Samovar, el centro de la ceremonia del te en Rusia y los pirozhki, empanadas.
Katerina RomanovaRicardo Marquina
El cheburek se prepara con una fina capa de pasta sin sal, rellena de carne con especias, que se fríe sumergida en aceite hirviendo. Al morder un cheburek, hay que tener cuidado: los jugos de la carne que aparecen al freírlo pueden manchar la ropa en un segundo. Los cheburek se pueden comprar en establecimientos especializados en su venta, que a menudo se asocian con los tiempos soviéticos.
Similares a los panqueques o a las crepes francesas, son la comida callejera rusa más popular, que desde antiguo se consume en los actos multitudinarios de la fiesta de la Máslenitsa. Los blinís se pueden comprar en establecimientos de comida rápida. Por ejemplo, en Teremok, una cadena de comida rápida en la que se dirigen a los clientes como “vuestra merced”. Los blinís, redondos y densos, se hornean en un minuto, tras lo cual quedan listos para que se les añada cualquier ingrediente al gusto. Si quieres algo consistente, elige jamón, queso o caviar rojo. Si prefieres algo dulce, puedes optar por la miel, mermelada o leche condensada.
El tubérculo más popular en el país es un ingrediente básico de la comida callejera. La primera en popularizar la patata como comida callejera fue la cadena de comida rápida Kroshka-kartoshka. Con el tiempo, este nombre ha pasado a designar al producto servido por esta red: la patata se cuece, se corta a lo largo y se rellena con todo tipo de ingredientes, como queso, mantequilla, champiñones marinados, queso brinza con eneldo, salmón…
El shawarma comenzó su recorrido triunfal en Rusia a principios de los 90. Desde entonces, han aparecido puestos de venta de shawarma junto a cada estación de metro. A través de los cristales puede verse cómo cortan trozos finos de un trozo de carne de enorme trozo vertical que da vueltas, lo mezclan con verduras, le añaden kétchup o mayonesa y lo envuelven en un pan de pita. Actualmente, el shawarma es motivo de chiste para los humoristas mientras que los periodistas
hacen batidas regulares por los puntos de venta, en busca del mejor shawarma de la ciudad.
Anna Jarzéieva
Este dulce comida se hizo popular en los tiempos de la URSS. A diferencia de los dónuts actuales, las vendían en cucuruchos de papel donde había varias rosquillas, y les echaban por encima azúcar en polvo. Este delicioso postre se podía encontrar en establecimientos especializados en su venta. Hoy en día se pueden encontrar en San Petersburgo, donde se han conservado locales de venta de rosquillas en el estilo de los años 70.
En la calle, la mazorca suele clavarse en un palo para que sea más fácil de sostener. Hace tiempo, en la época de Nikita Jruschov, llamaban al maíz 'el rey de los campos', ya que se habían depositado en él muchas esperanzas como producto capaz de alimentar a un país tan grande. Hoy en día, se podría llamar al maíz 'el rey de los parques y complejos turísticos', ya que es en esos lugares donde se lo puede encontrar más a menudo.
Samovar, el centro de la ceremonia del te en Rusia y los pirozhkí / Katerina Romanova
Se trata de pastelillos rellenos de pescado, carne, arroz, setas, huevos, verduras, bayas o frutas.La palabra pirozhkí procede de pir, que en ruso antiguo significaba 'banquete', lo cual indica que no había una sobremesa festiva sin este tipo de bollos. Actualmente podemos permitirnos comer pirozhki incluso cada día. Unos cuantos pirozhki bien pueden servir de almuerzo completo.
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