Tras establecer una cuota de exportación de 7 millones de toneladas de los principales cultivos de cereales del país para un periodo comprendido entre el 1 de abril y el 30 de junio, el Ministerio de Agricultura de Rusia ha decidido suspender las ventas al extranjero, ya que todos estos productos básicos han encontrado compradores fuera de las fronteras federales.
“De conformidad con la orden del Gobierno de la Federación de Rusia tras la exportación de todos los cereales declarados en el marco del cupo, se suspende la exportación de trigo, morcajo, centeno, cebada y maíz a los países no miembros de la Comunidad de Estados Independientes hasta el 1 de junio de 2020”, se indica la web oficial.
Esta medida, subraya el ministerio, tiene por objeto estabilizar el mercado interno, ya que los precios de los cereales han aumentado drásticamente debido a la crisis. Como nos recuerda RIA Novosti, basándose en un informe de Sovekon, una web especializada en los mercados agrícolas mundiales, el precio de una tonelada de trigo es actualmente más alto que el de una tonelada de petróleo.
Esta supone primera interrupción en diez años, pero está motivada no sólo por la actual crisis sanitaria y económica, sino también por las condiciones climáticas. El sur de Rusia se enfrenta a precipitaciones anormalmente bajas y heladas en fecha tardía, mientras que este verano promete ser particularmente caluroso en todo el país, lo que podría reducir las cosechas.
Por último, sin embargo, como señala RIA Novosti, informada por el Instituto de Condiciones del Mercado Agrícola, de estos 7 millones de toneladas, sólo entre 3,2 y 3,3 se despacharon durante el mes de abril. Si efectivamente ha encontrado un comprador, el resto se entregará en los próximos dos meses.