Fiódor Dostoievski por Ilyá Glazunov . 1962.
Pável Balabánov / RIA NovostiEn agosto de 1865 Guerásim Chistov, hijo de un comerciante y cismático religioso, fue acusado del asesinato con premeditación de dos ancianas, una lavandera y una cocinera, con el objetivo de robar a la dueña de la casa. Todo el apartamento estaba revuelto y varias joyas de oro habían sido extraídas de un baúl de hierro. Las víctimas habían sido asesinadas con la misma arma: un hacha.
Muchos críticos opinan que esta crónica real sirvió de argumento para la novela de Fiódor Dostoievski Crimen y castigo.
Herman Hesse dijo que en Crimen y castigo” el autor logró plasmar la imagen de toda una época histórica, y Albert Camus reconocía que las novelas de Dostoievski habían sacudido verdaderamente su alma y habían estado presentes en toda su obra literaria.
La novela influyó significativamente en el teatro: en toda Europa comenzaron a crearse adaptaciones y una de las más aclamadas fue la obra de Paul Ginisty representada en el Teatro del Odeón de París en 1888.
Se ha adaptado al cine decenas de veces: la primera película se rodó todavía en el Imperio ruso en 1909. Se considera que la adaptación más acertada fue el drama del director soviético Lev Kulidzhánov (1969).
El argumento de la novela tiene ecos también en muchas obras cinematográficas contemporáneas: en particular, Woody Allen es conocido por el gran amor que profesa a la obra de Dostoievski. Los paralelismos con Crimen y castigo son muy obvios en las películas Match Point (2005) y Hombre irracional (2015).
El famoso escritor ruso autor de novelas de detectives Borís Akunin tiene una novela titulada F.M. (Fiódor Mijáilovich). Akunin adapta el crimen de Raskólnikov al género detectivesco y convierte al detective Porfiri Petróvich en el protagonista principal.
En 2016 en Moscú se representó el musical Crimen y castigo y en Londres la novela se reinterpretó como ópera rock.
Dostoievski pasó cuatro años en un campo de trabajos forzados siberiano (desde 1850 hasta 1854) por la difusión de la carta prohibida del crítico y publicista Vissarión Belinski. En su novela Recuerdos de la casa de los muertos describe las terribles circunstancias de esta época, que influyó enormemente en el escritor: Dostoievski sufrió en su piel la aguda “enfermedad” de su época (pobreza general, aumento del crimen, alcoholismo) y quiso reflejar todo ello en su obra.
Pero algo impedía siempre al escritor emprender esta antigua idea literaria: Dostoievski sufría constantemente dificultades económicas y, para sobrevivir, se veía obligado a escribir a toda prisa por muy poco dinero y con contratos leoninos. Finalmente, en 1865 el escritor propuso a Andréi Krayevski, entonces editor de una influyente revista literaria titulada Anales de la Patria, publicar una novela corta que trataría del “informe psicológico de un delincuente”.
Imperceptiblemente se convirtió en una obra larga. Dostoievski dejó de lado el resto de su trabajo literario y pasó todo el año 1866 escribiendo la novela, cuyos capítulos se iban publicando en Anales de la Patria. Según reconoció el propio Dostoievski, trabajó en la novela “como un preso de un campo de trabajos forzados, sin apenas salir a la calle y sin relacionarse con la gente”.
En el año de su publicación, 1866, Crimen y castigo se convirtió en la obra más comentada en la comunidad literaria rusa.
En total se conservan tres cuadernos de notas con borradores y anotaciones de “Crimen y castigo”, se trata, en esencia, de tres redacciones manuscritas de la novela.
Rodión Raskólnikov, protagonista de la novela 'Crimen y Castigo'. Foto: kinopoisk.ru
Los cuadernos de notas muestran claramente el tiempo que pasó Dostoievski buscando la respuesta a la pregunta principal de la novela: ¿por qué comete Raskólnikov el asesinato? ¿Por qué se produce este cisma (el apellido Raskólnikov procede de la palabra rusa “raskol” que significa “cisma”) en el alma del protagonista? En cada una de las versiones manuscritas había una interpretación distinta: en la primera, el personaje asesina a un ser despreciable para hacer el bien con su dinero.
En la segunda redacción, Raskólnikov se mueve todavía más por ideales humanísticos: liberar al mundo de la vieja codiciosa y mezquina por el bien de los humillados y los ofendidos. Pero esta idea paradójica del asesinato por amor a los demás se convierte en un deseo de poder.
En la tercera versión Dostoievski lleva este pensamiento hasta su culminación: “la idea de Napoleón”, saber si tiene derecho moral o no a asesinar, persigue a Raskólnikov.
Dostoievski estuvo siempre muy perturbado acerca de su final. En uno de los manuscritos incluso aparece una anotación sobre un supuesto suicidio de Raskólnikov.
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