Los babás de ron se preparaban en grandes cantidades en las panaderías estatales y luego se colocaban en las estanterías de las tiendas. La población se dividía en dos categorías: a los que les gustaba la parte superior glaseada y a los que preferían la inferior empapada en almíbar. Intentaremos hacer pasteles que satisfagan los gustos de todos.
Preparación:
Cubrir las pasas sultanas con ron y dejarlas reposar unas horas hasta que estén empapadas y jugosas.
Mezclar la levadura y el azúcar con agua tibia y dejar reposar 10 minutos. Tamizar toda la harina en un bol, añadir la mantequilla reblandecida, la sal, los huevos y la mezcla de levadura y mezclar bien.
Amasar la masa hasta que quede suave y elástica. Ponerla en un bol, cubrirla con film transparente y dejarla en un rincón a temperatura ambiente de 40 a 60 minutos hasta que aumente considerablemente de tamaño. A continuación, volver a amasar ligeramente, añadir la levadura y dejar que la masa suba otros 40 minutos.
Untar los moldes con un poco de aceite. Cuando la masa esté lista, dividirla en bolitas de igual tamaño y colocarlas en las tazas (aquí tengo 12 bolitas de 50 g cada una). Por último, dejar elevar la masa en los cuencos durante 20 minutos.
Hornea tus babás durante 25-35 minutos a 190-200°C hasta que estén dorados por encima, luego desmolda y deja enfriar completamente. Es mejor dejarlos toda la noche.
Añadir el azúcar y el agua a un cazo, remover suavemente con una cuchara de madera y empezar a calentar. Llevar la mezcla a ebullición, calentando a 114-116°C y transferir inmediatamente el cazo a un recipiente más grande con agua helada. Añadir un poco de zumo de limón y remover. Esperar hasta que la mezcla esté a unos 40°C y batir hasta que se vuelva blanca, sedosa y brillante.
Mezclar el agua con el azúcar en un cazo, llevar a ebullición y retirar del fuego inmediatamente. Añadir un poco de ron y enfriar ligeramente la mezcla.
Ya sólo queda dar forma a los babás. Bañarlos generosamente en el almíbar de ron, verter un poco de glaseado caliente por encima y dejar enfriar. Disfrútalos con una taza de té negro. ¡Priatnovo appetita!
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