¿Crees que todas las tortugas son animales lentos y pasivos, fáciles de manejar y que es muy poco probable que te causen problemas? Bueno, quizás después de leer esta historia, deberías replanteártelo de nuevo. Los cuidadores del zoológico de Irkutsk (una ciudad en Siberia, a 5.100 km al este de Moscú) descubrieron por las malas que a veces puede ser todo lo contrario.
Galería del Zoológico de Irkutsk
Shrek y Fiona, dos tortugas con espuelas originarias de África que viven en la Galería del Zoológico de Irkutsk, rompieron el cristal de su terrario y corrieron (bueno, relativamente) en busca de la libertad. Las tortugas de espuelas africanas son la tercera especie más grande de tortugas de la Tierra, por lo que destrozar el cristal fue un trabajo fácil para ellas. Durante su escapada, arramblaron con todo con lo que se encontraban a su paso por el zoológico, por lo que los trabajadores del mismo se vieron obligados a tratar de impedir destrozos causados por el simple peso de los animales.
Galería del Zoológico de Irkutsk
Devueltas a su recinto, los dos quelónidos pronto escaparon de nuevo. Los cuidadores del zoológico bromearon que esta vez fue el gato Batón quien las detuvo. ¡Simplemente sentándose sobre una de las tortugas!
Finalmente, el personal logró terminar con los atrevidos intentos de fuga de las tortugas. Nadie (humano o no) resultó herido durante los episodios, y, como señalan los guardianes del zoológico, pronto se construirá un nuevo (y sólido) hogar para Shrek y Fiona. Bien está lo que bien acaba.
Galería del Zoológico de Irkutsk
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