La semana pasada, Iliá Varlámov, un popular bloguero ruso, se vio envuelto en una gran polémica. Los editores que trabajan con él para el mismo blog se quejaron de un "entorno laboral horrible, peor que en una fábrica de zapatos china".
Una de las editoras, María Guerke, ha escrito que se espera que ella y sus colegas trabajen 12 horas al día y, practicamente sin fines de semana, mientras Varlámov las observa constantemente.
"¿Las vacaciones?", dice María. "Ja ja ja ja". Solo hay una persona en nuestro equipo editorial que ha tenido vacaciones, y no sé cómo se atrevió a pedirlas o cómo se las ganó. En los dos años que llevo trabajando aquí, no he tenido ni un solo día de descanso, sin contar con una semana que pasé en un hospital después de una operación. Este es el único tipo de vacaciones que nos podemos permitir”.
María recibió una respuesta de la Unión de Periodistas, que la apoyó y la animó a luchar por sus derechos y crear una unión similar dentro de su organización. Sorprendentemente, Varlámov no echó a María en respuesta, sino escribió una carta pública en la que decía que no haría cambios en las condiciones de trabajo.
“Estoy dispuesto a pagar por el trabajo y pagar incluso más que otras empresas pagan de media”, escribió Varlámov. “Siempre cumplo mi palabra y cumplo con mi obligación y, por lo tanto, exijo lo mismo de mi equipo. Quiere trabajar, mande su CV. Quiere crear una unión y luchar por sus derechos, váyase a la m...”.
Otra empleada, Maia Volf, está de acuerdo con que es difícil trabajar para Varlámov, aunque reconoce que no se le pide trabajar 24 horas todos los días. “Necesita tener en su equipo gente que pueda solucionar problemas por su cuenta… ¿Puede terminar el trabajo en una hora? Bien hecho, está usted libre. ¿No lo ha conseguido en todo el día? Lo siento, aprenda a trabajar de forma más eficaz o busque otro curro”, escribió.
Según los abogados, Varlámov se sentirá presionado solo en caso de que su equipo le lleve al juicio.
Una situación similar se observa en el estudio Art.Lebedev, que creó el último diseño del mapa del metro de Moscú. Dirigido por el provocador diseñador Artemi Lébedev, el estudio contrata a los que están dispuestos a trabajar diez horas al día, seis días a la semana. Al mismo tiempo, Lébedev valora a las personas que se destacan por su talento y está dispuesto a pagarles por encima de la media.
¿Ocurre lo mismo en todo el país?
Sin embargo, los casos como este no son muy frecuentes en Rusia. "Según la ley, no se puede trabajar más de 40 horas a la semana", afirma Pável Butenko, director de marketing, ventas y desarrollo innovador de la compañía de seguros INTOUCH en Moscú. "Esto significa que el día laborable medio en Rusia es de ocho horas (nueve, incluyendo el almuerzo). Esto afecta principalmente a los trabajadores de oficina".
Los empleados de las organizaciones estatales suelen tener una semana laboral aun más corta. "Algunos médicos trabajan desde las 8h hasta las 15h, incluido el almuerzo. Algunos empleados de instituciones educativas, ministerios y otras organizaciones estatales tienen el horario similar. En general, el horario laboral varía dependiendo del horario de la atención al público", explica Butenko.
Según el experto, las personas que trabajan en el sector comercial, tienen los turnos más largos, a veces más de doce horas. Esto se debe al hecho de que los centros comerciales, en su mayoría, abren a las 10h y cierran a las 22h. Sin embargo, los empleados que trabajan en ventas, se turnan y no trabajan cinco días seguidos.
Además, hay gente que trabaja desde casa, pero no hay estadísticas oficiales que confirmen cuántos son. "Sin embargo, se puede decir con seguridad que la cantidad de las personas que trabajan a distancia ha crecido significativamente en los últimos años", afirma Butenko. "Crecen las industrias que no requieren presencia en la oficina, por ejemplo, el sector informático, las redes sociales o edición de textos publicitarios. Segundo, desde el punto de vista del empleador, es una forma de reducir gastos. Muchos directores de las startups no alquilan una oficina, sino que prefieren comunicarse con sus trabajadores online".
Otro factor, según Butenko, es que cada vez hay más personas que prefieren trabajar desde casa. "Cada vez hay menos tiempo en las grandes ciudades y conviene trabajar desde casa en lugar de perder horas yendo y viniendo a la oficina", afirma.