‘Operación Y y otras aventuras de Shurik’, 1965
Los estafadores Trus (“Cobarde”), Bivali ('”Experimentado”) y Balbes (“Tonto”) planean robar una base comercial. Los criminales incluso dan un nombre a su caso: “Operación Y”. Todo tiene que salir como un reloj: primero, tienen que distraer a la abuela-guardia y dormirla con la ayuda de un poco de éter, abrir las cerraduras y robar la mercancía. Pero en el atraco aparece un participante inesperado: en lugar de la abuela, su estudiante-guardián Shurik hace la guardia nocturna.
La comedia del director soviético Leonid Gaidái aún no ha perdido su encanto. Es imposible no reírse con los gags que se le ocurren: está el “entrenamiento” de los intrusos con gatos de cerámica, el alcohol ilegal de llama azul que bebe uno de los héroes, así como la lamentable canción de guitarra. La película es un combo de géneros perfecto: en resumen, ¡una comedia de atracos de ritmo trepidante!
‘Viejos ladrones’, 1971
Miáchikov, investigador de la fiscalía, está preocupado: están a punto de jubilarle. A su amigo, el ingeniero Vorobiov, se le ocurre el plan perfecto: robar un cuadro de Rembrandt del museo y luego “encontrarlo” triunfalmente. Pero todo sale mal: a nadie le importa que el cuadro haya desaparecido, ya que los cuidadores del museo están seguros de que el cuadro se ha llevado a restaurar tras leer la nota que dejaron los “ladrones”. Así que tienen que recurrir al plan “B”: robar al coleccionista. Pero, incluso en este caso, los desventurados delincuentes se llevan una desagradable sorpresa.
La comedia lírica de Eldar Riazánov nos recuerda que la vida no acaba con la jubilación y, al mismo tiempo, parodia los giros detectivescos clásicos. ¡Una buena opción para ver el género de una forma nueva!
‘Todo a la vez’, 2014
Unos amigos de una ciudad de provincias deciden ganar un dinero extra y trastocar su ciclo vital establecido. Se comprometen a escenificar un robo a un correo de drogas, que es tan falso como los héroes. Resultan ser unos “gángsters” muy corrientes, aunque muy diligentes. Sólo hay un problema: el mensajero resulta ser el hijo de un cerebro criminal local, que desconoce el asunto...
A primera vista, Todo a la vez copia a la perfección las películas de Guy Ritchie, pero luego, la película de Román Karímov se convierte en un sólido drama con un final inesperado, ¡que sin duda merece una hora y media de tu tiempo!
‘Todo o nada’, 2018
Unos directivos están al borde de un ataque de nervios: tras enterarse de que el jefe va a recortar los sueldos un 50% y a cancelar sus seguros, tres oficinistas discretos deciden robarle. Por supuesto, nunca han tenido nada más pesado que un vaso de café en las manos y gritan como niñas cortadas por fragmentos de cristal, pero se esfuerzan por presentarse como secuestradores experimentados. El único problema es que el dinero que acaban robando no pertenece en absoluto a su jefe.
La comedia sobre el robo de un jefe arrogante se esfuerza mucho por parecerse a los ejemplos de Hollywood y un humor ligeramente “rústico” incluso le da un tipo de encanto único.
'Billón', 2019
La historia de cómo ganar mil millones. El banquero Matvéi Levin traspasa todas sus propiedades a su socio. Cuando muere, resulta que su hija se ha quedado con los bienes para ella sola. Levin decide devolverle lo que es suyo, pero necesita recuperar un recibo guardado en una caja de depósitos del banco de Montecarlo, que confirmará sus derechos. Para ello, reúne a sus hijos ilegítimos y les promete una recompensa de mil millones de rublos. Un equipo formado por un hacker, un obrero de la construcción, un psicólogo y un ladrón de tercera se encarga del caso.
Se trata de una película dinámica y optimista, una especie de Ocean's Eleven a la rusa, con interminables vistas de postal de Montecarlo: una buena opción para ver con amigos. Puedes verla aquí.
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