La fotógrafa de la ciudad urálica de Ekaterimburgo, Anastasia Popélskaia, y su esposo no estaban preparados para lo que presenciaron dentro de la vivienda.
Popélskaia contó al diario local E1.ru que el vapor cambiaba constantemente la forma del hielo acumulado.
"Estuvimos tomando fotos durante aproximadamente 40 minutos, hasta que la batería se agotó", dijo. "Fue interesante observar cómo este 'bosque' vivía su propia vida, cómo los 'árboles' crecían y colapsaban mientras otros ocupaban su lugar".
Echa un vistazo a estas fotos de la escena, realmente parecen tomadas de otro mundo.
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