Kiajta, russenorsk y otras lenguas dificilísimas derivadas del ruso

Varvara Gránkova
Rusia cuenta con sus propias lenguas pidgin, al igual que el spanglish, por ejemplo. Presentamos algunos de los casos más curiosos.

Kiajta: ruso + chino

Kiajta es una lengua criolla basada en el ruso y el chino que existía a finales del siglo XIX y principios del XX en Amur, Manchuria y Trans-Baikal, las regiones rusas fronterizas con China. El nombre deriva del pueblo Kiajat, situado en la república de Buriatia

Los lingüistas consideran que posiblemente haya desaparecido, ya que dejó de usarse mayoritariamente en la primera mitad del siglo XX. Aunque en los años 90 era posible conocer a mercaderes chinos cerca de Ulán Bator (Mongolia) que se comunicaban en esta lengua. En China se llegó a enseñar para mejorar el comercio con los rusos.

Surzhik: ruso + ucraniano

El nombre proviene del pan que se hace de harina de diferentes granos. Resulta difícil definir el estats de esta lengua. Se trata de una lengua que mezcla el ucraniano y el ruso pero que es diferente del ucraniano y del ruso coloquial utilizado en Ucrania. El surzhik no puede describirse como una lengua pidgin tampoco, porque el contacto entre estas dos lenguas tan relacionadas por su familia lingüística no puede dar como para crear una lengua criolla. 

La mayoría del vocabulario proviene del ruso mientras que la gramática y la pronunciación son de origen ucraniano. El surzhik surgió entre la población rural y el primer registro escrito es obra de Iván Kotliarevski, primer autor que escribió en ucraniano coloquial y que firmó la obra Natalka Poltavkán (1819), un clásico de la literatura ucraniana.

Actualmente sigue siendo común en Ucrania, especialmente en áreas limítrofes con Rusia y Moldavia. Según el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, en 2003 entre el 11% y el 18% de la población ucraniana se comunicaba en surzhik.

Trasianka: ruso + bielorruso

Al igual que surzhik, se trata de un lenguaje híbrido. Traducido del bielorruso, 'trasianka' significa literalmente 'heno de baja calidad', lo que les queda a los campesinos al mezclar paja con heno. Al igual que el surzhik no es una lengua pidgin.

Para los lingüistas es una mezcla de lenguajes espontánea y caótica. Los elementos rusos predominann en el vocabulario y en la morfosintaxis. Su origen se remonta a los cambios que hubo en la Bielorrusia soviética tras la Segunda Guerra Mundial. La industrialización de esta república socialista provocó una migración masiva a las ciudades.

Además, hubo rusos que migraron allí y obtuvieron puestos altos en el Partido Comunista y en las empresas industriales. Los nativos de bielorruso tuvieron que adaptarse al nuevo contexto rusoparlante, algo que no siempre ocurrió con éxito.

Según datos de 2009, el 16,1 % de la población bielorrusa habla trasianka y es común entre personas con edades y niveles de educación diferentes.

Russenorsk: ruso + noruego

El russenorsk existió en los siglos XVIII y XX y era una lengua pidgin. Actualmente se habla en el archipiélago de Svalbard, en el Ártico. Surgió del comercio de grano y pescado que existía en la costa norte de Noruega.

Cuenta con unas 400 palabras y curiosamente demuestra la igualdad que había entre los comerciantes rusos y noruegos. En la mayoría de las lenguas pidgin una de las dos suele ser la dominante pero en esta, el número de palabras rusas y noruegas es muy similar.

Fue un lenguaje que evolucionó con el paso del tiempo.  Hay ejemplos de palabras que se remontan al siglo XVIII. Aunque cuando el comercio aumentó muchos mercaderes comenzaron a aprender ruso y el russenorsk se consideró “un mal ruso”, más que una lengua en sí misma. Con el cese de la libertad de movimientos tras las revolución rusa, la lengua desapareció.

 

“Una lengua pidgin nace por la mezcla de un lenguaje aprendido y otro nativo. Las lenguas de los negros que fueron llevados de África a América, por ejemplo. Es una lengua del lugar del comercio”, explica Alexander Vólkov, profesor de la Universidad Estatal de Moscú. 

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