Hubo joyas de la antigua familia imperial rusa, los Romanov, que acabaron en manos de los Windsor y de cómo Isabel II recibió esta magnífica tiara rusa.
Pero, además de las joyas que los miembros de la monarquía lucen en ocasiones formales, la Colección Real que se encuentra en museos y residencias reales de todo el Reino Unido contiene otros tesoros rusos.
La colección británica cuenta con un total de tres huevos de Pascua imperiales realizados por Fabergé y otro realizado para el empresario ruso Alexander Kelch. El huevo Columnata es un reloj joya dedicado al nacimiento del zarévich Alexéi, el heredero al trono, en 1904. Los ángeles simbolizan a los hijos de los últimos Romanov.
El emperador Nicolás II regaló este reloj a su esposa para la Pascua de 1910 y, tras la Revolución de 1917, fue confiscado por los bolcheviques y vendido unos años después a Emanuel Snowman en Londres. En 1931, lo vendió a la reina María y al rey Jorge V.
El coste de cada huevo de Fabergé alcanza millones de dólares hoy en día, pero, incluso antes, valían una fortuna. La mayor colección (más de 50 huevos) era propiedad de los Romanov. Pero la segunda mayor colección, de siete huevos, pertenecía a Varvara Kelch, esposa del industrial siberiano Alexander Kelch. Cada año, de 1898 a 1904, él le encargaba un huevo para Pascua. Varvara se llevó el "Huevo con paneles" a París en 1904 y lo vendió en una subasta en 1920. Y, en 1933, el rey Jorge V se lo compró al entonces propietario como regalo de Navidad para la reina María en 1933.
Esta bonita pieza fue realizada por el joyero de la corte Pável Ovchinnikov (lee más sobre él aquí).
Se desconoce la fecha de esta cajita (probablemente a finales del siglo XIX o principios del XX), pero fue regalada a la reina María en su cumpleaños por la Casa Real, el 26 de mayo de 1928.
Está hecha de esmalte y decorada con un enorme topacio azul rodeado de zafiros.
Este jarrón decorativo de malaquita con pedestal de jaspe decoraba los aposentos de Jorge IV en el castillo de Windsor. Fue regalado al rey británico por la emperatriz Alexandra Fiódorovna en 1827. El regalo fue realmente espléndido: la malaquita extraída de los Urales se consideraba una de las mejores piedras para el interior de los palacios.
Otro jarrón ruso de malaquita fue adquirido por la reina Victoria y el príncipe Alberto en 1851, después de haberlo visto en la Gran Exposición.
La Colección Real alberga retratos de los Romanov, en su mayoría de famosos artistas extranjeros. Aquí se puede ver a Alejandro I de George Dawe, 1826, a Nicolás I de Franz Kruger, 1847 y otros. Este retrato de Nicolás II fue realizado por el maestro ruso Nikolái Bogdanov-Belski. De hecho, suele representar escenas de la vida rural, pero también realizó varios retratos de la familia real rusa. El último emperador ruso regaló su retrato a Eduardo VII tras su encuentro en junio de 1908. Se colocó en el Salón Central del Palacio de Buckingham.
Este retrato representa a la segunda hija del emperador Pablo I, Elena. En realidad, se trata de una miniatura del cuadro de tamaño natural, que forma parte de un conjunto de retratos de las cuatro hijas de Pablo. Se desconoce el autor exacto de la miniatura, pero lo más probable es que se trate de Piotr Zharkov, que realizó obras similares que ahora se exponen en Pavlovsk, cerca de San Petersburgo. Esta miniatura se encuentra en la Colección Real desde la década de 1870.
Este antiguo icono representa el Monasterio de Solovetski (1436) en el mar Blanco, uno de los monasterios más famosos de Rusia. A pesar de que este icono tiene unos 400 años de antigüedad, el alto nivel de detalle y el excelente estado de conservación son sorprendentes. Según el sitio web del Royal Collection Trust, se conocen unos 20 iconos antiguos de este tipo, y este perteneció "muy probablemente a uno de los monjes del monasterio". Este icono estaba en la colección del príncipe alemán Ludwig Kraft Ernst von Oettingen-Wallerstein (1791-1870), que fue comprado por el príncipe Alberto.
Serguéi Levitski (1819-1898) fue el fotógrafo de la corte de los Romanov. Cuatro generaciones de emperadores posaron para él. Además, fotografió a todos los escritores rusos famosos de su época: Nikolái Gógol, Lev Tolstói, Alexander Ostrovski, Iván Turguéniev y otros. En la colección británica hay decenas de sus obras, que tienen más de 130 años. La mayoría son fotos de los Romanov.
Varias pitilleras de oro que pertenecieron a los Romanov son ahora piezas de museo. Por ejemplo, esta pitillera de oro con un diamante y un zafiro fue fabricada por Fabergé y se cree que era la pitillera favorita del zar Nicolás II. Los Romanov encargaron pitilleras similares especialmente para sus familiares en Gran Bretaña, el rey Eduardo VII y la reina María. También se conservan en la colección.
La visita del emperador ruso Nicolás I a Gran Bretaña en 1844 fue la primera en 30 años, cuando, en 1814, ambos miembros de la realeza celebraron la derrota de Napoleón. Cuando regresó a su país, Nicolás I envió este jarrón hecho por la Fábrica Imperial de Porcelana de San Petersburgo a la reina Victoria. Todavía se conserva en el Castillo de Windsor.
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