Liza Girdímova era la típica adolescente. Un día después de clase compuso para su teclado una balada sarcástica sobre el comunismo y lo colgó en su muro de VK (VKontakte, el equivalente ruso a Facebook). La canción se hizo viral y, en resumen, dos años después, siete de las diez canciones de su nuevo álbum Libros de colorear para adultos (Raskraski dlia vzróslij), se encuentran en el top 100 de canciones de Rusia.
No es una estrella del pop común, su mezcla de voces infantiles y sátira significa que no solo esté bien considerada entre los adolescentes, sino también entre los críticos y hombres mayores de 30 años. Su música es sorprendentemente buena.
¿Cómo ocurrió?
“Mamá, no estoy haciendo saludos nazis/Deja de decir palabrotas, por favor, mis perspectivas están bien”, cantaba Monétochka con 16 años en una de sus baladas al comienzo de su poco ortodoxo camino hacia la fama.
Canciones como estas convirtieron a Liza en el trol favorito de Rusia, con las comunidades online disfrutando de que los iconos de la cultura pop y las tendencias fueran masacrados por una niña de voz dulce que recordaba a la candidez de Alessia Cara en YouTube y además tuviera sentido del humor. La víctima principal fue el diseñador de moda de gama alta, Gosha Rubchinski, a menudo ridiculizado por la comercialización poco irónica que hacía de la cultura soviética.
También había un elemento surrealista: su EP Cloud rap psicodélico no tenía absolutamente nada de rap.
Pero en la propuesta de Monétochka había algo más que la típica parodia online. A diferencia de sus compañeros influencers, Liza se negaba a ser llamativa (no usaba maquillaje para los videos de su dormitorio). Quizá sin darse cuenta esto la ayudó a ganarse a la mayoría silenciosa de la juventud rusa, a menudo pasada por alto debido a su propio silencio; los que tienen formación pero son apolíticos, creativos pero reacios a las corrientes dominantes, y extremadamente cínicos sobre el punto de vista de su generación.
Coloreando una generación
El gran avance de Liza se produjo cuando empezó a colaborar con el productor Vitia Isáiev. La primera prueba de esta colaboración fue La última discoteca (Poslédniaia discoteca) de 2017, un tema sentimental de madurez, cantado sobre elegantes sintetizadores y nostálgicos toques ochenteros.
Aunque la canción era innegablemente seria, Libros de colorear para adultos nos demostró que la Liza que basaba su fama en los memes no estaba muy alejada. Esto no significa que el disco sean 33 minutos de cachondeo sobre Gosha Rubchinski, pero el álbum mantiene a raya la mayor parte de su pesadez.
Al igual que otros artistas socialmente “conscientes” como Kendrick Lamar, Liza a menudo refuta la tentación de decir que solo ella representa lo que significa ser joven en la Rusia actual.
La principal canción del álbum, Cada vez (Kazhdi raz), tiene el siguiente estribillo:
Si me pagasen cada vez
Cada vez que pienso en ti
Estaría sin hogar cerca de las autopistas
Sería la chica más pobre del mundo
La protagonista, una supuesta “chica ideal, independiente, orgullosa y autosuficiente”, no encaja en la descripción (¿por qué si no estaría tan obsesionada con su ex?). De alguna manera, es un espejo de la generación de Internet, criada y endurecida por el humor negro, pero a menudo a la defensiva cuando se escarba un poco la superficie.
No es solo un chiste
Mientras que el retrato que Monétochka hace de Rusia es humorístico y denso, su invitación a la autorreflexión nacional va más allá de la cultura pop. Hay un mensaje más profundo en el álbum: Rusia no debe permitir que su historia obstaculice su futuro.
Esto queda claro en el primer tema, Arca rusa (Russki kovcheg), una canción sarcásticamente nacionalista con una referencia irónica a los mayores tesoros de Rusia: el kvas, el iconostasio y el cantante Stas Mijáilov.
Luego está la canción 90, que se burla de los relatos sobre la Rusia de los 90.
En los 90 mataban a la gente
Y todo el mundo iba por ahí en pelotas
No se encontraba electricidad en ningún lado
Solo peleas por jeans y Coca-Cola
Los cínicos dirán que se trata de una visión escéptica del pasado del país. Sin embargo, estos son dos de los temas más animados del disco. El suave disco-pop que se nos presenta aquí es tan nostálgico como cínicas las letras.
Es en la canción Tu nombre (Tvoió Imia) donde hay un primer intento inequívoco de sinceridad, que aborda el tema del duelo a través de un ritmo disco melancólico (con un éxito sorprendente, dada la gravedad del tema):
Y desapareciste, no se te puede encontrar ni en el vacío ni en la oscuridad
Te has mezclado con el aire, te has convertido en humo
Y lo que queda son letras en los documentos, en las facturas
Y esas letras deletreaban tu nombre
En cúspide de la edad adulta
Es difícil explicar la amplitud del atractivo de Monétochka. Quizá una gran parte radique en su edad. Actualmente en la cúspide de la edad adulta, se encuentra en un punto dulce y sentimental que evoca la nostalgia adolescente pero que es aceptable para cualquiera que sintonice con ella.
También es esencialmente rusa: seria y satírica, madura e infantil, testaruda y vulnerable. Nunca el pop ha estado tan cerca de capturar la angustia y la complejidad de la identidad nacional.
No hay señales que indiquen que pretende abandonar completamente sus raíces: Libros de colorear para adultos se cierra con Post-post, una balada con teclado plagada de chistes sobre la locura por la seudofilosofía que muestran muchos adolescentes online. Casi es posible imaginarse a Liza grabando la canción desde su habitación. El tema demuestra que sus nuevos esfuerzos no han matado su sentido del humor, la canción termina abruptamente con el siguiente anuncio: “Todavía no he pensado en un final”.
Di lo que quieras, pero esta artista te mantiene alerta.
Aquí puedes escuchar el álbum Libros de colorear para adultos.
Aquí puedes conocer a otras caras nuevas del pop ruso.