Un día como hoy, de 1804, nacía el gran compositor ruso Mijaíl Ivánovich Glinka

Mijaíl Ivánovich Glinka nació en Novospásskoie, provincia de Smolensk, 1 de junio de 1804, en el seno de una familia acaudalada.

Novospásskoie Provincia de Smolensk. Casa señorial en la que nació Glinka. 1842.

Dominio público

En 1817, a la edad de trece años, Glinka se trasladó a San Petersburgo, a estudiar en una escuela para niños de la nobleza. Aquí aprendió idiomas, ciencias y música. Recibió lecciones de piano de Karl Zeiner y John Field, compositores extranjeros que pasaron algún tiempo en la ciudad dando clases y conciertos.

Retrato de Mijaíl Glimka. 1843.

Autor desconocido/dominio público

Cuando dejó la escuela, su padre quiso que se uniera al Ministerio de Relaciones Exteriores y fue nombrado subsecretario del Departamento de Vías Públicas. El trabajo era ligero, lo que le permitió a Glinka estudiar de forma autodidacta la música clásica de Europa occidental, participó en los salones de la nobleza, las tertulias de la ciudad y, a veces, dirigió la orquesta de su tío. De esta época datan sus primeras composiciones.

Su ópera Una vida por el zar oIvan Susanin (1836), trata sobre la invasión de Rusia por los polacos en el año 1613 y fue la primera ópera rusa de carácter nacionalista.

Su segunda ópera,Ruslan y Liudmila (1842), basada en un poema de Pushkin la extrajo del folclore de su país.

Fundador de la escuela de música nacionalista, a la que pertenecieron Alexánder Borodín, Modest Mussorski, Nikolái Rimski-Kórsakov, Mile Balakirev y César Cui.

Glinka en 1856.

Dominio público

Muy interesado en la música española, donde vivió entre 1845 y 1847. Este país le inspiró sus oberturas Jota aragonesa y Noche en Madrid (1851).

También fue autor de la fantasía orquestal Kamarinskaia (1848), música de cámara, obras para piano y canciones. El método utilizado por Glinka para arreglar la forma y orquestación son influencia del folclore español.

Además, el compositor ruso fue, tras visitar la ciudad de Granada, el responsable de que los toques flamencos, por primera vez en la historia, se trascribiesen al pentagrama. Allí, en esta ciudad andaluza, desde este año, tiene una placa dedicada en el Auditorio Manuel de Falla.

Glinka fue el primer compositor ruso en ser reconocido fuera de su país y, generalmente, se lo considera el 'padre' de la música rusa. Su trabajo ejerció una gran influencia en las generaciones siguientes de compositores de su país.

Estatua de Mijaíl Glinka cerca del Teatro Marinski de San Petersburgo

Florstein (CC BY-SA 4.0)

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