Los lugareños lo llaman Lago Sladkoe (Lago Dulce), aunque quizás exageran. Más que un lago, es un pantano: ningún pez vive en sus profundidades y es bastante sombrío y de aguas turbias. Aparentemente, nadie se preocupaba por unos cuantos acres de ciénagas en la región de Novosibirsk, no lejos de la frontera ruso-kazaja, hasta que Moscú revisó la frontera en agosto y entregó el lago enterito a Kazajistán.
¿Por qué hicieron esto? Bueno, durante años la mayoría del lago Sladkoe residió en el país de Borat, aunque sus aguas están divididas por la frontera. Con el paso del tiempo, el agua se ha ido drenando del lago, con la parte rusa secándose - por lo que es, básicamente, completamente kazako.
Los rusos no están nada contentos con el cambio. Las redes sociales se han visto inundadas por comentarios airados con la gente comparándolo con el abandono del control del lago Baikal. "Simplemente no lo entiendo. ¿Es que vamos regalando lagos a todo el mundo o qué? ", qscribió un usuario en Facebook.
El Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia se ha visto obligado a hacer una declaración asegurando que Rusia no le entregó el lago a Kazajistán.
"¿Qué ha sido exactamente esto? ¿Un troleo diplomático?", escribió otra persona en Facebook.
Sin embargo, las autoridades locales parecen estar despreocupadas sobre todo el asunto. Especialmente después de que el jefe de la administración local Vladímir Shúbnikov tratara de quitar hierro al asunto declarando "en nuestra área, hay un lago conocido como 'Gorkoe' (amargo) y es curativo, a diferencia del Sladkoe que es completamente inútil".
Sin embargo, el invierno está en camino, y algunos esperan que el aumento de las lluvias pueda renovar las aguas del lago y "devolverlo" a Rusia. Al menos eso es lo que cree el ministro de Recursos Naturales Serguéi Donskói.
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