¿Por qué hay tantos leones en San Petersburgo?

Parece que a los constructores de las ciudades rusas les gustaban las esculturas de leones, pero en ninguna otra ciudad de Rusia se pueden encontrar tantas esculturas de leones como en San Petersburgo. Aquí, se encuentran leones que admiran la puesta de sol desde un malecón, quienes sujetan el globo terráqueo con la pata, otros vigilando un puente colgante, o dando la bienvenida a los invitados en una mansión. No se conoce el número exacto de leones en la ciudad; los expertos dicen que hay más de mil. Y cada uno de ellos tiene su propia historia que contar.

La parte del león

El león simboliza el poder y la destreza militar y son muy comunes en la heráldica y la escultura europeas. Se pueden ver figuras de estos animales en Roma, Madrid, París y muchas otras ciudades. La tradición se remonta a la antigüedad: hay muchas leyendas griegas y romanas sobre los leones, en las que se les describe como guardianes de los dioses.

Y cuando el emperador ruso Pedro el Grande fundó San Petersburgo en 1703, la concibió no sólo como un puerto del norte en el mar Báltico, sino como una poderosa capital europea, la capital del Imperio.

San Petersburgo se distingue bastante de otras ciudades del país: suntuosos palacios de estilo occidental, puentes levadizos, calles anchas y una planificación regular de edificios y espacios públicos. Y, por supuesto, desde los primeros tiempos de la ciudad la escultura del león se puso de moda. Incluso en el busto de Pedro el Grande, instalado frente a su logia, se puede ver la cara de un león en su hombro.

La historia de los leones de la ciudad se convirtió en una estupenda comedia de 1973 de Eldar Riazánov, Las increíbles aventuras de los italianos en Rusia. Según la trama, varios italianos, disfrazados de turistas, llegan a Leningrado para encontrar tesoros escondidos “bajo el león” y literalmente desentierran toda la ciudad en busca de riquezas prerrevolucionarias. Y es que estas esculturas están literalmente a cada paso. Uno de los personajes llega a decir que aquí hay más leones que habitantes.

Los leones más famosos de Petersburgo

Los leones que juegan con una pelota frente al Almirantazgo son probablemente una de las vistas más reconocidas de la ciudad. Las esculturas están fundidas en cobre y llevan aquí desde la fundación del Almirantazgo en 1832. ¿Qué crees que son esos orbes? Resulta que hay una antigua leyenda que dice que los leones guardianes tienen una pata puesta encima de una pelota por la noche para mantenerse despiertos. Y si uno se queda dormido, su pata se caerá de la pelota y esto hará que se despierte. Por eso, si ves a un león sujetando una pelota con su pata, debes saber que está de guardia.

En el Canal de Griboyédov hay un puente de la década de 1820, llamado Puente del León. Cuatro leones blancos de hierro fundido sostienen entre sus dientes las cadenas del puente que ocultan los pilones y las sujeciones.

Se pueden ver hasta 29 esculturas en el Terraplén Sverdlóvskaya de mediados del siglo XVIII, cerca de la finca Bezborodko. Un león de hierro fundido sostiene entre sus dientes una única cadena que rodea el perímetro de la finca. La casa en sí está muy deteriorada, pero las esculturas están en excelente estado.

Un gran número de leones vive no sólo en San Petersburgo, sino también en sus alrededores: Peterhof, Pávlovsk y Kronstadt.

Leones míticos

Pero en el malecón Petróvskaia se pueden encontrar unos leones muy inusuales: “Shi-tsa”. Son guardianes de la mitología china, que suelen colocarse delante de las entradas de los templos. En la tradición china, los leones traen buena suerte y protegen contra las fuerzas del mal. Estas figuras se fabricaron en granito en Manchuria a principios del siglo XX para uno de los templos, pero luego se entregaron a los vecinos rusos. Desde 1907 se encuentran San Petersburgo.

También hay leones chinos en el Jardín de la Amistad de el Liteini Prospekt (Avenida Liteini), inaugurado en 2003. También sujetan una pelota con la pata.

Míticos grifos -leones con alas- custodian el Puente del Banco en el centro de San Petersburgo, que conduce al antiguo Banco de Asignación (ahora ocupado por la Universidad de Economía). Según las antiguas leyendas griegas, los grifos custodiaban el oro en el país de los hiperbóreos. También se les llamaba los “perros de Zeus”. Custodiaban las reservas monetarias del Imperio ruso. Y también disimularon muy bien los elementos de sujeción del puente.

Los leones más antiguos custodian la Academia de las Artes; son esfinges -leones con cabeza humana- que fueron traídas de Alejandría en la década de 1830 por un miembro de la Academia de las Ciencias en una ola de fascinación por el Antiguo Egipto. Estas esfinges fueron creadas hace más de 3.500 años.

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