La imagen generalizada de los rusos en las películas y programas de televisión occidentales es la de villanos, criminales o espías, con lo que se deduce que interactuar con los rusos es una mala idea, incluso una amenaza para la vida. Sin embargo, para muchos expatriados que han trabajado en el país durante varios años y siguen residiendo aquí, tales pensamientos pueden parecer extraños. Para ellos, sólo hay un puñado de consejos que un extranjero debe conocer para asegurarse de encajar perfectamente en un entorno de negocios ruso.
1. Tenga confianza
Al unirse a un nuevo equipo, especialmente en un país extranjero, uno debe tratar de dar una buena impresión y tener confianza. En Rusia, esto es especialmente importante, dice Francesca Loche, profesora de la Escuela Superior de Economía de Cagliari, Italia.
“Trabajé en lugares (en Rusia) donde mi experiencia no encajaba muy bien, pero a pesar de ello me dieron una oportunidad. Esto es lo que me gusta mucho. En Rusia, todo es posible, nadie te dice ‘no’ a priori”, comentó a Russia Beyond.
2. Prepárate para hacerte amigo de tus colegas y los altos directivos
En Rusia, establecer buenas relaciones con los altos directivos y otros miembros del equipo es realmente importante, contó a Russia Beyond Kendrick White, fundador y director general de la consultora de inversiones enfocada en Rusia Marchmont Capital Partners, que vive aquí desde hace más de 25 años. “En comparación con Estados Unidos, donde no se vería mucha interacción social estrecha entre colegas de trabajo, en Rusia es realmente importante como mecanismo para reforzar la confianza”, explica.
“Esto se aplica realmente a la interacción entre los empresarios y sus socios, y a los que trabajan en empresas estatales, especialmente entre los altos directivos”, señala. “La cultura del trabajo en las empresas internacionales suele seguir sus propias reglas, pero en otros sectores los vínculos sociales se consideran muy importantes. Allí uno debe hacerse parte esencial de un equipo y demostrar que tiene un conocimiento único, crucialmente importante para la compañía (ya sea estatal o privada)”, según White. “Uno podría tener que, ocasionalmente, comprar bonitos regalos e ir a la bania para establecer una conexión cercana con los colegas y asegurarse de ser visto como un miembro de confianza del equipo”.
3. No esperes que los rusos te odien
Los rusos son muy abiertos a los extranjeros, especialmente a aquellos que hablan su idioma y vienen de todo el mundo para compartir con ellos su experiencia única. El lenguaje es un factor importante, piensa White. “Aunque hay muchos rusos que saben inglés, en algún momento te encontrarás inevitablemente con colegas de la empresa que no lo saben y aquí perderás la oportunidad de establecer relaciones con ellos, lo cual es importante”, explica. “Por eso, tener al menos algo de conocimiento de ruso podría ser de gran ayuda”.
4. Cuidado con la jerarquía
Otra cosa que es probable que encuentres es una cierta distancia que los altos directivos mantienen con sus empleados. Hugh McEnaney, profesor, actor de voz y autor, de Irlanda, vive con su familia en Moscú y trabaja en dos escuelas locales. Dice que se asusta de la jerarquía todos los días.
“Conseguir una reunión con los directores o incluso su participación directa en las lecciones y en el progreso del profesor en general es una ordalia y todo un ‘despliegue de alfombra roja’. Recuerdo que hace muchos años, en los años 80, trabajaba en supermercados y bancos en Irlanda, donde el proceso era similar y muchos gerentes operaban a ‘puerta cerrada’”, dice.
En la escuela de inglés donde trabaja McEnaney, la jerarquía es menos visible. Como en muchos medios de comunicación y empresas IT, existe una estructura de planta abierta que permite un fácil acceso directo a los jefes de departamento. Pero todavía existen límites y cierto conservadurismo en la cultura de las oficinas rusas, dicen otros expatriados.
Adzhai Kamalakaran, periodista indio que ha trabajado para medios de comunicación rusos y autor de Globetrotting for Love and Other Stories from Sakhalin Island (Recorriendo el mundo por amor y otras historias de la isla Sajalín), también siente que los altos ejecutivos rusos tienden a ser extremadamente profesionales y a mantener su distancia. “Aunque son educados y corteses, mantienen las preguntas personales a un nivel mínimo. Personalmente me gustan los límites que establecen”, dice.
“Los gerentes rusos son justos, versátiles y directos”, comparte otro profesional de Irlanda, Breffny Morgan, que trabaja en el Sberbank ruso como editor de documentos. “El conservadurismo es admirado, y con esto me refiero al respeto por las instituciones, los precedentes y el debido proceso”.
Una implicación importante que proviene de la naturaleza jerárquica de muchas compañías rusas es que a veces uno necesita estar preparado para dejar que su jefe se lleve todo el crédito por su trabajo, dice White. “Aquí el sistema no es muy horizontal, sino más bien vertical, por lo que suelen ser los altos directivos los que disfrutan del crédito por el trabajo de sus empleados”, explica. “Sin embargo, apreciarán los resultados que has logrado y te valorarán como un miembro activo del equipo”.
5. Trabajar duro... pero no demasiado
La vida en las grandes ciudades de Rusia como Moscú y San Petersburgo es muy atareada y los expatriados que vienen aquí lo están demostrando. “En Moscú, la gente trabaja duro y casi sin descanso”, dice Loche. “Mirando con desprecio a aquellos que tienen tiempo libre: (según ellos) uno no debería tenerlo o debería llenarlo instantáneamente con alguna actividad tan pronto como tenga un minuto libre”.
Sin embargo, esto no significa necesariamente que todos los altos directivos tiendan a ser exigentes. Como juzga Kamalakaran por su experiencia, algunos son bastante comprensivos y no requieren que uno permanezca en el trabajo desde el amanecer hasta el anochecer.
“He tenido la suerte de tener jefes rusos que no eran muy exigentes. Creo que esto se debe al hecho de que hay mucha más competencia de ‘cortar cabezas’ en lugares como Estados Unidos e India. Los jefes rusos con los que he trabajado han jurado respetar el principio de conciliación y, de hecho, me han dicho que no trabaje tanto”, afirma. “Esto siempre ha sido un shock para una persona como yo, que está acostumbrada a que los jefes japoneses, indios y americanos nunca expresen el más leve grado de satisfacción, no importa lo bien que haya hecho mi trabajo”.
Lo que se valora aquí son los resultados, dice, señalando que el rendimiento en sí mismo debe ser el que hable. “Básicamente bajo promesa y sobre rendimiento. Trata de entregar más de lo que se espera de ti y verás el impacto en tu relación profesional y perspectivas de carrera”, recomienda.
Morgan está de acuerdo con este punto. “Como en cualquier parte, el trabajo duro es recompensado, y los resultados mandan en el gallinero”.
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