“Sobre todo utilizo el smartphone para hacer fotos para mí, para no relajarme cuando me veo sin la cámara réflex. También lo utilizo para hacer fotos en lugares en los que una cámara de fotos profesional atrae una atención indeseada. Para ver un ángulo o un encuadre. Y también por diversión, hay un montón de cosas interesantes que ocurren en el teatro y si ves una buena foto no importa qué utilizas para capturarla”, dice Mark.
Durante sus clases afirma que es fácil mostrar con el smartphone la idea que se tiene para hacer una foto. Hace una prueba, explica el concepto de la posición del que toma la imagen... No importa con qué estés trabajando. Lo que importa es cómo lo haces.
Así que ahí van unos consejos.
“Cada día se toman toneladas de imágenes bonitas en todo el mundo. Tenemos todo para poder hacerlo: gente con talento, cámaras réflex y smartphones, y el mundo es un lugar divertido en el que vivir y reflejarlo”, se ríe Mark.
Si quieres ver el trabajo que hay hecho en el Mariinski, haz click aquí.
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