Los 6 memoriales de la Segunda Guerra Mundial más impresionantes de Rusia

Cultura
BORÍS YEGÓROV
La Unión Soviética -y Rusia- no escatimaron dinero para conmemorar la victoria. Algunos de los monumentos son tan grandes que pueden competir con los rascacielos. 

1. La Patria Llama (Volgogrado)

Es el monumento más famoso dedicado a la Segunda Guerra Mundial que hay en Rusia. Con una altura de 85 m, esta estatua de Volgogrado (antes Stalingrado), es la más alta de Europa y una de las más altas del mundo.

La estatua forma parte del vasto complejo Mamáiev Kurgán, situado sobre el río Volga. Fue precisamente en este lugar donde se libró la batalla de Stalingrado. Tropas alemanas y del Ejército Rojo mantuvieron duros enfrentamientos que acabaron por cambiar el curso de la guerra. En la fosa común hay más de 35.000 soldados soviéticos enterrados.

2. Héroes de Panfílov (Región de Moscú)

Cerca del pueblo de Dubosékovo (a unos 100 km de Moscú), en campo abierto, se encuentra el complejo monumental dedicado a los llamados 28 héroes de Panfílov. Seis esculturas de casi 10 m de altura recuerdan las hazañas de las tropas de la 316ª División de Rifleros que sirvieron bajo el mando del general Iván Panfílov.

El 16 de noviembre de 1941, durante la ofensiva alemana contra Moscú, 28 soldados de esta unidad destruyeron 18 tanques enemigos en cuatro horas de combates. Se cree que la frase que dice “Rusia es una vasta tierra, pero no hay ningún lugar donde retirarse, Moscú está detrás de nosotros”, surgió aquí y la pronunció uno de los soldados de Panfílov.

3. Aliosha (Múrmansk)

El monumento dedicado a los defensores del Ártico soviético durante la Gran Guerra Patria, más conocido como Aliosha, celebra la defensa de Múrmansk durante la Segunda Guerra Mundial. Tras una serie de largos y agotadores enfrentamientos durante 1941 y 1942, las tropas soviéticas consiguieron frustrar los intentos conjuntos de los ejércitos alemán y finlandés por capturar este importante puerto-ciudad.

Tanto la plaza como el monumento de 35 m de altura son muy apreciados por los habitantes y visitantes de la ciudad. Desde aquí se puede disfrutar de unas extraordinarias vistas de Múrmansk.

4. Monumento a la Victoria (Moscú)

Tiene una altura de 141,8 m y es el monumento más alto de Rusia. Este número no es aleatorio. La Gran Guerra Patria como se conoce en Rusia a la Segunda Guerra Mundial– entre la Unión Soviética y la Alemania nazi, duró 1.418 días.

En la parte superior del obelisco se puede ver una escultura de Nike, la diosa griega de la victoria, y dos heraldos victoriosos.

El monumento a la Victoria forma parte de un enorme complejo dedicado por completo a la victoria en la Segunda Guerra Mundial. En su interior hay una iglesia, una mezquita, una sinagoga, un museo, fuentes y numerosos monumentos.

5. Monumento al Soldado y al Marinero (Sebastopol) 

El trabajo para la construcción de este monumento duró casi 35 años ya que hubo numerosas revisiones e incluso se sugirió que se cancelara por completo. No fue hasta el 2008 que este grandioso monumento de 40 m de altura vio la luz.

El monumento al Soldado y al Marinero da cuenta de la liberación de Sebastopol y de la península de Crimea de las tropas alemanas y rumanas en 1944. El Ejército Rojo perdió más de 17.000 hombres en la tarea.

6. Monumento conmemorativo al frente doméstico (Magnitogorsk)

Magnitogorsk, en los Urales del Sur, estaba lejos de los frentes durante la Segunda Guerra Mundial, pero su potencial industrial contribuyó considerablemente a la victoria. El monumento de 15 m está dedicado a aquellos que trabajaron para lograr la victoria en la retaguardia.

La figura del obrero mira hacia la siderurgia de Magnitogorsk, mientras que el soldado, que recibe una espada, mira hacia el enemigo, situado en el oeste.

Aquí recordamos cuatro victorias militares que salvaron a Rusia de la destrucción.