El lienzo del cuento de hadas, en el que Baba Yaga con un vestido rojo en llamas rapta al niño Ivashka con camisa blanca, data de 1917. El artista trabajó en el cuadro durante casi 20 años y no le dio ningún significado revolucionario ni de actualidad.
Aún así, no quería que la malvada anciana roja se asociara con el poder soviético, y más aún que la trama se refiriera al enfrentamiento entre rojos y blancos. Por ello, el cuadro no se expuso en su momento.
Se mostró al público por primera vez en 1927, en la exposición póstuma de los cuadros de Vasnetsov, y desde entonces no ha abandonado las paredes de su casa-museo.
En general, Vasnetsov, famoso por sus cuadros basados en los cuentos de hadas, no pintaba retratos por encargo, pero en su obra abundaban pinturas sobre amigos y conocidos.
Durante su estancia en Abrámtsevo, retrató a Vera Mámontova, la misma chica que posó para el cuadro de Valentín SerovNiña con melocotones, sólo que ya más mayor.
Vasnetsov prometió regalarle el retrato a Vera, pero con la condición de que se casara con un ruso (la familia Mámontov pasaba mucho tiempo en Europa y existía la posibilidad de que la chica eligiera a un extranjero como prometido).
Y así sucedió. Ahora el retrato se conserva en la colección del Museo-Reserva de Abrámtsevo.
Una gran parte de la obra de Vasnetsov estuvo relacionada con la pintura religiosa y las pinturas de templos. Trabajó en la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, en San Petersburgo, y en la Iglesia de la Natividad de Juan el Bautista en Presnia, Moscú. Durante unos 10 años Vasnetsov estuvo pintando en la Catedral de San Vladímir, en Kiev, a finales del siglo XIX.
Su visión de los temas bíblicos era totalmente innovadora, ofrecía una visión y unas imágenes nuevas. Por ejemplo, pintó el tambor de la cúpula de la catedral de Kiev con un tema titulado La alegría de los justos por el Señor.
En la Galería Tretiakov se conserva un boceto pictórico en tres partes de este cuadro.
En el tríptico vemos una imagen completamente nueva de la ciudad celestial, cuyas puertas están custodiadas por arcángeles, que no se había visto antes en la pintura eclesiástica. Y vemos imágenes de personas supuestamente reales: el rey David, la Fe, la Esperanza, el Amor y su madre Sofía y muchas otras.
Puedes ver estos y muchos otros cuadros del artista en la exposición ‘Vasnetsov. Conexión de generaciones. Del siglo XIX al XXI’ en la Nueva Galería Tretiakov de Krimski Val hasta el 4 de noviembre de 2024.
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