¿Qué es la ‘prosa de teniente’?

Imagen de la película 'Batallones piden fuego', basada en la novela de Yuri Bóndarev.

Imagen de la película 'Batallones piden fuego', basada en la novela de Yuri Bóndarev.

Vladímir Chebotariov, Alexánder Bogoliúbov/Mosfilm, 1985
En lugar de embellecer la guerra y describir exclusivamente el triunfo de la nación victoriosa, los tenientes escribían tanto sobre los momentos difíciles de la ‘trinchera’ como sobre las alegrías encontradas, incluso durante la contienda.

Este concepto apareció después de la Gran Guerra Patria. Tras la victoria, mucha gente escribió sus memorias: desde el mariscal Zhúkov y escritores famosos como Konstantín Símonov hasta oficiales subalternos. A veces, estas obras escritas sin arte literario provocaban en el lector emociones más fuertes que las creaciones de escritores profesionales.

En lugar de tratar de mostrar la guerra como algo bello y describir exclusivamente el triunfo de la nación victoriosa, los tenientes escribían tanto sobre los momentos difíciles de la “trinchera” como sobre las alegrías encontradas incluso durante la guerra.

“Escribimos sobre un hombre que se encontraba en el entorno más inhumano. Buscábamos en él la fuerza para superarse y en los días duros buscábamos lo bueno e intentábamos ver el futuro”, señaló Yuri Bóndarev, uno de los más brillantes representantes de la “prosa de teniente”.

Víktor Nekrásov in 1945.

Inmediatamente después de la guerra, la novela corta de Víktor Nekrásov En las trincheras de Stalingrado se hizo tremendamente popular. Fue a partir de esta obra cuando se empezó a hablar de la “prosa de teniente”, que demuestra la “verdad de trinchera”.

Imagen de la película 'Soldados', basada en la novela corta 'En las trincheras de Stalingrado' de Víktor Nekrásov.

El verdadero auge de este género comenzó durante el “deshielo” de Jrushchov, cuando los escritores tenían más libertad a la hora de publicar nuevos testimonios. Otros brillantes representantes de la “prosa de teniente”, además de Nekrásov, fueron:

Vasil Bíkov. Escribió más de una docena de novelas cortas, entre ellas Tercer cohete, Vivir hasta el amanecer El obelisco. Muchas de ellas fueron adaptadas al cine.

Vasil Bíkov en su casa de Minsk.

Konstantín Vorobiov. Llegaron a llamarle “el Hemingway ruso”. La experiencia de su participación en la batalla cerca de la capital quedó reflejada en su novela corta más famosa Muertos cerca de Moscú. Además, fue prisionero de guerra y escribió sobre ello en el relato ¡Somos nosotros, Señor!

Yuri Bóndarev. Sus obras Los batallones piden fuego, Las últimas andanadas y Nieve caliente fueron adaptadas al cine. El escritor, que luchó en la guerra desde el principio hasta el final, tras la victoria se graduó del Instituto de Literatura Maxim Gorki y además de la prosa se dedicó a escribir los guiones de películas militares, entre ellas la épica Liberación.

El escritor soviético Yuri Bóndarev.

Víktor Kúrochkin. Sobrevivió al cerco de Leningrado y describió su servicio en el ejército de tanques en la novela corta En la guerra como en la guerra. La obra se hizo muy popular y tres años después de su publicación fue adaptada al cine.

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