La selección rusa de fútbol sala ha creado una polémica en las redes después de jugar dos partidos amistosos en Teherán los pasados 18 y 19 de octubre con hijab, tal y como hizo el equipo local.
Como ambos partidos eran amistosos, la selección rusa decidió asumir el código de vestimenta local. El primer partido terminó en empate (3:3), mientras que Rusia ganó el segundo (5:3). Las fotografías de los equipos se colgaron en página de Facebook de la Asociación Rusa de Futsal.
Sin embargo, las imágenes de las deportistas rusas con hijabs enfadaron a muchos usuarios de internet en Rusia.
"Parece como una especie de prostitución política. ¿Cuándo podemos empezar a respetarnos a nosotros mismos?¿Deberíamos hacer que los jugadores musulmanes y los nuestros vistan kokoshnik [un tocado tradicional] la próxima vez que jueguen en el Kremlin?", se preguntaba Alexéi Schepin en Facebook.
"Era un partido amistoso, no un partido oficial, así que el protocolo es ser amistoso también. Si hubiera objeciones eso podría haber cancelado el partido", comenta Alexander Ivanov, tratando de ser más conciliador.
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