad con Kémerovo. Alrededor de 12.000 personas asistieron a las manifestaciones en Moscú, donde durante una hora la gente permaneció en silencio en la plaza Púshkinskaia.
“No podía quedarme en casa sin hacer nada. He visto las imágenes de niños cayendo de las ventanas del centro comercial. Fue horrible”, citó Kommersant a uno de los asistentes, Alexánder.
Grupo de personas en un evento en el centro de Moscú en memoria de las víctimas.
Serguéi Bóbilev/TASSBumaga, un medio de comunicación local de San Petersburgo, cita a Yana, una maestra que también se desplazó hasta al centro de su ciudad para dejar flores: “Está claro que no se puede cambiar nada. Está claro que aquí nadie entiende la centésima parte del sufrimiento por el que están pasando los que perdieron a sus hijos. Pero todos estamos asustados también. Supongo que estoy aquí para desahogarme y ver que no estoy solo”.
Oficiales del Ministerio de Emergencias de Rusia en el centro comercial “Zímniaia Víshnia”medio quemado.
Maxim Grigóriev/TASSMientras tanto, el presidente Vladímir Putin llegó a Kémerovo el 27 de marzo, junto con los directores del Comité de Investigación y del Ministerio de Emergencias. Según sus informes, lo más probable es que un cortocircuito fuera la causa del fuego. Sin embargo, la agencia TASS ha informado hoy que el fuego fue intencionado y que comenzó en una piscina con cuadrados de espuma.
Alexánder Bastrykin, director del Comité de Investigación, señaló que la señalización del centro comercial no funcionaba desde el 19 de marzo y que nadie había hecho nada sobre ello. Después de que empezara el fuego, el guarda no encendió el sistema de alarma. “No podemos entender por qué”, declaró Bastrykin (ahora el guarda permanece bajo arresto). Además, las salidas de emergencia estaban cerradas, lo que provocó muchas muertes.
“Al parecer el edificio del centro comercial se reconstruyó [hace años] con muchas violaciones de las normas, incluidas algunas estructurales”, dijo Bastrykin. Putin afirmó a los habitantes de Kémerovo que se llevará a cabo una investigación y que “todos los culpables serán castigados”. El 28 de marzo, el gobernador Amán Tuléiev ya ha despedido al vicegobernador y director del departamento de política interna.
Centro comercial “Zímniaia Víshnia” depués del incendio, que mato a 64 personas.
SputnikA lo largo de dos días, no ha parado de haber rumores acerca del número de muertos. Las personas que había concentradas en la plaza central de la ciudad estaban furiosas y hablaban de 335 víctimas, que guardaban de manera secreta en las morgues locales. Nadie ha confirmado esta información: al contrario, los representantes fueron a las morgues y afirmaron que los rumores eran falsos.
El medio The Village, comparó el número oficial de víctimas con los datos de los billetes de cine vendidos en el centro comercial (la mayoría de la gente murió) y confirmó que lo más probable era que los datos oficiales fueran ciertos.
Tal y como se supo después, los rumores se extendieron después de una llamada de un bromista al depósito de cadáveres preguntando si había espacio para 300 cadáveres. El bromista ucraniano Evgueni Vólnov confirmó que había sido él quien había llamado a la morgue “para mostrar a los rusos en qué han convertido su estado”. Tanto en Rusia como en Ucrania hay gente está furiosa con este bromista sin escrúpulos. “El odio contra los ucranianos [en Rusia] existe y se extiende por tipos como él”, escribió el periodista ucraniano Anatoli Shari en su cuenta de Twitter.
La información oficial sobre el número de víctimas se mantiene igual: 64 personas fallecidas (41 niños). El Ministerio de Emergencias informó el 28 de marzo que todos los cuerpos ya han sido encontrados.
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