Sábado, 10:00, la Rusia Zarista
El mejor lugar para comenzar un paseo por Ulán-Udé, como por cualquier otra ciudad, es su centro histórico. El centro se encuentra delimitado por las calles Svobodi, Soviétstkaya, Baltajinov y Náberezhnaya. Por sus calles es fácil olvidar que estamos en el siglo XXI. Las hileras de edificios de comerciantes rusos decoradas con madera tallada y piedra recrean el ambiente de una rica y apacible ciudad de la Rusia zarista del siglo XIX.
Para empezar se puede tomar la calle principal de la ciudad, que antiguamente llevaba el nombre del zar Nicolás I pero más tarde pasó a llamarse Lenin y sigue llevando el mismo nombre hasta ahora. Esta calle cruza toda la parte central de la ciudad y une las dos plazas más importantes, cuyos nombres también evocan el pasado soviético: la plaza de la Revolución y la plaza de los Sóviets, aunque al viajero le espera una sorpresa al final de la calle: las imponentes avenidas soviéticas llevan al principal bastión de la religión ortodoxa en la ciudad: la catedral Odiguitrievski.
A dos manzanas del templo se encuentra la plaza del mercado. Durante más de 100 años los comerciantes rusos organizaron allí mercadillos y todo tipo de comercio. Actualmente en la plaza existen muchos cafés y tiendas en las que se puede comprar una gran variedad de auténticos souvernirs de Buriatia (desde ruedas de plegaria hasta un arco con flechas), así como tomarse un descanso con una comida ligera. El café Ulger (calle Lenin, 46) es uno de los mejores, su menú combina platos tradicionales buriato-mongoles con cocina europea.
Es aconsejable no comer demasiado y dejar sitio para probar más platos en la cena. Se puede pedir unas tortas buriatas rellenas de carne llamadas "sharbin" (2 dólares) o unas empanadas llamadas "jushuur" (2 dólares). A este último plato los buriatos lo llaman "peras de carne". La mejor bebida aquí es el té "nogoon sai".
Por cierto, si os gusta el arte tenéis que visitar la Sala de Arte de la Unión de Artistas de Buriatia, que se encuentra cerca. Allí encontraréis una exposición de cuadros en venta de pintura nacional, diseño gráfico y joyería, así como el antiguo arte del trenzado de crin de caballo. Sólo hay que tomar la calle Kuibyshev y recorrer media manzana hasta el número 26.
Sábado, 12:00
Un símbolo del socialismo
Y llegaréis a la plaza de los Sóviets. Allí se encuentra, quizás, una de las obras arquitectónicas más originales de la época soviética: una estatua de la cabeza de Vladímir Lenin. Se trata de la cabeza del jefe de los bolcheviques más grande del mundo, con una altura de 13,5 metros y 12 toneladas de peso. El monumento tuvo el honor de entrar en el Libro Guinness de los Récords.
Símbolos budistas con piedras preciosas. Las tiendas de la ciudad también venden joyería de estilo buriato, vestidos tradicionales y plata repujada
Los habitantes de la ciudad cuentan leyendas sobre la estatua. Una de las más populares asegura que en un principio se planeaba erigir un monumento del cuerpo entero del líder soviético, pero durante su transporte en helicóptero se rompió el cable y cayó, y únicamente quedó la cabeza. Durante un invierno le tejieron un sombrero con orejeras para que no pasara frío.
Sábado, 13:00
Una reconstrucción del pasado
En Ulán-Udé hay más de 10 museos de distintas temáticas, pero si vais cortos de tiempo merece la pena visitar el Museo Etnográfico de los Pueblos de Transbaikalia al aire libre. En él se conservan más de 40 monumentos y más de 11.000 objetos de exposición en un auténtico intento a gran escala de reconstruir el pasado en Siberia Oriental, desde la antigua civilización de los hunos del siglo III hasta principios del siglo XX.
Ulan-Udé se encuentra a más de 4.000 kilómetros de Moscú. Un billete de ida cuesta unos 650 dólares, con tasas incluidas, y el trayecto dura seis horas. El tren es otra opción para aquellos que prefieran disfrutar del paisaje durante el trayecto.
El más rápido os llevará a Ulán-Udé en tres días. Los billetes cuestan a partir de 140 dólares. Desde la ventanilla podréis contemplar toda Rusia.
El museo se encuentra a sólo 10 kilómetros del centro de la ciudad, en el distrito Vérjniaia Berezovka. Se puede llegar en transporte público, en el autobús número 37 o en taxi. Los días laborables el museo está abierto hasta las 18:00 y los fines de semana y festivos hasta las 20:00.
Sábado, 18:00
Noche en una yurta de Baatar
Un día entero recorriendo las calles de la ciudad es algo interesante, pero muy cansado. Cerca del Museo Etnográfico de Vérjniaia Berezovka se encuentra uno de los establecimientos buriatos más populares entre los visitantes de la ciudad, en el que se puede descansar, comer y beber: el café-yurta "Baatarai Urgoo" (que en buriato significa "Valiente guerrero"). Los propietarios del café han mantenido intacta la decoración y el diseño típicos de estas viviendas de las tribus nómadas que habitan en la estepa, así como su cocina tradicional.
¡Cuidado! Allí no ofrecen los típicos platos europeos. Sin embargo, la lista de platos y bebidas buriatos es impresionante y los precios son bastante razonables.
Los platos llevan carne de cordero, ternera, exclusivo pescado del río Selengá e incluso carne de oso. El plato más conocido se llama buuza o poza, son unas enormes empanadillas rellenas de carne al estilo de Buriatia.
Además, las tribus nómadas son únicas en originalidad y variedad de platos lácteos, que van desde el conocido kumys (leche de yegua que allí llaman “seguee”) hasta los llamados “urmen”, una especie de nata. Incluso la bebida nacional de Buriatia, el “tarasun”, se prepara a partir de productos lácteos y se conoce como el "vino de leche".
Si después de una cena copiosa no os apetece volver a la ciudad, allí mismo se puede pasar la noche. El complejo está formado por yurtas para dos y cuatro personas pensadas para los turistas que deseen vivir la experiencia de las tribus nómadas. También hay un mini-hotel en el que el colorido local se combina con comodidades como televisión vía satélite y Wi-Fi (el coste de una habitación ronda los 100 dólares).
Domingo, 08:00
En el camino con Buda
A 30-40 minutos de Ulán-Udé, en la aldea Ivolguinsk, está situado el templo Ivolguinski, el mayor templo budista de Rusia, centro del budismo en el país. Cabe señalar que el templo se construyó en 1945, cuando Iósif Stalin se encontraba en la cima del poder.
Al templo se puede llegar en el autobús número 130 desde la plaza Banzarov de Ulán-Udé hasta la aldea Ivolguinsk, después hay que cambiar a la línea Ivolguinsk - templo.
Domingo, 14:00
Dónde guardar las reliquias sagradas
El segundo templo budista más importante de Rusia también se encuentra también en Buriatia, en los límites de su capital, Ulán-Udé. Se trata del "Zungon Darzhaling", que es el único monasterio budista femenino de Rusia, un recordatorio de que, según la mitología buriata, la primera persona que pobló la tierra fue una mujer. En el templo hay una estupa que contiene reliquias sagradas: restos de sangre y un trozo de hueso de Buda.
Es muy fácil llegar a Zungon Darzhaling. Está situado a cinco kilómetros del centro de la ciudad, en la calle Kliuchevskaya, en llamada 18ª manzana.
Domingo, 17:00
En la cima de la montaña Lysaia
Para acabar el día en compañía de Buda merece la pena visitar el lugar más pintoresco de Ulán-Udé: la montaña Lysaia, desde la que se puede disfrutar de vistas de toda la ciudad y sus alrededores en el valle de los ríos Selengá y Uda. En este lugar, donde las antiguas tribus buriatas celebraban aquelarres paganos, ahora se encuentra el centro budista "Rimpoche Bagsha" (ciudad Ulán-Udé, calle Streletskaya, 1).
Cuándo ir
La mejor época para visitar Ulán-Udé es a finales de febrero o principios de marzo, momento en el que los buriatos celebran el Sagaalgan, el festival más importante del pueblo mongol.
El Sagaalgan es el inicio de la primavera y del año nuevo, según el calendario mongol lunisolar.
Durante el primer fin de semana de julio, los buriatos celebran el festival de Surjarbaan, una competición que consta de tres fases: el tiro con arco, la lucha libre de los buriatos y la carrera de caballos. Ganar el Surjarbaan es una hazaña que da mucho prestigio. Como premio habitualmente se regalan ovejas, aunque recientemente también se han añadido los coches a la lista de obsequios.
Ulán-Udé también acoge el festival musical de Las Voces de los Nómadas. Este festival mundial de música no sólo reúne a artistas de Buriatia, China, Japón o Mongolia sino también de Bélgica Noruega y Estados Unidos.
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