¿Qué podría ser más inapropiado que una casa de modas en medio de una terrible guerra? En realidad, aquel establecimiento era un testimonio de la valentía del pueblo de Leningrado y su voluntad de sobrevivir.
Durante el feroz asedio a la ciudad escucharon los poemas de Anna Ajmátova y Olga Berggolts, transmitidos en la radio y los altavoces. A lo largo de aquella ordalía, los teatros, cines, clubes de jazz y bibliotecas abrieron para dar apoyo a la sufriente nación.
Inmediatamente después de que los nazis fuesen repelidos, la vida cultural de la ciudad revivió con nueva fuerza y vigor.
En abril de 1944 se abrió la primera Casa Soviética de Moda en la antigua Casa Mertens, un edificio situado en el 21 de la Avenida Nevski, que había sido utilizado como peletería antes de la Revolución de 1917. Hoy es el hogar de una gran tienda de la marca Zara.
Durante la era de estancamiento de Brézhnev, los diseñadores de moda soviéticos llevaron un poco de aire fresco a las clases trabajadoras, creando patrones coloridos y muestras de ropa y accesorios para las fábricas de costura.
Echemos un vistazo a algunos de los mejores modelos, capturados con Leningrado como fondo, que no solo llegaron a la URSS, sino incluso al extranjero.
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