La sémola, conocida como ‘manka’ en Rusia, no sólo es el ingrediente principal de una de las papillas de desayuno más populares del país, sino que también se utiliza a menudo como alternativa a la harina común. Es una gran solución para quienes no tienen tiempo de amasar la masa.
La masa de sémola puede parecer un poco demasiado líquida al principio, pero no se decepcione por esta primera impresión, ya que se endurecerá poco a poco. Los cocineros que prefieren este tipo de masa afirman que la adición de sémola confiere a sus pasteles un sabor más vivo y una corteza excepcionalmente tierna.
El manik, un pastel a base de sémola muy popular entre las amas de casa rusas, es un cruce entre tarta y pudin. La versión clásica sólo lleva masa, pero eso no significa que no se puedan utilizar bayas y fruta en su preparación.
Hoy vamos a preparar un manik de manzana, que puede describirse como una especie de primo de la tradicional charlotte rusa, pero con su propio sabor.
Ingredientes:
- 200 g de sémola
- 200 g de azúcar
- 200 g de nata agria
- 2 huevos
- 60 g de mantequilla
- 2 manzanas
- 0,5 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 0,5 cucharadita de vinagre
- 1 pizca de sal
Preparación:
Mezclar la nata agria, los huevos, el azúcar y una pizca de sal.
Poner el bicarbonato sódico y el vinagre en una cuchara, mezclar y añadir a la mezcla anterior. Tamizar la harina de sémola.
En este momento, puedes añadir otros ingredientes a la masa, como canela, vainilla o zumo de limón.
Batir la mezcla con una batidora o un mezclador.
Pelar las manzanas, quitarles el corazón y cortarlas en rodajas.
Engrasar un molde con mantequilla y colocar las manzanas en la base.
Cortar el resto de la mantequilla en rodajas finas y colocarlas encima de las manzanas.
Verter la masa en el molde.
Hornear el manik a 130°C durante 45 minutos. ¡Buen provecho!
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