El año 862 se considera la fecha de la fundación del Estado ruso. Según las crónicas históricas, aquel año las tribus eslavas llamaron al príncipe varego Rúrik para que las gobernara. Rúrik llegó a reinar en Nóvgorod, y sus hermanos Sineus y Truvor - en Beloziorsk e Izborsk.
Durante siglos este momento fue considerado como el comienzo de la estatalidad rusa, y toda la historia de Rusia en su conjunto. Sin embargo, hoy en día los historiadores se muestran escépticos ante esta versión de la fundación de Rusia, y la consideran, más bien, una leyenda.
Pero en la década de 1850 las autoridades empezaron a preparar la celebración de una fecha importante: el milenio de Rusia. El ministro del Interior, Serguéi Lanskói, propuso erigir en Nóvgorod un monumento a Rúrik como primer soberano ruso. Tras consultar, el Comité de Ministros decidió que “la invitación a Rúrik es, sin duda, una de las épocas más importantes de nuestro Estado”. Así, se decidió que en 1862 era necesario inmortalizar la “no hazaña de Rúrik” pero se ha propuso erigir un monumento popular Milenio de Rusia.
1862. Construcción del monumento "Milenario de Rusia" en el Detinets de Nóvgorod.
Dominio públicoEn abril de 1859 se anunció un concurso para el diseño del monumento. La condición era reflejar las principales épocas de la historia de Rusia: desde la fundación del Estado hasta la liberación del yugo tártaro-mongol y la transformación de Rusia en un imperio.
De los 52 proyectos presentados al concurso, una comisión especial seleccionó los tres más relevantes para la candidatura. Al final, basándose en los criterios de simbolismo y comprensibilidad para el pueblo, se eligió el proyecto del artista Mijaíl Mikeshin.
El proyecto fue aprobado personalmente por Alejandro II. Posteriormente, el emperador coordinó los más pequeños cambios y detalles -incluida la altura exacta- y las figuras históricas esculpidas para el monumento.
El emperador también supervisó las fases intermedias de la obra y visitó el taller, especialmente destinado en la Academia de Artes de San Petersburgo para la preparación y producción de modelos. Debido a la escultura del monumento se suspendieron incluso los trabajos de pintura de la Catedral de Cristo Salvador que estaba en construcción en Moscú en aquel entonces.
Monumento al aniversario milenario de Rusia, 1883.
Dominio públicoLa base de la composición del monumento es una bola con una cruz, que simboliza el “cetro”, una de las principales insignias del Estado y símbolo del poder real. En total, el monumento cuenta con 128 esculturas de personajes históricos.
1. La escultura del príncipe Rúrik ilustra la fundación del Estado ruso (862).
2. El príncipe Vladímir Sviatoslávovich: el Bautismo de Rusia (988).
3. Dmitri Donskói: la victoria en la batalla de Kulikovo marca el comienzo de la liberación del yugo tártaro (1380).
4. Iván III: la fundación del reino autocrático de Rusia (1491).
5. Mijaíl Fiódorovich como primero de la dinastía Romanov simboliza la restauración de la autocracia tras el Período Tumultuoso (1613).
6. Pedro I: la transformación de Rusia en el Imperio ruso (1721) y la victoria sobre los suecos.
La lista inicial de figuras fue elaborada por el propio artista Mikeshin. No pudo decidir la elección durante mucho tiempo e involucró a historiadores. La lista final fue aprobada por el Emperador.
Hubo toda una lucha por el derecho a inmortalizar a determinadas personalidades en el monumento. La lista inicial no incluía, por ejemplo, a Lérmontov y Gógol. Se tardó mucho tiempo en decidir si se incluía al poeta de Málaia Rus, Tarás Shevchenko (Mikeshin insistió personalmente en ello, pero no se le incluyó en la lista final).
En etapas posteriores, se incluyeron algunas figuras eclesiásticas, entre ellas el Patriarca Filaret, padre de Mijaíl Romanov. Aparece en el monumento regalando a su hijo el gorro de Monómaco, símbolo del poder real. De Nicolás I casi se “habían olvidado”. El emperador Alejandro II, su hijo, nunca mencionó su deseo de incluirlo: su padre no era un gobernante muy popular, se le consideraba un “soldado”. Pero cuando se le incluyó, no se negó.
En cambio, algunas figuras fueron excluidas. Entre ellas, príncipes de la antigua Rusia, representantes del clero y gente de la cultura.
Las autoridades querían que el monumento fuera popular. Por eso, según los historiadores soviéticos, no se incluyeron en él personalidades impopulares y crueles.
Por ejemplo, en el monumento no está Iván el Terrible, que ejecutó a mucha gente. Catalina II, que reinó durante 34 años, Alejandro I, que liberó a Rusia y Europa de Napoleón, y otros gobernantes de los siglos XVIII y XIX no figuran en el monumento.
Б. P. Willewalde Inauguración del monumento 'Milenio de Rusia' en Nóvgorod en septiembre de 1862.
Museo Estatal al Aire Libre de Historia y Arquitectura Kremlin de NóvgorodLa construcción del monumento coincidió con las reformas de Alejandro II: en 1861 se abolió la servidumbre. Fue una época difícil para la autocracia. A finales de la década de 1850 el país se vio sacudido por una oleada de revueltas populares, aparecieron muchas organizaciones clandestinas de orientación revolucionaria. La ola de revoluciones ya había barrido Europa, y en Rusia cada vez más jóvenes que habían recibido buena educación estaban descontentos con la antigua servidumbre. A esto se sumó el fracaso del ejército ruso en la guerra de Crimea de mediados de la década de 1850, cuando Rusia se vio obligada a firmar una paz en condiciones desfavorables e incluso a perder algunos de sus territorios.
En la época soviética se insistió en que el monumento no se erigió para conmemorar el milenio del Estado, sino para “hace propaganda de la inviolabilidad de la autocracia en Rusia”, para “reforzar” con este monumento el trono tambaleante de los zares rusos, como escribió en 1957 el historiador Andréi Zajárenko.
En 1928, en un trabajo científico del museo local de Nóvgorod, mencionaron que es el monumento al “Milenio de la opresión autocrática”.
Nóvgorod. Inauguración del monumento 'Milenio de Rusia', 1862.
Dominio públicoSe anunció la recaudación de fondos para la construcción del monumento. La gente donó desde literalmente medio kopek hasta sumas bastante elevadas de 30 rublos en plata, lo que en la época de Alejandro II equivalía a unos 300.000 rublos modernos. Las autoridades anunciaron que la construcción requería la suma de 500.000 rublos, lo que equivale a unos 5.000 millones de rublos modernos.
Sin embargo, sólo se recaudó alrededor de un tercio de la cantidad requerida, y los fondos restantes procedían del erario público. El coste final de la construcción aumentó en unos 50.000.
Mijaíl Mikeshin, 1888, Ilyá Repin.
Galería TretiakovCuando Mijaíl Mikeshin empezó a trabajar en el monumento, sólo tenía 24 años, era un artista novel poco conocido, aunque Nicolás I ya había comprado uno de sus cuadros. Pero nunca había trabajado con la escultura, sobre todo a tal escala. Por eso su maestro, el famoso escultor Iván Schroeder, le ayudaba a crear el monumento.
El proyecto le trajo fama a Mikeshin. Inmediatamente después de la inauguración del monumento en Nóvgorod, se le concedió la Orden de San Vladímir del 4º grado, y también se le asignó una considerable pensión vitalicia.
Ya a los 34 años se le concedió el título de Académico de la Academia de las Artes, y se vio literalmente inundado de encargos de monumentos a las más altas personalidades. Como resultado, creó un monumento a Catalina II en San Petersburgo, un monumento a Alejandro II en Rostov del Don y un monumento a Bogdán Jmelnitski en Kiev.
'La fuga de los fascistas de Nóvgorod', 1944-1946, Kukriniksi.
Museo RusoEl monumento a la “autocracia” sobrevivió milagrosamente a los años revolucionarios, pero podría haber desaparecido durante la Segunda Guerra Mundial. En el verano de 1941, los nazis sitiaron Nóvgorod y decidieron transportar el monumento de bronce a Alemania. El desmantelamiento requirió bastante tiempo, y sólo se llevaron la celosía de bronce. Cuando las tropas soviéticas entraron en la ciudad en 1944, se encontraron con que la mayoría de las esculturas estaban desperdigadas y sólo quedaba la mitad del cetro en el pedestal. Las autoridades soviéticas decidieron restaurar el monumento y, en un tiempo récord de menos de un año, todas las esculturas volvieron a su lugar. Más de 1.500 partes del monumento, que habían desaparecido sin dejar rastro, se hicieron de nuevo.
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