La smokva es un antiguo manjar tradicional ruso que, por desgracia, ha caído en el olvido. Sin embargo, hace unos siglos era muy popular y se llamaba "mermelada seca".
Nuestros antepasados se las ingeniaban para crear dulces sin gelatina, espesantes ni aromas, utilizando únicamente los elementos de la naturaleza: frutas, bayas y miel.
El higo, o como se llama en ruso, smokva, es un nombre antiguo para una golosina dulce. Recuerda a otro plato ruso del que hemos hablado ya en Russia Beyond, la pastilá. El smokva se elabora con frutas de alto contenido en pectina: manzanas, membrillos, ciruelas y serbal y no contiene huevos.
El nombre "smokva" no surgió por casualidad. Antes se llamaba así a la fruta del higo, que se importaba como golosina exótica. Era bastante cara, así que los cocineros intentaron crear algo propio, parecido a una fruta de lujo. Al final, la experimentación en la cocina hizo que el puré de frutos secos empezara a parecerse a una fruta seca dulce. Posteriormente, todas las frutas confitadas pasaron a llamarse smokva.
Hasta hoy, la receta de este manjar ha sido cuidadosamente conservada por varias generaciones y ahora podemos disfrutarla nosotros mismos.
El primer paso es hacer un puré de frutas y bayas (si se desea añadir alguna). Lava las manzanas y quítales el exceso de humedad. Pélalas y quítales las semillas. Córtalas en trozos grandes.
Pon dos manzanas troceadas en un cazo, añade agua y cuece hasta que las manzanas estén completamente blandas. Esto puede llevar de 20 a 25 minutos.
Con una batidora, tritura la masa hasta obtener un puré o utilizar un colador.
Añade azúcar al puré y vuélvelo a poner al fuego. Es necesario hervir el puré con el azúcar a fuego lento hasta que esté completamente espeso. El smokva de manzana terminado se separa fácilmente del fondo y las paredes del cazo, lo que puede llevar hasta 40-50 minutos.
Cubre la bandeja del horno con papel pergamino, o mejor con un tapete de silicona, y extiende la masa, hasta tener una capa fina de 2-3 mm de grosor.
Secar en el horno a 70-90°C hasta que el smokva empiece a separarse del tapete. Durante las dos primeras horas, seca el smokva con la puerta del horno cerrada; después, durante otras 8-10 horas, sécalo con la puerta entreabierta. Para ahorrar energía, puedes secar ligeramente el smokva en el horno durante 3-4 horas, y después secarlo a temperatura ambiente durante dos o tres días.
Una vez seco, enrolla el smokva y córtalo en porciones. Puedes darles forma de flores a lo restante. ¡Espero que os guste!
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