"No podemos permitirnos olvidar el asesinato de millones de personas rusas de toda clase y condición: soldados, comunistas acérrimos, trabajadores, sacerdotes, campesinos o la familia real, encabezados por mi bisabuelo, el zar Nicolás II", comenta Rostislav Romanov en un video.
Según el aristócrata, es su deber recordarle a la gente que la Revolución fue una terrible tragedia que resultó en el sufrimiento y la muerte de muchas personas de todos los estratos de la sociedad rusa.
"Es por esto que decidimos crear, como señal de luto, un reloj negro con una gota de sangre, que simboliza el derramamiento de sangre y el terremoto social que supuso la Revolución", dijo Romanov.