7 cosas que no sabías sobre el vanguardista soviético Alexánder Ródchenko

Cultura
VALERIA PAIKOVA
Alexánder Ródchenko, auténtico pionero de la vanguardia rusa, ha sido considerado un maestro de la fotografía. Experimentó con diversos medios y fue miembro fundador del movimiento constructivista ruso.

Ródchenko se esforzó por desertar del estilo tradicional y romper con las convenciones. Su enfoque experimental de la fotografía cambió esta forma de arte para siempre.

1. Estudió para ser dentista

Ródchenko (1891-1956) nació en un apartamento situado encima de un teatro de San Petersburgo, donde su padre trabajaba como maestro de atrezzo. Desde su infancia, el niño estuvo involucrado en el mundo del arte: el apartamento de Nevski Prospekt estaba situado justo encima del escenario, por lo que Ródchenko tenía que pasar literalmente por encima del escenario cada vez que quería salir a la calle. En 1904, la familia se trasladó a Kazán, ciudad del Volga. Alexánder estudió inicialmente para ser... protésico dental, pero pronto abandonó sus estudios y, en 1910, se hizo voluntario en la Escuela de Arte de Kazán.

En 1914, los futuristas rusos en ciernes, los poetas Vladímir Mayakovski y David Burliuk, visitaron la ciudad. Rodchenko asistió a su velada poética. Fue un momento decisivo en su vida. Se dio cuenta de que quería conectar su vida con el futurismo. Ese mismo año conoció a su futura esposa y compañera creativa, Varvara Stepánova.

2. Entabló amistad con el fundador del constructivismo Vladímir Tatlin

Una vez en Moscú, Ródchenko conoció a Vladímir Tatlin, fundador del constructivismo ruso, quien calificó sus obras de “contrarrelieves”. Invitó a Ródchenko a participar en una exposición futurista. Según Ródchenko, Tatlin le había influido profundamente. “Aprendí todo de él: una actitud hacia la profesión, las cosas, el material, la comida y la vida misma...”. Ródchenko fue un buen alumno, lo suficientemente bueno como para convertirse en uno de los máximos innovadores del constructivismo (el estilo artístico aprobado por el estado que se caracterizaba por la aplicación de diseños abstractos a objetos básicos y rutinarios).

Ródchenko trabajó como pintor y diseñador gráfico antes de dedicarse a la fotografía y el fotomontaje. Su experiencia en la pintura fue diferente a la de cualquier otro artista. No se puede elegir una de sus obras y decir: ¡Ese es un Ródchenko típico! Sólo viendo muchas series de obras diferentes, uno puede hacerse una idea de él como artista. En 1921, en un guiño a Kazimir Malévich y su icónico Cuadrado negro, Ródchenko se despidió de la pintura con un tríptico titulado Tres colores. Amarillo. Rojo. Azul. Así declaraba “el fin” de la pintura. “He llevado la pintura a su conclusión lógica”, declaró el polifacético artista.

3. Creó los primeros anuncios publicitarios con Vladímir Mayakovski

En 1923, Ródchenko conoció a Vladímir Mayakovski, el principal poeta de la Revolución Rusa. Ambos dirigían una agencia de publicidad, conocida como “Reklam-Konstructor” (Constructor de publicidad). Ródchenko creaba gráficos atractivos, mientras que Mayakovski escribía “jingles” pegadizos. Crearon unos cincuenta carteles, cientos de rótulos de tiendas, envoltorios de caramelos y envases de alimentos.

Ródchenko fue uno de los primeros en ver un gran potencial en el fotomontaje. Lo percibió como una nueva forma de arte y experimentó con esta técnica tanto como pudo.

4. Revolucionó las técnicas fotográficas

En 1924, Ródchenko decidió tomar literalmente cartas en el asunto. Se compró una cámara de mano ligera de 35 mm y empezó a experimentar con ángulos y perspectivas.

Ródchenko utilizó la fotografía para ampliar los parámetros de cómo y qué veía. Captaba el mundo desde arriba, desde abajo y desde todos los ángulos, instando al espectador a ver lo invisible. “Para enseñar a una persona a observar las cosas desde nuevos ángulos, hay que mostrarle objetos cotidianos y familiares desde perspectivas y en situaciones totalmente inesperadas. Los objetos nuevos deben representarse desde distintos lados para proporcionar una impresión completa del objeto”, decía el artista.

Ródchenko se esforzaba, como señaló en una ocasión el poeta y crítico soviético Ósip Brik, por convertir algo familiar en algo “aparentemente nunca visto”. Incluso fotografiaba la naturaleza como si fuera algo puramente técnico. Un árbol se transformaba en un mástil o en la chimenea de una fábrica, mientras que una flor parecía una antena o una hélice.

El mayor reto consistía en cambiar literalmente el punto de vista de una persona, ampliando su capacidad de ver las cosas. En 1928, Ródchenko había escrito más de diez ensayos que afirmaban sus principios fotográficos.

5. Impartió clases en Vjutemás

En 1920, Ródchenko comenzó a dar clases en los Vjutemás (Talleres de Enseñanza Superior del Arte y de la Técnica), cuyo programa educativo era similar al de la famosa Bauhaus que existió en Alemania de 1919 a 1933. Sus alumnos en Moscú recibían una combinación de experiencia práctica y educación, fabricando objetos físicos desde cero. Bajo la dirección del profesor Ródchenko, crearon objetos poco convencionales, como una estación de autobuses y un tren de trineos todoterreno.

En 1925, Ródchenko fue enviado a París para participar en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas. Ródchenko diseñó un “Club de Trabajadores” en el pabellón soviético. El público parisino también quedó impresionado por sus gráficos propagandísticos. Sus pegadizos carteles ganaron una medalla de plata en la exposición de París.

6. Fue acusado de formalismo y plagio

A finales de la década de 1920, los artistas de vanguardia soviéticos fueron acusados de formalismo, y Ródchenko fue vapuleado por “adherirse a las influencias burguesas” de los fotógrafos franceses y alemanes. El artista se sintió profundamente molesto por la acusación: “¿Cómo es posible que yo apoye al poder soviético con todo mi corazón y trabaje lo mejor que pueda, con fe y amor por él y de repente estemos todos equivocados?”, se preguntaba.

7. Creó una nueva estética ‘proletaria’

En 1933, Ródchenko tuvo la oportunidad de mejorar las relaciones con las autoridades soviéticas. Le pidieron que diseñara un número de la revista de propaganda estatal, titulado La URSS en obras y dedicado a la construcción del Canal del Báltico-Mar blanco. Ródchenko realizó imágenes claras y contundentes y volvió a estar en el camino [aprobado por el Estado], convirtiéndose en uno de los creadores de la nueva estética “proletaria”.

Sus imágenes de desfiles deportivos fueron la apoteosis del realismo socialista. Pero el frágil idilio de Ródchenko con el Estado soviético se derrumbó en 1937.

El artista no aceptaba plenamente el régimen y su trabajo ya no le producía satisfacción. Volvió a pintar a finales de la década de 1930 y fotografió a artistas de circo en la década de 1940.

Tras la Gran Guerra Patria, hacia el final de su vida, Ródchenko creó muy poco. Cansado de la política en el arte, diseñó libros y álbumes. En 1951, Ródchenko fue expulsado de la Unión de Artistas.

Sólo cuatro años más tarde, en gran parte gracias a los esfuerzos de su esposa, se le devolvió la condición de miembro. Pero para entonces, nada de esto tenía importancia.

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