El Ded Moroz, la encarnación del Año Nuevo ruso, vive oficialmente en la región de Vólogda, en la ciudad de Veliki Ústiug. Es allí donde los niños de toda Rusia envían cartas con peticiones de regalos. Vive con su nieta Snegúrochka (la Doncella de las Nieves). Sin ellos, el Año Nuevo es simplemente inimaginable.
Ded Moroz es fácilmente reconocible por su largo abrigo rojo o azul, adornado con piel blanca, sombrero a juego y una enorme barba del color de la nieve. En su mano tiene un bastón largo que, según la leyenda, puede congelar o descongelar a cualquier criatura viva.
La aldea de Yana Kirlái, en la república de Tartaristán, es el hogar de residencia de un hermano del Ded Moroz, Kish Babái. El abrigo de piel es reemplazado en este caso por un caftán azul, y el sombrero por una gorra. En lugar de una nieta, tiene una hija llamada Kar Kizí. Conviven con ellos las criaturas mágicas Shurale, el duende del bosque, el Shaitán de buen corazón y el valiente héroe Batir.
Traducido del carelio, Talvi Ukko significa “abuelo invierno”. Vive cerca de Petrozavodsk, la capital de la república de Carelia en el norte de Rusia, junto con su equipo de renos, husky y malamute. La gente visita su residencia no sólo para recibir regalos, sino también para montar en trineos de renos y perros, y beber té con empanadillas carelianas, conocidas como kalitkas.
También en Carelia, esta vez en la ciudad medieval de Olonets, más al sur, vive otro Ded Moroz llamado Pakkaine, cuya apariencia no ofrece ninguna pista sobre su verdadera identidad. Su nombre, muy apropiadamente, se traduce como “clima helado”. Según la leyenda, Pakkaine era un tipo alegre, a quien le encantaba la diversión invernal y viajar. Pero también le gustaba mucho acicalarse frente al espejo. Se dice que, en todos los pueblos donde se alojaba, su reflejo continuaba viviendo. Cada año, el 1 de diciembre, todos estos reflejos se dirigían a Olonets para intentar demostrar que eran el auténtico Pakkaine. Cierta o no la historia (tú decides), hoy en día se celebran festivales folclóricos y concursos de imitación en su legendaria residencia. Pakkaine es amigo de Talvi Ukko y del Ded Moroz, a los que considera como sus hermanos mayores.
Más al este, Yakutia tiene dos Papá Noel propios. Chisjaan es severo como el invierno de la taiga, su nombre se traduce como “frío penetrante”. Mitad hombre, mitad toro, cuando sus cuernos crecen, llega el invierno a Yakutia, y cuando se ponen blandengues, llega el verano. El “señor del frío” tiene una esposa, la doncella de las estrellas Cholbón Kuo. Su suegra es el mismísimo invierno.
La otra mitad del dueto es el buen Ehee Gyul, que lleva a los niños en trineo de renos y les da regalos. Tiene una nieta, Jarchaan, pero sólo los viajeros más duros pueden llegar a su residencia en Oimiakón, uno de los lugares habitados más fríos de la Tierra, donde el mercurio cae a -70C°.
La versión nénets del Ded Moroz vive en el fin del mundo, tiene una larga barba gris, viste la ropa tradicional de los nómadas del norte y lleva una pandereta para realizar ritos y rituales. Yamal Iri los lleva a cabo para ahuyentar a los espíritus malignos de las casas de la gente. Si tienes un deseo, toca su bastón y seguramente se hará realidad.
El gigante Tol Babái tiene un bastón torcido, debido a sus largos años de vagabundeo por el mundo. Cuenta la leyenda que durante sus viajes aprendió a comunicarse con animales y plantas, y la gente siempre le tuvo un poco de miedo. Sólo los niños querían ser amigos del gigante. Desde entonces, como agradecimiento, hace regalos a sus amiguitos y les invita a visitarle. Es fácil de reconocer por su abrigo púrpura y su caja de corteza de abedul, en la que lleva regalos para los pequeños.
Hace mucho, mucho tiempo, los pueblos de la república de Chuvasia celebraban el Año Nuevo durante la fiesta de Surjuri (literalmente “pata de cordero”, porque después de las festividades la gente solía agarrar las ovejas por una pata y adivinar la fortuna para el año venidero basándose en su color, el blanco o el negro). El principal espíritu mágico de la fiesta chuvasia era Jel Muchi, ayudado por su nieta Yur Pike. Sus capacidades mágicas incluyen el uso de un samovar parlante, un cofre de los deseos y un reloj de la suerte. Se cree que encontrarse con Jel Muchi en Nochevieja asegurará el éxito en el año siguiente.
La región budista de Buriatia venera a su “anciano blanco”. Se cree que el mismo trae paz, longevidad y prosperidad a las familias. Saagan Ubugun lleva un bastón con la cabeza tallada de un dragón, uno de los principales símbolos budistas.
El nombre del Ded Moroz del Cáucaso se traduce como “Abuelo Fuego”. Artjuron es una antigua deidad del sol y el fuego, que proporciona riqueza y bienestar a las personas. En Osetia, en Nochevieja, se hornea un pastel redondo especial en su honor, lo que (según la leyenda) da la felicidad.
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