¿Qué comen los rusos durante la temporada de frío?

Pavel Kuzmichev
En algunas regiones de Rusia, el invierno puede durar hasta 9 meses. No es sorprendente que los habitantes del país tengan su propio menú de invierno, probado por muchas generaciones, rico en vitaminas y que les permite mantenerse cálidos incluso en condiciones de fuertes heladas.

Sopas

Las sopas pueden considerarse legítimamente el plato principal de la cocina rusa. Es imposible imaginar un verdadero almuerzo o cena en una familia rusa sin este plato, y algunos incluso logran no prescindir de él incluso en el desayuno. El secreto de la popularidad de las sopas es bastante simple: los rusos están convencidos de que los alimentos calientes líquidos son buenos para la salud y, entre otras cosas, calientan en clima adverso. En un país donde el 70% del territorio está ubicado en las condiciones del Gran Norte, esto es muy importante.

Los rusos preparan sopas en todas partes y de manera muy variada. Aquí están las más comunes en el país: la borsch (sopa de remolacha), la shchi (sopa de repollo), la ujá (sopa de pescado), la solianka (sopa a base de diferentes tipos de carne, pescado, salchichas, aceitunas, pepinillos y limón), y la rasolnik (sopa a base de caldo de carne y salmuera con cebada perlada).

Gachas

El segundo plato favorito de los rusos en el menú de invierno es la kasha (gachas). Existe un dicho común en el país: Shchi i kasha píshchia nasha"(La shchi y la kasha son nuestra comida”), lo que dice mucho sobre la actitud de los habitantes del país hacia este plato. Las gachas rusas tradicionales, de alforfón, cebada perlada, mijo, contienen carbohidratos lentos que pueden proporcionar energía al cuerpo durante mucho tiempo y dan una sensación de saciedad sin aumentar el nivel de azúcar en la sangre. No importa la variedad de kasha que elijas: aromática, rica y sabrosa, te ayudará a sobrellevar fácilmente incluso las heladas más severas.

Pelmeni

Una de las variedades locales de ravioles rellenos de carne, los pelmeni son apreciados por todos los habitantes del país, sin excepción. Es un plato nutritivo y sabroso, fácil de preparar y conservar en invierno, ya que en regiones donde las temperaturas son bajas durante varios meses, ni siquiera se necesita refrigerador; solo tienes que poner el producto semi-elaborado en una habitación no climatizada. Para preparar tantos pelmeni como sea posible a la vez, a los rusos les gusta reunirse en toda la familia. Siguiendo el enlace, aprenderás a preparar estos ravioles de la manera más deliciosa.

Jolodéts

Durante muchos siglos, el jolodéts, esta gelatina de carne rusa, se consideró un plato popular, ya que se cocinaba con partes de animales que no se usaban para preparar otros platos. Sin embargo, con el tiempo, incluso los monarcas rusos se enamoraron de él (más información en este enlace). Al igual que otros platos del menú de invierno ruso, el jolodéts es increíblemente saciante y saludable: fortalece el sistema inmunológico, aumenta la hemoglobina y tiene un efecto beneficioso en los ligamentos y las articulaciones. En la época soviética, el jolodéts era un plato imprescindible en la mesa de Año Nuevo, y hoy en día, es costumbre prepararlo en invierno, aunque este plato es fácil de encontrar en los estantes de las tiendas rusas.

Panceta

Al igual que en todo el mundo, en Rusia, la salazón del tocino (puedes encontrar una guía detallada siguiendo este enlace) ha sido durante mucho tiempo la principal forma de conservar una parte de una res de cerdo. Esta grasa animal ayudaba a los habitantes del país a sobrevivir a los largos inviernos, ya que contiene muchas vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos beneficiosos. Los rusos modernos prefieren comprar la panceta en los mercados y tiendas, aunque en algunas familias, la tradición de salarlo en casa en grandes barriles de madera aún está viva. Cuando hace menos 25 grados afuera, un bocadillo de tocino o simplemente un trozo de tocino con mostaza te proporciona una sensación duradera de saciedad y un impulso de energía.

Pepinos encurtidos y chucrut

Antes, los habitantes del país preparaban en grandes cantidades pepinos encurtidos y chucrut para el invierno para compensar la falta de verduras. Hoy en día, esto ya no es necesario, pero los rusos son fieles a sus preferencias gustativas y ningún banquete estaría completo sin estos productos. Y aunque la mesa esté generosamente servida con otros platos más refinados, ambos seguirán siendo los favoritos de los comensales.

Té con mermelada

La ceremonia del té es parte integral de cualquier comida en Rusia, ya sea desayuno, almuerzo o cena. Los rusos simplemente no pueden imaginarse prescindir de una taza de té y siempre algo dulce para acompañarlo. Si no hay chocolates ni galletas en casa, es hora de abastecerse de varenie (mermelada). El té se vuelve aún más sabroso porque agrega un sabor de nostalgia, muy probablemente, esta mermelada fue preparada por una de las babushkas (abuelas rusas) con frutas cosechadas en su dacha en verano. Si el frío arrecia afuera, puedes verter té en un termo y agregarle unas cucharadas de mermelada.

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