Parece que las gaviotas no son buenas patinando sobre hielo. Un residente de San Petersburgo, Pável Karavashkin, descubrió esto mientras caminaba por uno de los famosos canales de la ciudad. Se encontró con un pobre pájaro cuyas patas estaban congeladas y pegadas sólidamente en el hielo del río Nevá. Afortunadamente, Karavashkin no permaneció impasible y actuó rápidamente.
Llamó a las autoridades, que enviaron a los rescatadores de animales para liberar al pájaro de su helada prisión. La próxima vez, probablemente se lo piense dos veces antes de sumergir sus patitas en las aguas a temperatura bajo cero.
La actividad de los rescatistas permanece normalmente oculta de las cámaras de los paparazzi, pero esto no los hace menos importantes.
Lea sobre los modernos rescatistas rusos en el siguiente artículo: empleados del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.