Alexánder Pushkin (1799-1837)
No podíamos empezar con otro. “Pushkin es nuestro todo”, dicen los rusos a menudo. No hay duda de que es nuestro poeta más importante. Durante su corta vida, falleció a los 37 años (no es raro que los poetas rusos mueran jóvenes), creó obras poéticas en tonos muy diversos y también escribió obras de teatro y una novela en verso, Eugenio Onegin, que tiene un tipo de estrofa propia, con un estricto orden interno de ritmos y rimas. Es difícil encontrar un tema en el que Pushkin no se detenga: desde el amor y la amistad, a la libertad y la lealtad al estado, pasando por el sentido del arte y la vida, o los sentimientos de un hombre que se hace mayor y su vida está llegando a su fin.
Poemas destacados:
- Recuerdo el mágico instante
- Me erigí un monumento
- Carta de Tatiana a Oneguin (extracto de Eugenio Oneguin)
Mijaíl Lérmontov (1814-1841)
Lérmontov vivió tan solo 27 años y, al igual que Pushkin, murió después de ser herido en un duelo. Ganó fama, así como el rechazo oficial, después de culpar a la alta sociedad de San Petersburgo por la muerte de Pushkin (¡El Poeta ha muerto! - esclavo del honor -/ Cayó, por rumores calumniado). Por este poema lo exiliaron a la región del Cáucaso. Lérmontov es conocido por su romanticismo poético y por oponer su carácter lírico al resto del mundo. El poeta también estaba interesado por la figura del Demonio, un ángel caído que está solo contra el universo. Inspirado por el Cáucaso y sus leyendas, Lérmontov escribió dos brillantes y largos poemas: Mtsyri y El demonio. También es autor del drama El baile de máscaras, donde el protagonista sufre terribles celos y mata a su inocente esposa.
Poemas destacados:
- La muerte del poeta
- Borodinó
- Salgo solo al camino...
Nikolái Nekrásov (1821-1877)
En la historia de la literatura rusa, Nekrásov destaca sobre todo como editor de las principales revistas literarias, Sovreménnik (“Contemporáneo”) y Otéchestvennie Zápiski (“Apuntes de la patria”), donde publicaron los escritores más destacados de la época, entre ellos Lev Tolstói, Fiódor Dostoievski, Iván Goncharov e Iván Turguéniev. En su obra poética, Nekrásov fue el primero en elevar el estatus de la lengua campesina y en plantear el tema de los sufrimientos de los siervos. Su obra más famosa es un largo poema épico, ¿Quién es feliz en Rusia?, donde trata de definir y esbozar todos los problemas del país y busca gente que viva feliz, pero... no se pueden encontrar.
Poemas destacados:
¿Quién es feliz en Rusia?
Mujeres rusas
El abuelo Mazái y las liebres
Fiódor Tiútchev (1803-1873)
Tiútchev era diplomático y trabajó 20 años en Alemania. Fue el primero en traducir a Henrich Heine al ruso. Su poesía es muy diversa, tiene odas y obras arcaicas sobre la naturaleza, de aire romántico y en las que un personaje queda solo frente al universo y dialoga con los cielos y las estrellas. En su último período, Tiútchev se centró en cuestiones nacionales y se preguntaba acerca de Rusia y su lugar en la historia. Creía firmemente en Rusia y pensaba que el país debía mantenerse fuerte y soportar los ataques. Suyos son algunos de los versos más famosos sobre el país:
“Rusia no se puede entender con la mente,
no se puede medir con instrumentos habituales,
ella es especial,
en Rusia solo se puede creer”.
Poemas destacados:
- Silentium!
- Me encanta la tormenta de mayo
- El océano mece nuestra orbe
Alexánder Blok (1880-1921)
Blok fue uno de los poetas más destacados de principios del siglo XX y, sin duda, el más popular de la llamada Edad de Plata de la poesía rusa y un destacado representante del simbolismo poético. Alabó la imagen de la Bella Dama y el Eterno Femenino. (Una cintura de raso, como una flor, pasa por la ventana en la niebla.) El poeta se enamora de esta efímera criatura con poder místico que además le inspira. Los poemas de Blok son muy metafóricos y tienen muchas capas de significados; es decir, no se pueden leer ni entender de manera literal. El poeta fue testigo de la Revolución de 1917 y plasmó su vivencia en un famoso y místico poema titulado Los doce.
Poemas destacados:
- Los doce
- La mujer desconocida
- La noche, la farmacia, la calle...
Anna Ajmátova (1889-1966)
Ajmátova probablemente sea una de las más famosas poetas de Rusia. Al inicio de carrera poética formó parte del acmeísmo, que se oponía a los simbolistas (y a Blok). Se negaban a usar imágenes efímeras y llamaban a “las cosas por su nombre”. Usaban metáforas que comparaban la naturaleza o los humanos con cosas inanimadas.
Durante el Gran Terror de los años 30, asesinaron a su esposo, Nikolái Gumiliov. Además, su hijo, Lev Gumiliov fue arrestado. Ajmátova pasó 17 meses haciendo cola ante una prisión del NKVD tratando de averiguar su destino. Dedicó su poema más famoso, Réquiem, a las mujeres que la acompañaron con escasas esperanzas de volver a ver a sus familiares. Durante la Segunda Guerra Mundial, Ajmátova sufrió el sitio de Leningrado y leía poemas en la radio para levantar la moral de la población local. Después de la guerra se le prohibió publicar poesía. Hasta su muerte en 1966 fue muy reputada entre los intelectuales y sus poemas fueron de los primeros en difundirse a través del samizdat, publicaciones clandestinas hechas a mano.
Poemas destacados:
- Réquiem
- Me retorcía las manos bajo mi velo oscuro...
- La tierra natal
Marina Tsvetáieva (1892-1941)
Tsvetáieva fue hija del profesor de la Universidad de Moscú y fundador del Museo Pushkin de Bellas Artes, Iván Tsvetáiev. Fue una mujer culta que empezó a escribir poesía a una edad temprana. Envió su primera colección poética al reputado poeta simbolista y editor Valeri Briusov, que quedó sorprendido y escribió: “Te hacía sentir incómodo por momentos, como si miraras de manera deshonesta a través de una ventana medio cerrada a la casa de alguien y espiaras una escena que no deberías haber visto”. Los nerviosos poemas de Tsvetáieva reflejan sentimientos personales muy profundos; hablan de amor, pasión y soledad.
La biografía de Tsvetáieva, al igual que sus poemas, está llena de sufrimiento y pérdidas. Durante la guerra civil rusa (1918-23) se enfrentó al hambre y a las privaciones, e incluso tuvo que entregar a su hija de tres años, Irina, a un orfanato, donde murió. Posteriormente logró emigrar a Praga, pero echaba mucho de menos su país y regresó en la época del Gran Terror estalinista. Su marido fue arrestado y asesinado, mientras que su hija mayor fue enviada al Gulag por 15 años. Durante la Segunda Guerra Mundial, Tsvetáieva fue evacuada donde también sufrió por falta de dinero y comida y acabó suicidándose.
Poemas destacados:
Mis versos, escritos tan temprano…
Me gusta que no estés loco por mí
A ti, dentro de un siglo…
Serguéi Yesenin (1895-1925)
Los críticos todavía discuten si Yesenin es un gran poeta, pero de lo que no cabe duda es de que es uno de los más queridos, debido a la engañosa simplicidad de sus poemas. Elogió la naturaleza rusa, escribió desgarradores poemas sobre la belleza de los campos dorados, los abedules y las extensiones de nuestra madre patria. (Aquellos que han tenido la oportunidad de visitar su pueblo natal de Konstantinovo en la región de Riazán, o en realidad cualquier interior de Rusia Central, pueden imaginar las extensiones y paisajes a los que se refiere).
Se llamaba a sí mismo un granuja y en sus obras confesaba su forma de vida, llena de borracheras y peleas… “Soy un dandy travieso de Moscú”, escribió. Durante toda su vida trató de encontrar el equilibrio entre el demonio que habitaba en él y los ángeles que le ayudaron a amar y escribir poesía. En 1925 lo encontraron muerto en un hotel de Leningrado, y todavía no está del todo claro si se suicidó o fue asesinado por la policía secreta soviética.
Poemas destacados:
- ¡Sí! Está decidido. Sin retorno
- Solo faltaba ahora un juego
- No me arrepiento, sin dolor, no lloro
Vladímir Maiakovski (1893-1930)
Maiakovski pertenecía al movimiento conocido como Futurismo, de la época de las vanguardias. Quería destruir el viejo ritmo y las rimas y creó una estrofa absolutamente nueva. Sus poemas estaban como hechos de jirones y tenían una inusual, para aquella época, forma gráfica y una valiente osadía en cuestión de temas y elección de palabras. Era un entusiasta de la Revolución bolchevique y del nuevo régimen. “¡Come tus piñas, mastica tu urogallo, tu último día se acerca, piojo burgués!”
También le dio un aire nuevo al teatro e incluso hizo sus pinitos en el cine. Fue uno de los primeros en crear carteles publicitarios en un asombroso estilo vanguardista.
Su estilo de vida también era bastante moderno para su época. Vivía con su amada, Lilia Brik y su marido, Osip Brik. Hoy en día diríamos que fue una relación tóxica y, de hecho, Maiakovski sufrió mucho (sus seguidores consideran a Lilya una bruja). Su poesía y su vida era tan intensa que se quemó demasiado rápido. A los 36 años se pegó un tiro.
Poemas destacados:
La nube en pantalones
Lilichka (en vez de una carta)
Mi universidad
Joseph Brodsky (1940-1996)
Uno de los más sofisticados poetas rusos fue muy querido por la intelectualidad de la Unión Soviética y actualmente es muy prestigioso, en parte debido a su condición de poeta exiliado. Los periódicos oficiales soviéticos llamaron a Brodsky un “zángano casi literario”, y su poesía fue calificada de decadente y ajena al pueblo soviético, y no fue publicada. Fue acusado de parasitismo social, ya que no tenía trabajo (algo ilegal en la URSS).
Brodsky no podía ganar dinero con su poesía y estaba agotado por la vigilancia de KBG. Sin embargo, siguió escribiendo y leyendo sus poemas durante sus reuniones con intelectuales. Incluso los publicó en Occidente. Finalmente, las autoridades estatales le pidieron que abandonara el país. Sus editores estadounidenses le ayudaron a llegar a EE UU y a conseguir un trabajo en la Universidad de Michigan. Enseñó literatura rusa y en 1987 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Poemas destacados:
- Parte de la oración
- Peregrinos
- Ulises a Telémaco
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