El método de preparación del baursak procede del estilo de vida nómada de los pueblos túrquicos, donde la sencillez, la rapidez y la facilidad eran cualidades esenciales en las creaciones culinarias. El amor por el baursak trasciende fronteras y une a diversas comunidades, desde Turquía a Kazajistán y Kirguistán; así como desde Mongolia a los tártaros y baskirios de Rusia.
Derivado de las palabras kazajas bauyrlyk y bauyrzash, que significan “parientes consanguíneos”, el baursak es mucho más que un simple producto horneado: es más bien un símbolo de felicidad y sol.
El baursak es una delicia adorada en Rusia por baskirios y tártaros. Su deliciosa presencia puede apreciarse junto a una sustanciosa shurpá, una sabrosa sopa, o maridado con un aromático té tradicional local. El baursak se ha integrado perfectamente en la vida cotidiana.
Se elabora con masa sin levadura o con levadura, a la que se da forma de pequeños donuts redondos o en forma de diamante. A continuación, se fríen, lo que da como resultado un exterior perfectamente dorado y un interior tierno y esponjoso.
El baursak está reservado a los invitados especiales, lo que refleja su papel como muestra de hospitalidad y calidez. Es un elemento indispensable de cualquier fiesta y banquete, y desempeña un papel importante en las ceremonias nupciales.
En las bodas tártaras, los padres del novio -y entre los tártaros siberianos, los de la novia- presentan un plato con baursak o chak-chak como preciado regalo de bodas. Este dulce gesto simboliza el deseo de felicidad, prosperidad y una vida llena de amor.
Uno de los momentos más notables de la historia del baursak se vivió en Rusia el 20 de abril de 2014, cuando se preparó en la plaza Salavat Yuláiev de la ciudad de Ufá (Baskortastán) un gigantesco baursak de la friolera de 179 kg. Para batir el récord se necesitaron nada menos que 1.006 huevos, 25 kg de azúcar, unos 70 kg de harina y 50 kg de miel baskiria.
Así que hoy os propongo que preparéis y luego disfrutéis de una hornada de baursak recién frito que ha adornado las celebraciones baskires durante generaciones.
1. En un bol, mezclar la harina, el azúcar y la sal. Mezclar bien para asegurar una distribución uniforme de los ingredientes secos.
2. Calentar ligeramente la leche, procurando que no esté demasiado caliente (alrededor de 45°C). Añadir la levadura seca activa a la leche templada y remover suavemente para disolverla. Dejar reposar la mezcla unos minutos hasta que la levadura se vuelva espumosa y se active.
3. Verter poco a poco la mezcla de harina en la leche infusionada con levadura. Mezclar los ingredientes con una cuchara o espátula hasta que empiece a formarse una masa áspera.
4. Enharinar una superficie limpia y colocar la masa sobre ella. Amasar durante unos 5-7 minutos hasta que se vuelva elástica. Si tienes miel de tilo, añade una cucharada para darle sabor. Si la masa resulta demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina.
5. Vuelve a colocar la masa amasada en el bol. Cubrir el bol con un paño de cocina limpio o papel film. Deja que la masa repose y suba durante 30-40 minutos a temperatura ambiente. Durante este tiempo, la masa debería doblar su tamaño.
6. Una vez que la masa haya subido durante 40 minutos, destapar la masa y golpearla para que suelte el exceso de aire.
7. Enharinar de nuevo las manos y una superficie limpia para evitar que se pegue. Coger la masa y darle forma de tronco largo y grueso como una salchicha, de unos 2,5 cm de diámetro. Utiliza un cuchillo o un cortapastas para cortar el tronco en trozos pequeños de igual tamaño, de unos 2,5-3 cm de largo. Puedes elegir una forma tradicional de rombo o redonda, o ser creativo y probar diferentes formas si lo deseas.
8. En una sartén honda o una olla de fondo grueso, añade el aceite de freír y caliéntalo a fuego medio-alto. El aceite debe estar caliente pero no humeante.
9. Deja caer con cuidado algunos trozos de la masa cortada en el aceite caliente, teniendo cuidado de no llenar demasiado la sartén. Fríe los baursaks hasta que se doren por todos los lados. Este proceso debe durar aproximadamente 2-3 minutos por tanda.
10. Coloca tus baursaks recién fritos en un plato forrado con papel absorbente para que absorba el aceite sobrante.
11. Los baursaks de Baskiria con azúcar se disfrutan mejor calientes y frescos. También puede espolvorear azúcar en polvo o rociar miel o leche condensada sobre los baursaks para realzar su dulzor, o simplemente disfrutarlos tal cual.
¡Priyátnogo appetita!
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