La desconocida carrera de actor de cine del célebre poeta ruso Maiakovski

Cultura
YULIA SHÁMPOROVA
Aunque Maiakovski murió hace casi un siglo, sus palabras siguen resonando en nuestras vidas hoy en día. Lo que probablemente no sabías es en su vida, además de dedicarse a la poesía, también probó suerte como actor, y no lo hizo nada mal.

Casi dos metros de altura, facciones bonitas, ojos inteligentes, labios carnosos, una espesa melena... Vladímir Maiakovski fue un poeta brillante, pero también un rompecorazones. El poeta ruso, nacido en 1893, era increíblemente apasionado y abrazó la Revolución Bolchevique con gusto, escribiendo muchos poemas sobre el levantamiento popular.

Maiakovski era un hombre de muchos talentos: Mientras definía el arte de la poesía rusa durante la primera mitad del siglo XX, encontró tiempo para pintar, actuar, dirigir y escribir obras para el cine.

“Para ustedes, el cine es sólo un espectáculo; para mí, casi una visión del mundo”, solía decir, subrayando la alta estima que tenía por el recién nacido arte visual.

Maiakovski recorrió varios caminos durante su idilio con el cine: escribió 18 guiones para películas mudas y participó en el proceso de rodaje de muchas de ellas. También protagonizó tres películas, pero finalmente dejó de actuar porque no le gustaba su aspecto en la gran pantalla, a pesar de que su semblante se consideraba un contrapunto a los a menudo pomposos y pretenciosos actores del cine mudo de la época.

Los papeles que Maiakovski encarnaba en la pantalla eran similares a los héroes líricos de sus poemas y al carácter valiente, expresivo y a veces vulnerable del propio artista.

Maiakovski debutó como actor con un pequeño papel en la película Drama en el cabaret de los futuristas №13, de Vladímir Kasiánov, estrenada en 1914. Hoy en día la película se ha perdido, pero según los críticos de la época, tenía una trama extraña e intrincada y un efecto cinematográfico original. El poeta aparecía en la escena final, interpretando al Ángel de la Muerte. Llevaba un sombrero ancho y una capa, y estuvo presente cuando la heroína de la película era arrojada a la nieve y resultaba muerta. Sólo se conserva un fotograma de la película.

Las tres películas protagonizadas por Maiakovski se rodaron en 1918. La primera es No nacido por dinero, basada en el libro Martin Eden de Jack London. Por desgracia, hasta ahora no se ha encontrado ni una sola copia de la película.

Sólo se han conservado partes de su segunda película, Zakovanaia filmoi, de Nikandr Turkin. Una de ellas muestra al personaje de Maiakovski (‘el Artista’) relacionándose con una bailarina de ballet.

Es una adaptación del mito griego de Pigmalión, que se enamoró de su propia escultura: El Artista se enamora de la imagen que ve en una película, la Bailarina de Ballet (interpretada por Lilia Brik, musa de Maiakovski en la vida real) y mantiene con ella una relación amorosa imaginaria.

La dama y el gamberro, a diferencia de otras películas protagonizadas por el poeta, tuvo mucha más suerte: se ha conservado, incluidas las escenas cortadas después de la Revolución.

La dama y el gamberro arrasó en taquilla y se proyectó durante muchos años. Esta película es también la única dirigida íntegramente por el propio Maiakovski.

La película retrata el amor no correspondido que un gamberro, que estudia en una escuela nocturna para adultos, siente hacia su joven profesora, su regeneración moral y el tormento espiritual de sus sentimientos no expresados. El personaje de la trama se basa en parte en Maiakovski y también se inspira en un relato del escritor italiano Edmondo de Amicis titulado La maestra de obreros.

Esta es una de las pocas grabaciones que existen del gran poeta, sin embargo, el alma de Maiakovski permanece para siempre en sus palabras.

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