Fuente: Getty Images
En agotso de 1941, cuando las tropas nazis avanzaban sobre Moscú, Smolensk había caído, Leningrado estaba bajo peligro de muerte y Hitler declaraba que los soviéticos casi habían perdido la guerra la URSS comenzó una campaña de bombardeos sobre Berlín. Quince bombarderos DB-3 e Il-4 despegaron de la base aérea del archipiélago Moonsund, ubicado en el mar Báltico, en dirección a la capital alemana comandados por el coronel Evgueni N. Preobrazhenski.
Fue la respuesta soviética al bombardeo nazi sobre Moscú que había comenzado el 22 de julio y se extendió hasta los primeros días de septiembre. Aunque la campaña aérea no causó un daño significativo a la Alemania nazi tuvo un destacado impacto psicológico. El 8 de agosto la radio alemana anunció que Berlín había sido bombardeado por aviones británicos y que algunos de ellos habían sido destruidos. Sin embargo, el Reino Unido negó el ataque y la URSS confirmó el éxito del mismo y la vuelta de todos los aviones intactos.
Ese mismo día Stalin firmó la orden espacial nº0265 “Sobre la promoción de los participantes en el bombardeo de Berlín”, en el que los miembros de la tripulación además de la gratitud recibieron una paga extra. Cinco de estos tripulantes son todavía recordados como Héroes de la Unión Soviética.
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