Un buen día, la cadena de café Starbucks comenzó a escribir el nombre de los clientes en sus tazas. En aquel entonces fue una idea original, fresca, pero la práctica se democratizó con el tiempo. Una firma en tu vaso, un dibujo en la espuma de la leche... todas estas cosas son obviamente agradables, pero se ha convertido en algo muy normal.
Esa era la opinión de Alexánder Sokolovski, empresario de San Petersburgo de 22 años, cuando abrió su cafetería Sokol Coffee. Inspirado por el éxito de la empresa americana, decidió llevar el concepto del que hablábamos aún más lejos, mediante la creación de un retrato en las tazas de cada cliente. Para ello, mientras un barista prepara la bebida del visitante, otro se encarga de representar las características del cliente de la forma más precisa posible.
Alexánder Sokolovski.
Sokol COFFEEEn este establecimiento trabajan una docena de personas, todas ellas cursando estudios en diferentes escuelas de arte. Cada empleado dibuja con su propio estilo, lo que, según Sokolovski, anima a los clientes a volver a buscar nuevas versiones de su retrato. Naturalmente, los clientes están encantados de publicar estas nuevas obras de arte en Instagram.
Por el momento, todo el mundo parece estar satisfecho con sus retratos. Pero no olvidemos que el concepto inventado por Starbucks, por un lado, ha hecho feliz a la gente, pero por otro, algunos desafortunados han visto sus nombres escritos de forma totalmente errónea. ¡Esperemos que los amantes de las bebidas calientes de San Petersburgo no se sientan ofendidos por sus retratos!
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